•JunHao•

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   Los dos miembros chinos de Seventeen habían decidido tomarse unas vacaciones para poder pasar el año nuevo chino en su país natal, junto a sus familias. Ésta festividad antes mencionada, ya había pasado y ambos chicos estaban en su última noche en el hotel.
   Su vuelo de vuelta salía en unas horas, en la madrugada, y ambos debían esperar despiertos para no perderlo. Además de estar con sus celulares o ver la televisión, no sabían qué otra cosa hacer, por lo que el menor expresó finalmente cómo se sentía:
—Estoy aburrido —declaró, sentándose en la cama—. Juguemos a algo.
—¿Algo como qué? —preguntó Jun Hui, desde el sofá.
—No lo sé, ¿cartas, tal vez? —contestó, dudoso.
—¿Cartas...? ¿No es muy simple? —dijo el mayor.
—¿Y si jugamos cartas y el que pierde tiene un castigo? —dijo Ming Hao, ahora entusiasmado.
—Está bien, yo tengo uno —dijo Jun Hui, con una sonrisa en sus labios.
—¿Cuál?
—Por cada vez que pierdas, te quitas una prenda... —dijo el mayor, pícaramente.
—¿Qué? ¡No! —contestó rápidamente el menor.
—¿Por qué no? Yo también me quitaré una si pierdo —aclaró.
—Ese no es el problema, a mí me gustan las chicas, no pienso hacer eso... —dijo, apenado, mientras tapaba su cuerpo con sus manos por sobre su ropa.
—Vamos, Hao. He notado cómo me miras... no lo niegues —dijo Jun, cariñosamente. 
   Ming Hao lo miró, desconfiado; parecía inseguro sobre su decisión, lo que hizo que Jun Hui decidiera ayudarlo. Se acercó más a él y se sentó a su lado, tomando las mejillas ajenas. Lo miró a los ojos, y logró ver una expresión de suma confusión en su rostro. Pero Jun ya estaba decidido a aclarar sus dudas.
   Acercó su rostro lentamente al de Ming Hao, hasta que sus labios se encontraron rozando los unos con los otros, haciendo que sus respiraciones ya agitadas chocaran entre si. Él esperó en aquella posición; sabía que Hao tomaría la iniciativa en cualquier momento. Y así lo hizo.
  El menor, sucumbiendo ante la tentación, juntó sus labios con los del mayor, besándolo hasta quedar sin aire. Movió sus labios sobre los contrarios hasta el cansancio y, encimándose sobre él, recorrió con sus manos sobre la ropa todo el torso de Jun Hui. Pero, cuando iba a levantar su camisa, el mayor lo detuvo.
—Si verdaderamente lo quieres, entonces gáname en las cartas... —susurró éste, sonriendo sobre sus labios.
   En ese momento, Hao se levantó de la cama y revolvió, desesperado, su mochila, hasta encontrar un mazo de cartas. Tomó a Jun de la mano y ambos se dirigieron hacia la mesa. Se sentaron uno frente al otro y el menor explicó las reglas del juego. Comenzaron a jugar y poco a poco las prendas fueron dejando sus cuerpos. Ming Hao se deleitaba con lo que veía del cuerpo de su mayor; era la primera vez que veía tanta piel desnuda de su parte. Y Jun Hui debía admitir que su menor no se quedaba atrás.
En realidad, Ming Hao nunca era muy competitivo con esta clase de juegos de mesa, pero esto era más importante para él. Ya habían logrado excitarlo y sacarlo de sus casillas, estaba claro que no lo dejaría ahí. Esta vez, tenía que agradecer ser bueno jugando cartas y que Jun Hui era todo un novato. Gracias a esas dos ventajas, logró ganar con mucha diferencia, y al hacerlo, se levantó de su silla con la mirada llena de lujuria y fija en el chico que tenía delante.
   Lo tomó de la cintura y, apoyado contra la misma mesa, colocó a Jun Hui entre sus piernas, para volver a besarlo salvajemente, ahora sin ninguna restricción para sus manos  ni del mayor ni de las ropas que él llevaba puestas. Todo eso, porque Jun Hui había perdido y estaba completamente desnudo, hecho que logró excitar aún más a Ming Hao. Mientras que Ming Hao sólo se había quitado la camisa.
   Aún besándose, el mayor comenzó a restregar su miembro contra la dura entrepierna del menor, oprimida por su pantalón. Ambos comenzaron a soltar gemidos, a la vez que Jun se regocijaba con una sonrisa ladina al ver las expresiones de placer que Hao no lograba reprimir.
   Ninguno quería separar sus labios de los del otro por algo más que no sea para respirar; ambos estaban disfrutando demasiado del otro como para hacerlo. Pero, Ming Hao, por segunda vez en la noche, quiso expresar cómo se sentía.
—Gané, porque verdaderamente te deseo... —susurró el menor sobre los labios de Jun Hui.
—Aún tenemos dos horas, creo que en la cama será más cómodo —dijo él, en forma de respuesta, porque Jun Hui no era del tipo romántico que dejaba las cosas en claro con palabras.

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   No quería que se haga muy largo, por lo que decidí dejar este one shot hasta aquí. Pero, si les interesa, puedo escribir la continuación. Dependiendo de lo que ustedes pidan, la siguiente actualización puede ser: o la continuación de este, o alguna otra ship, o algún integrante y ___. Lo que ustedes más deseen va a ser lo próximo que voy a subir.
Por cierto, fue muy graciosa la conversación que llevó a que yo hiciera este one shot, porque estaba algo indecisa sobre qué ship hacer y le pedí ayuda a mi amiga, comentándole sobre que iba a escribir one shots de ships y pasó esto...

 Por cierto, fue muy graciosa la conversación que llevó a que yo hiciera este one shot, porque estaba algo indecisa sobre qué ship hacer y le pedí ayuda a mi amiga, comentándole sobre que iba a escribir one shots de ships  y pasó esto

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   Sigo sin superarlo... 😪

SEVENTEEN • One Shots +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora