INDIRECTAS • Katsudeku

19.

Una vez que Uraraka le haya explicado el tema, volvio a su habitacion, sabia que el menor tendria mucho de que pensar.

━ Tengo que encontrarlo, tengo que encontrarlo ━ se decía a sí mismo Izuku mientras recorría los pasillos de los dormitorios, su corazón latiendo con fuerza. Primero había ido a su habitación, que estaba con la puerta abierta, pero al entrar se dio cuenta de que no estaba.

Con un leve suspiro de frustración, pensó en ir a la cocina. Tal vez su amigo de la infancia había ido a por un vaso de agua. Mientras más se acercaba, pudo escuchar voces provenientes del salón. Se asomó cautelosamente y, efectivamente, ahí estaba Bakugou, sentado en el sofá con su amigo Kirishima.

━ Kacch— ━ iba a llamarlo, pero de repente escuchó la frase que cambió su rumbo.

"Debería rendirme con Deku."

Se detuvo en seco, ocultándose detrás de la pared para seguir escuchando la conversación. Su corazón se encogió ante esas palabras.

━ ¿Estás seguro, bro? ━ Kirishima le dijo, intentando animarlo. ━ Creo que Midoriya por fin está empezando a captar tus indirectas.

━ Lo dudo ━ respondió Bakugou, su tono era sombrío. ━ De todas las veces que hemos salido juntos, siempre me dice "amigo", o simplemente cuando le digo una indirecta no la entiende. Hasta llega a mencionar a "Todoroki-kun" ━ recordó, y una mueca de frustración cruzó su rostro al pensar en cómo Izuku había malinterpretado sus sentimientos.

━ Si estás seguro de eso... está bien, es tu decisión. Solo te habría sugerido que no te rindas ━ insistió Kirishima, recordando la charla que habían tenido antes de que todo esto comenzara. ━ Aparte, dijiste que matarías a tu competencia.

━No sé por qué me molesto; desde el principio suena estúpido que Izuku me preste atención. ━ se levantó del sillón, abrió el refrigerador y sacó una jarra llena de agua. Sin molestarse en usar un vaso, bebió directamente de la jarra.

━ Maldición, Bakugou, no eres el único que tomará ese agua ━ dijo Kirishima, visiblemente asqueado por la falta de modales de su amigo.

━ Qué pinche delicada eres ━ replicó Bakugou, devolviendo la jarra al refrigerador antes de dirigirse hacia su habitación. Sin embargo, antes de seguir su camino, se detuvo y miró hacia una de las paredes, sintiendo que alguien lo observaba.

Por un segundo, creyó haber escuchado a alguien acercarse, pero al no ver nada, dio un suspiro, restándole importancia al asunto. Estaba demasiado cansado para preocuparse por eso y continuó caminando hacia su habitación.

Mientras tanto, en la habitación del pecoso, Izuku se encontraba apoyado contra la puerta, tapándose la boca con la mano mientras las lágrimas se escapaban de sus ojos, la frustración apoderándose de él.

━ No volveré a salir de mi habitación sin zapatos ━ pensó, recordando el dolor que había sentido al golpearse el dedo chiquito. También se dio cuenta de que había perdido una oportunidad valiosa con Bakugou, y esa idea lo hirió más que cualquier dolor físico.