Convenceme

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***
...

Dos semanas de innumerables incomodidades y locuras cometidas después...

  《¿Dónde demonios se había metido?》

   Se preguntó buscándola con la mirada "disimuladamente". Se suponía que hoy iría junto a Rukia, quién se había resfriado a causa de cierto muchacho de cabellos anaranjados, Byakuya quería matarlo desde que supo de sus intenciones con su hermana menor y pudo haber usado lo ocurrido anteriormente para cometer el asesinato.

  Para suerte de Ichigo, Akira había llegado en el momento exacto de decir "Tus últimas palabras" como toda escena de película. No sabía cómo, pero con solo verla le hacía olvidar todo. Al final, Ichigo fue convencido de volver al mundo de los vivos.

(cofcofobligadoporByakuyacofcof)

-¡Hey! - escuchó su voz ¿Cuándo había llegado? La miró frunciendo el ceño - ¡Hey!

-¿Qué? -

-¡Hey, Soul Sister! - ella canturreó agitando los brazos.

  Parecía realmente feliz. Estaba feliz.

-Vamos - fue lo único que dijo. Al menos hasta que se le ocurrió un tema de conversación. Se aclaró la garganta mirando de reojo hacia ella - ¿Cómo estás?

  Akira la miró en modo de Impaktadeishon. Claro, no dudó en contestar su repentina pregunta.

-Muy bien ¿Y tú? - lo miró.

-Muy bien también - contestó el noble.

  Y un silencio algo incómodo los acompañó unos pasos más.

***

  No se había esperado esa pregunta, es decir, por si su memoria no le fallaba, únicamente Byakuya le hacía esa pregunta cuando no se veían por semanas por una misión. Pero esta vez no había misión.

-¿Sabías que Rukia está de novia con Kurosaki? - vaya chisme, pensó Akira.

-Sí - Byakuya la miró seriamente - es decir, me contó pero no con muchos detalles "sólo amigos" me decía.

Vió a Byakuya cerrar los ojos.

-Siempre fuiste pésima mintiendo - Akira enterró los labios mientras se encogía de hombros - Y lo sigues siendo.

  Alzó la mirada algo "ofendida"

-Kurama se cree todo lo que digo - sólo mencionarlo a él, que ese nombre salga de sus labios hacía que todas sus intenciones de charlar se fuera por el caño.

-Bien -

  Otros minutos de silencio hasta que Akira se puso en su camino, mirándolo fijamente.

-¿Que te traes tú? - Cuestionó entrecerrando los ojos.

-No me traigo nada, a demás de mi zanpakuto - Akira lo miró con ganas de querer matarlo.

-Muy chistosito - negó con la cabeza - al fin con algo de humor, pero nada chistoso.

Rió entre dientes mientras se giraba para retomar su camino.

-Y tú tan hermosa - se quedó peor que una estatua al escucharlo decir eso.

  Tragó saliva, sintiendo cada uno de sus huesos temblarle. Si estaba jugando ¿Qué clase de juego sucio era esto? Ah, ya lo entendía.

-Te consigo unos lentes si quieres, Byakuya - contestó con una sonrisa.

  No contó con que él apareciera frente a ella con shunpo. Abrió los ojos como plato. No lo negaba, a pesar de todo, aún se sentía nerviosa por la cercanía del cubo de hielo.

  Lo miró. Este tenía la cara muy seria, cosa de todo el día, pero esta vez no había nada que le haga saber que era una especie de broma. Era hermosa, y lo sabía, pero no contaba con que él se lo dijera.

-A pesar de los años veo perfectamente bien - dijo con su voz más serena posible. Aquello nuevamente sorprendió a Minamoto. - Y apuesto a que por este lugar a hecho eco la palabra "Lo sé"

  Esto lo dijo tocando suavemente con su dedo índice su frente.

-Vaya, además de un buen capitán y líder de clan eres un buen telepata ¿Lo sabías? - tomó coraje y dió un paso más al frente.

-¿Es un halago? Pues si es así, gracias - decía acercándose más a ella - no sabía que pensabas eso de mí.

-Pues ya ves, a pesar de todo no sabes mucho de mí - sonrió mostrando sus perfectos dientes.

  Byakuya hizo una mueca, lo más parecido a una sonrisa y sin previo aviso se acercó completamente a ella sin dejar de mirarla a los ojos, no dejaba de tener esa perfecta y casi irreal sonrisa.

  Todo supuesto enojo u orgullo se había ido a la basura, claro, nadie en la sociedad debía saberlo. O eso pensaba Akira, Byakuya y ella eran conocidos como "el orgullo en persona" y no quería dejar ese título.

-Bien, sí es así - alzó una mano para llevarla a su rostro y con la otra acomodó el mechón de cabello que caía sobre sus ojos. Se agachó hasta llegar a su oído - Pero sería mejor si me permitieras conocerte nuevamente.

  Y para rematar, dejó un pequeño beso en su oreja.

  Akira, ella estaba ida, más que ida. Metida en un mundo del cual no quería salir, ese noble idiota la conocía más que nadie, Kurama le daba competencia. Sabía cómo se ponía a tales roces en esa parte.

  Sonrió de lado, no se lo dejaría tan fácil. Con toda las fuerzas de voluntad del mundo, se alejó mirándolo.

-Vamos a calmarnos - decía sin dejar de sonreír. Caminó y pasó cerca del noble, rozando su hombro con el de él, se detuvo y repuso:

-Convenceme - y con eso desapareció usando shunpo.

***

-Y créeme que lo haré, Akira Minamoto - se dijo.

  Habría que ser un idiota para no saber las evidentes reacciones de Akira, aun tenía ese toque en ella y ningún insignificante hombre se la llevaría. Usaría algo más que su Bankai para matarlo.

  Llegó a la mansión y lo primero que vió al entrar fue el cabello de Akira y a lado de ella estaba Rukia.

-¡Hermano! - exclamó Rukia haciendo una reverencia.

-Rukia - dijo en modo de saludo. Su mirada se dirigió a Akira moviendo los labios como si estuviese diciendo algo y así era.

-Convenceme -

Honey, come back to me 《Byakuya Kuchiki》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora