9:la cita

101 9 5
                                    

Pasaron las horas,y el momento en que ambos quedarían ya había llegado.
Haru ya estaba preparado,esperando a Rin cerca del puerto,tal como habían acordado.Esta vez no se había maquillado,y se había peinado de modo que se vieran sus dos ojos.Llevaba un collar de delfín,una camiseta de manga corta ceñida al cuerpo negra de Bauhaus,dos pulseras de pinchos,cada una en uno de sus brazos,unos pantalones gris oscuro ajustados,y unas botas negras llenas de cinturones que casi parecían de estilo militar.
Estaba empezando a impacientarse,y ponerse nervioso al mismo tiempo.Rin se estaba retrasando un poco,y no podía soportar la idea de que le dejaran plantado.
Pero entonces,unos minutos después,pudo ver a Rin,que se acercaba desde lejos.Él iba andando tranquilamente,como si nada ocurriera,con un aire despreocupado,pero firme.Llevaba su cabello suelto,como de costumbre,en el cuello tenía un collar con la figurita de un tiburón,una camiseta de manga corta normal,de color negra y simple,unos pantalones vaqueros y unas zapatillas deportivas.
Nada más verle,Haru en seguida se había quedado sin aliento,y apenas sabía que decirle,cuando Rin ya estaba enfrente suya.
-Hola,Haru.
-H-hola,Rin.
-¿Cómo te encuentras?-preguntó Rin,sonriéndole.
-Yo...bastante bien...
-¿Seguro?Te veo algo...rojo...
-Ah...pues...-Haru no supo qué decir.Estaba tan nervioso,sentía tantas cosas en ese momento,que no sabía qué hacer,y todo su cuerpo temblaba involuntariamente.Sus manos,pegadas a su cuerpo,temblaban con fuerza,y entonces,Haru sintió cómo una mano fuerte sujetaba las suyas.
Miró a Rin,pues ahora sus rostros estaban muy próximos,y con su otra mano,Rin acariciaba la mejilla de Haru mientras le sonreía con dulzura.
Ante esto,Haru no pudo evitar sonrojarse,pero al menos consiguió calmarse.
Al cabo de un rato,Rin retiró su mano del rostro de su amigo,y decidió preguntarle:
-¿Te gustaría ir a alguna parte?
-Estamos bien aquí.El agua...
-No quiero que te hagas daño a ti mismo pensando en ello-le interrumpió-venga,hay tiendas cerca de aquí.Puedo invitarte a tomar un helado,y después,damos un paseo si quieres.
-Vale-admitió,sonriendo vergonzosamente el de ojos azules-eso me gusta.
Dicho esto,Rin agarró a Haru del brazo,y lo jaló para llevarle a otra parte.
No lejos de allí estaba el paseo marítimo,que aún se encontraba cerca del mar,pero era bastante distinto;estaba repleto de tiendas,comercios,gente paseando,hablando y pasándolo en grande,y un montón de cosas más.Así,Rin no tardó en decidirse,y fue guiando a Haru hasta allí,cogiéndole con fuerza de la mano.
Apenas tardaron 5 minutos en llegar,cuando Rin y Haru entraron en el paseo marítimo.
Llegaron hasta la zona que buscaban:una heladería enorme y bonita,con una pequeña terraza con mesas para sentarse en el exterior,y al lado solo había un pequeño bar de aspecto agradable,mientras que al otro había una tienda de souvenirs con las típicas baratijas,camisetas,y demás objetos que representaban aquella ciudad.
Los dos se sentaron en una mesita en el exterior y pidieron cada uno una copa de helado,mientras veían poco a poco como el sol se iba poniendo.
Haru,entre tanto,no podía dejar de mirar a Rin.Sus ojos rojos como la sangre,su cabello semilargo de color entre rojizo y morado,su rostro inmutable,frío a veces pero hermoso,su cuerpo,tan fuerte y musculoso...y sobre todo,lo mucho que había cambiado en todo ese tiempo,y todo lo que le había echado de menos.
No sabía qué decirle en ese momento.Había tanto que quería preguntarle...y sin embargo no sabía cómo.Haru sentía cómo se le entrecortaba la respiración,pues los nervios le podían.
-Haru,¿estás bien?-preguntó Rin,fijándose en él.
