•MinHui•

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Normalmente, en las reuniones que tenía Seventeen, en las prácticas y durante todas las actividades como grupo, estaban presente todos los miembros de éste, pero había uno en particular que atraía la vista de Jun Hui, y ese era Min Gyu. El marcado y bien definido cuerpo del menor causaba estragos en la mente pervertida de Jun Hui. Él, simplemente, no dejaba de imaginarse cómo se sentiría tener sus firmes manos en sus caderas y su gran bendición dentro suyo. Conocía bien al chico, y sabía que le gustaba experimentar, por eso, cuando finalmente logró quedar a solas en la casa junto a él, decidió que era el momento perfecto para intentar lo que tantas ganas tenía de hacer.
Vestido provocativamente con sólo sus pantalones, se acercó silenciosamente a la habitación del chico y tocó a la puerta, para finalmente llamar su atención. El chico que se encontraba sentado sobre su cama se volteó, fijando su vista en el mayor.
—Jun, ¿qué pasa? —preguntó este, despreocupado.
—¿Que qué pasa? Aquí, nada. Pero, por mi mente, muchas cosas —dijo, juguetón—. ¿Quieres que te las cuente...?
   El menor lo miró, sin comprender lo que pasaba, pero, aún así, alzó sus hombros, signo que indicaba que no le emocionaba pero tampoco se oponía; grave error, o tal vez, el mejor error que había cometido hasta el momento.
—Pues... —comenzó Jun, seductor, sentándose en la cama al lado de Min Gyu—, en mi mente...pienso bastante en ti...
—¿Enserio? —preguntó, sorprendido, el menor-, ¿cómo?
—¿Cómo? —repitió Jun—, ¿realmente quieres saberlo? —preguntó, levantando una ceja.
—Sí —contestó inocentemente el contrario.
—Puedo mostrarte cómo, si quieres... —propuso el mayor.
—Está bien —contestó Min Gyu, luego de unos segundos.
   Al escuchar la respuesta y aprobación que estaba buscando, Jun, sonrió malvadamente; como siempre, había conseguido lo que quería.
—De las muchas cosas que imagino... —comenzó— tú siempre me tomas fuertemente de las caderas —dijo, guiando las manos del menor hacia el lugar mencionado, y suspirando al sentir finalmente su agarre—, luego..., todo varía, aunque siempre termina igual...
—¿Cómo? —preguntó Min Gyu, comenzando a caer en sus redes.
   Ante aquella pregunta, Jun sólo encontró una forma para responderla: se subió sobre el regazo del menor y, en un movimiento rápido, juntó sus labios, tomando la nuca del contrario con fuerza, pegándolo a él. Por un primer momento, Min Gyu intentó reaccionar, pero rápidamente se dejó llevar por el mayor. Una vez este sintió al contrario relajarse, decidió contestar con palabras a su pregunta.
—Siempre termina contigo follándome brutalmente hasta deshacernos de placer al llegar ambos al orgasmo... —susurró en su oído.
   Min Gyu abrió sus ojos, los cuales había cerrado al dejarse llevar por el beso. Sabía que tener sexo con uno de los otros miembros del grupo no sería del todo correcto, pero, el roce de sus entrepiernas, y los susurros seductores de Jun ya habían comenzado a hacer efecto, y su erección no tenía marcha atrás.
—Pues plasmemos tus sueños en la realidad... —dijo el menor, empujando a Jun de espaldas sobre el colchón y continuando con los besos que este había iniciado, mientras hacía fricción con su erección sobre la contraria.
   En poco tiempo, la habitación se vio inundada de gemidos y sonidos de placer, los cuales provocaban que el ambiente de aquel lugar fuera tan caliente que podía compararse con el mismísimo infierno. Mientras aquello ocurría, la ropa de ambos iba desapareciendo una por una, y Jun no podía dejar de observar y manosear aquel cuerpo tan bien formado.
   Cuando ambos estuvieron con sólo su ropa interior, fue cuando Jun no pudo más y se quitó su última prenda, mientras Min Gyu lo observaba, atento a cada detalle. Con cierta desesperación, el mayor se colocó frente a la entrepierna del menor y le quitó sus bóxers, para finalmente poder meter en su boca el duro miembro que se encontraba aprisionado allí debajo.
   Con movimientos frenéticos comenzó a masturbar aquel necesitado miembro, a la vez que metía la punta de este en su boca, pasando su lengua por toda la circunferencia. El menor, ante tanto estímulo, gemía sin límite alguno. Cuando el brazo del mayor no dio para más, dejó de masturbarlo y, poniéndose en cuatro apoyos, entregándose al menor, necesitado, llamó al contrario.
—Es tu turno... —dijo, y con esas simples palabras, el menor lo entendió todo.
   Este último mencionado buscó un preservativo y lubricante y se preparó para entrar en Jun, y cuando estuvo listo, lo hizo sin piedad. De forma lenta, pero sin interrupción, Min Gyu adentró su miembro en el cálido interior del mayor, provocando gemidos por ambas partes y un claro gemido por parte de Jun cuando todo el miembro estuvo dentro suyo.
   Tal y como lo había imaginado, aquello se sentía fenomenal. Podía sentir las paredes de su entrada expandirse y abrirle paso al duro miembro de aquel hombre al que tantas ganas le traía mientras gemía lo más alto que su voz le permitía; se sentía en las nubes. De a poco, el menor fue haciendo lentos movimientos con sus caderas para no lastimas a Jun, pero él necesitaba un poco más que lentos movimientos, por lo que movió su cuerpo de atrás hacia delante para autopenetrarse más fuerte.
   Con aquellos movimientos, el menor comprendió el mensaje; Jun Hui prefería saltearse la etapa de penetración suave. Al igual que había mencionado de sus sueños, Min Gyu tomó con fuerza las caderas del contrario, tanto, que terminó dejando roja aquella área. Con aquel fuerte agarre, comenzó a chocar múltiples veces sus caderas contra Jun, penetrándolo brutalmente.
   De alguna manera, los gemidos se hicieron aún más fuertes y seguidos. El mayor estaba a punto de desmayarse debido a tanto placer. Las estocadas de Min Gyu se volvieron desproporcionadas y salvajes, y así siguieron hasta que Jun sintió el miembro del menor tensarse en su interior y se corrió sobre las sábanas. La escena ante los ojos de Min Gyu se veía como la cereza del pastel, sólo consideró que le faltaba un poco más de crema, así que contribuyó con la suya, corriéndose dentro del mayor.
   Ambos estaban exhaustos. Min Gyu tenía su frente descansando apoyada sobre la espalda de Jun, mientras ambos respiraban dificultosamente. El menor se dejó caer sobre su cama y abrió los brazos para que el mayor se recostara entre estos, y así lo hizo. Los dos miembros se fundieron abrazados luego de haber tenido un orgasmo de ensueño.

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Creo que todo el que lea esto tiene que admitir que, siempre que ve el cuerpo de Min Gyu, le agarra algo. O sea, él es una de mis debilidades, lo admito.
Quiero que observen esta imagen conmigo y dejen sus opiniones...

   No sé si mirar el súper cuerpo suculento de Min Gyu o la hermosa carita adorable de Hoshi 😍🙈

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No sé si mirar el súper cuerpo suculento de Min Gyu o la hermosa carita adorable de Hoshi 😍🙈

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⏰ Última actualización: May 02, 2019 ⏰

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