S e i s

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Número de palabras: 626

— ¡Eres muy guapa conejita, sé mi novia!

Aún recuerdo cuando Sooyoung me pidió salir. Era nuestro último año de primaria, teníamos 15 años y nos faltaban unas semanas para graduarnos. No éramos las amigas más cercanas, pero aún así nos hablábamos y nos llevábamos bastante bien.

— ¿Q-qué? Pero a mí no me gustan las chicas.

Eso decía y trataba de convencerme. Mi mejor amiga Jennie ya me había mencionado varias veces que estábamos en una etapa de cambio y que nunca se sabía que me podía gustar, pero yo simplemente lo ignoraba y seguía pensando que me gustaban los chicos. Eso es lo que llevo viendo toda mi vida, relaciones chico y chica. Y es cierto que mis padres me aceptarían pese a lo contrario, y que por suerte vivía en una zona con muy escasa homofonía, pero aún así trataba de engañarme a mí misma y convencerme de que era hetero.

¡Bueno, hay una primera vez para todo!

Y para ser sincera, nunca antes me había gustado un chico. Una chica claro que tampoco, pero solía fijarme más en el atractivo de las mujeres que veía antes que el de los hombres, que sinceramente, nunca me parecieron realmente atractivos. Mis amigas me decían que era por ser estrecha y aburrida, sólo Jennie me sonreía pícaramente para luego, al estar a solas, bombardearme con preguntas sobre mi sexualidad.

Y-yo...

Pero cuando Sooyoung se me confesó, no sabía qué decir. Ella era una de las chicas más bonitas de mi curso, era guapa y esbelta, y el hecho de que se fijase en alguien tan insignificante como yo derritió mi corazón.

— Venga, te voy a hacer la chica más feliz del mundo.

Y con su hermosa sonrisa y palabras vacías, se acercó a mí suavemente hasta rodearme con los brazos. Yo me quedé paralizada y simplemente lo dejé fluir. Posó sus suaves labios contra los míos para formar un dulce y tierno beso. Mi primer beso.

S-sooyoung...

Ella me sonrío, y por primera vez la empecé a ver con otros ojos. Ojos de amor y aprecio. Ella era una chica genial, guapa, divertida e inteligente. Todo ese partidazo para mí, y además, por fin descubría lo que en verdad me gustaba. ¿Pero de verdad era un amor sincero?

Habían pasado unas horas desde que dejé a Jeongyeon plantada y sola en la heladería. No estaba orgullosa de mi decisión, pero la impotencia del momento me hizo actuar de manera infantil y caprichosa.

Comía tranquilamente el helado que me había pedido, cuando decidí disculparme con Jeongyeon por haberla evitado todo este tiempo. Ella, obviamente, se sintió culpable. Era una chica buena y maja a pesar de ser una acosadora en potencia. Estaba dispuesta a establecer una conversación agradable con ella cuando de repente levanté la vista y miré por la ventana.

Era Sooyoung.

No entendía que estaba pasando, esa misma mañana ella me había dicho que no podría quedar, y ahora la encontraba aquí, en la calle. Pero eso no era lo peor de todo, pues estaba agarrada del brazo de Yerim, su mejor amiga, que jugueteaba con ella y le daba besos de vez en cuando. No pude observar bien donde ni a que lugar se dirigían, pero sentí como mis ojos se empezaban a empapar.

Una rabia e impotencia empezaron a invadir todo mi ser, y me levanté rápidamente para salir de aquel lugar, no sin antes pagar lo que había pedido. Ya con una lágrima resbalándome por la mejilla salí corriendo y me perdí por la calles de la ciudad.

No me importaba a donde ir, sólo quería olvidarme de lo que acababa de ver y pensar que todo es producto de mi imaginación.

— Sí, es verdad. Seguro que estoy dramatizando mucho.

🌼;; 2yeon || Notice me, unnie. Where stories live. Discover now