-Ah...no es nada,Rin.Tranquilo.-Haru no se dio cuenta,pero en ese momento sus mejillas se habían vuelto rojas.Y entre tanto,un camarero vino a entregarles los helados que habían pedido.Una vez este se fue,Haru trató de organizar su mente un poco,y decidió hablarle.
-Rin escucha...quería decirte que te he extrañado mucho desde que te fuiste a Australia.
-Lo sé-respondió Rin-lo cierto es que yo también os he echado de menos a todos.Pero...sobre todo a ti,Haru...-ambos se miraron a los ojos,sin decirse una palabra,pues estas no eran suficientes para describir la infinidad de sentimientos que sentían ambos en esos instantes.Entonces,rompiendo el silencio que parecía eterno,Rin admitió:
-Haru,quiero que sepas que me siento fatal por todo esto.Siento mucho haberme ido de esa manera,y más después de lo que te pasó.Tenía que haber estado ahí cuando me necesitabas,he sido un egoísta,pero...te prometo que ahora estaré a tu lado...pase lo que pase,Haru...
-Oh,Rin...me alegra mucho oir eso,pero,¿y qué pasa con tu carrera?Creía que ibas a ser nadador en las olimpiadas,que te habías ido a Australia para ser un profesional,aquí no podrás hacer nada de eso,y menos en nuestro instituto que ni siquiera tiene un buen club de natación.
-Respecto a eso,Haru,debo confesarte algo...-Rin suspiró,y prosiguió hablando-pero prométeme que nadie más se enterará de esto.Resulta que la natación profesional...no está hecha para mí.He descubierto que es un mundo muy cruel,y competitivo,y ya no me interesa tanto como antes.Me he dado cuenta...de que no quiero seguir con ese estúpido sueño infantil.He vuelto porque quiero hacer otra carrera más interesante,quiero retomar mi vida con mis amigos,y...-Rin se levantó de la mesa de golpe,y tiró a Haru del cuello de su camisa para forzarle a acercarse a él.Le miró,seductor,y continuó:
-Quiero estar contigo,Haru.Cuando estaba en Australia pensaba en ti muchas veces,sigo sin entender qué me pasa,pero ahora que puedo verte...creo que siento muchas cosas extrañas.
-Rin-Haru sonrió levemente,e intentó poner sus manos sobre las de Rin-me alegra que digas eso.No me lo esperaba de ti,pero me hace muy feliz saber que pienses eso.Y tranquilo,te prometo que nadie lo sabrá.
-Así me gusta.-Rin le sonrió seductora y dulcemente.Ya ambos estaban de pie,y Rin rodeó la mesa para acercarse a Haru.Este último le miraba sonrojado,y se acercó a él.Ahora,como estaban próximos el uno al otro,Haru quiso decirle:
-Oye,Rin,lo cierto es que hay algo que quiero preguntarte.Desde esta mañana he tenido la duda,pero no me he atrevido a preguntarlo...
-Dime.
-Esto...¿acaso es...una cita?-Rin entonces le miró con seriedad a los ojos.Por un momento Haru temió su respuesta,y se arrepentía de haber preguntado como si de pronto ahora fuera una niñita frente al chico guapo de sus sueños.
Cuando parecía que no iba a decir nada,Rin volvió a esbozar una socarrona sonrisa,mostrando sus dientes de tiburón.Le dijo:
-¿Responde esto a tu pregunta?-y sin tener tiempo para reaccionar,Rin besó a Haru delante de todos,convirtiéndose ambos en el centro de todas las miradas.Haru se quedó muy sorprendido ante este acto,pero no hizo más que sucumbir ante aquel cálido y hermoso beso de aquel al que tanto había extrañado.Los labios de ambos se juntaban,moviéndose lentamente.Mientras,Rin estiró su brazo para coger a Haru de la cintura,y él abrazó a Rin acariciando su cabello,encontrándolo sorprendentemente suave.
Cuando al fin pararon,separaron sus rostros muy despacio,dejando como único rastro del beso un hilillo de saliva que colgaba de las bocas de ambos.
-¿Y bien?-preguntó de nuevo Rin.
-Sí...lo es...-y excitado,Haru sonrió de verdad,por primera vez en mucho tiempo,sin dejar de mirar a aquel que acababa de darle su primer beso.

Amor contaminado (Rinharu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora