D i e z

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Número de palabras: 581

Sooyoung me llevaba ignorando todo el día, y me estaba empezando a cansar. Era cierto que ella podía hacer lo que quisiera con su vida, pero aún así tenía derecho a estar con ella, era mi novia después de todo.

Desde que empezaron las clases  Sooyoung llevaba todo el rato agarrada con Yerim, eran mejores amigas, no debería preocuparme, pero las veía más pegadas de lo normal, y eso me hervía la sangre.

—...yeon, Nayeon.— Una tranquila voz me despertó de mi mundo. Miré a la propietaria de la tan suave y cálida voz y allí estaba Mina. — Aleluya.

— Eh, perdón. Estaba pensando en mis cosas—le sonreí tranquilamente a la nipona mientras me acomodaba en mi asiento. Estábamos en el recreo y yo me había decantado por quedarme en clase, alejada de los cariños que mi novia y su amiga se daban entre ellas.

— ¿Al final con Jeongyeon...?—Empezó a preguntar ella, y no sé si era porque Jeongyeon y su amiga se lo habían contado o porque se preocupaba por mí.

— Umh, no quiero hablar de eso... Hice algo de lo cual me arrepiento. — Recuerdos de cuando salí corriendo de aquel local vinieron a mi cabeza. Me sentía mal por Jeongyeon, pero el hecho de que Sooyoung y Yerim estuviesen juntas me afectaba más.

— Oh... Lo siento, no quería molestarte. Es que te veías muy sola así que vine a hablar contigo...— Sabía perfectamente que no lo dijo con mala intención, pero que remarcarse mi "soledad" me ponía aún más triste aún.

— ¡No pasa nada! Al contrario, gracias por la compañía.— Sonreí lo mejor que pude y me levanté rápidamente de la silla para agarrarle la mano. — Venga, vamos a bajar un rato antes de que el recreo se acabe.

Pude ver como sus mejillas se teñían de un suave color rojizo justo en el mundo en el que le agarré de la mano. — Sí...

Salimos agarradas de la mano pero cuando nos acercamos a las escaleras yo la solté rápidamente. No era nada malo ir de la mano, pero no tenía tanta confianza con ella como para estar así. A medida que íbamos bajando escuchamos un barullo de gente y unos sonidos extraños, la gente que pasaba por ahí me miraba de una forma bastante extraña y yo no entendía bien la situación.

Pero todas mis dudas se disiparon al pasar por el último escalón.

— ¿Sooyoung?— Ahí estaba mi querida novia y amiga de la infancia, agarrada por la cintura a Yerim y ellas dos casi comiéndose. No sabía si sentir rabia, tristeza o repulsión.

Al escuchar mi voz las dos rápidamente se separaron. — ¿N-Nayeon...? — La voz de Sooyoung temblaba. ¿Es que se creía que no la iba a pillar cuando me estaba poniendo los cuernos en medio del colegio? ¿Delante de todo el mundo?

Yerim no dijo nada y sólo me miró de manera seria. — Esto... Yo... Te lo iba a decir antes, pero...— En ese punto mis ojos ya desbordaban lágrimas. Mina me cogió del brazo suavemente e intentó consolarme.

— Lo que pasa es que ahora le gusto yo, pero no se atrevía a decírtelo. Es un poco tontita.— Se levantó entonces Yerim y dijo con una sonrisa. Me daban ganas de golpearla, pero lo único que hice fue zafarme del agarre de Mina y salir corriendo a alguna parte del colegio solitaria.

Suponía que Mina me siguió pues escuché pasos acelerados detrás mío, y dudaba mucho que Yerim o Sooyoung viniesen a mi búsqueda.

🌼;; 2yeon || Notice me, unnie. Where stories live. Discover now