V. Noches de desenfreno

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El alcohol recorría por los vasos sanguíneos de Mimi a velocidades vertiginosas, lo notaba por el calor que le subía por todo el cuerpo. También estaba exhausta, y de vez se abanicaba con sus propias manos para darse un poco de aire que nunca era suficiente, tampoco es que hubiese parado de bailar desde que la segunda copa le hiciera efecto. Hacía bastante tiempo que no bebía y acusó esa falta de costumbre. Finalmente acabó recogiéndose el cabello en una coleta, de estas mal peinadas, que a todos nos quedan mal, pero que en Mimi, el efecto era contrario.

- ¿Queeeeeé? - le preguntó con un tono infantil al ver a Ricky que le miraba con una cara de embobado que no podía con ella

- Nada. Que quien te ha visto y quién te ve... - le decía Ricky cerca de la oreja para que escuchase mejor.

Mimi se retiró y rodó los ojos ante el comentario, pero Ricky le agarró la muñeca tirando de ella con fuerza y le abrazó efusivamente gritándole: "Ven aquí perra, que te quiero mucho!" También le estaban subiendo las copas.

Al abrazo se colgó Cepeda, el chico que había conocido esa misma noche y que también pertenecía al grupo de cantantes. Había oído hablar de él bastante durante aquella tarde, pero por fin había conseguido ponerle cara. Llevaba una borrachera que con suerte seguía manteniéndose en pie, y aún así chilló: "Ronda de chupitoooooooooooooos", alargando la o demasiado y en la oreja de Mimi que sentía que por momentos la iba a dejar sorda.

En ese momento, la rubia apuró el último trago de su gintonic y aprovechó para ir a los baños mientras que unos cuantos ponían rumbo hacia la barra a por esos chupitos.

- ¡Miriaaaaaaaam!

Alzó la mirada ante un grito fuerte y contundente, desde el otro lado de la cola, que hizo callar a los allí presentes. Tocando la puerta de los baños veía a Miriam, también perjudicada por el efecto del alcohol, haciéndole aspavientos con las manos, como si quisiera parar a un avión, porque Miriam era así, lo que hacía, lo hacía a lo grande, y con una fuerza desmedida, pero en realidad lo que quería era captar la atención de Mimi para que se acercara a ella.

- Eeeeeellaaaaa sorda! - y dio un par de palmas mientras se reía. - Tía, ¿pero tú te llamas Mimi? porque no respondes. - La verdad que la primera impresión sobre Miriam la otra tarde distorsionaba con la imagen que tenía justo enfrente, tan seria, centrada en su lugar, sin ningún tipo de salida de tono... - Que llevo gritándote media hora - Mimi sonrió - Menudo temazo está sonando y nosotras aquí... - se lamentaba, pero al segundo se ponía a bailar allí en medio.

Miriam ni tan siquiera le había esperado a la salida del baño, y cuando se reunió nuevamente con el resto de chicos, pudo ver que Ana iba más borracha que cuando se marchó. Parece ser que el último chupito de Jäger había hecho mella en ella, pero aun así no era suficiente:

- Mimiiiiiii - la llamaba con euforia, y pasaba sus brazos por detrás del cuello de la rubia bailando al son de la canción que sonaba en aquel momento. - Vamos a por una copa.

- Uff... No, Ana, es que no puedo más. - Mimi conocía su tope y lo había alcanzado con el último gintonic que se había tomado. Estaba en ese punto en que eres consciente de todo lo que pasa, pero tienes más felicidad de lo normal, te sientes más desinhibida y la lengua más suelta. - Pero si quieres te acompaño a la barra y me pido un agua. - Ana hizo un gesto de fastidio. - Necesito mear todo lo que he bebido. - Ambas rieron más por el estado en el que se encontraban que por el comentario en sí.

A llegar a la barra, Ana se dejó caer sobre ella bajo la atenta mirada de Mimi que ni de coña hubiese puesto ni tan siquiera el dedo meñique en esa barra que tenía toda la pinta de estar pegajosa por las copas derramadas, y bastante sucia gracias a aquella bayeta mohosa que cada cierto tiempo el camarero de turno pasaba por ella. Por el contrario, y con mucha suerte, se sentó en un taburete que había quedad libre, cosa que sus pies agradecieron después de estar toda la noche de pie y bailando sin parar.

DECISIONES - warmi -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora