•WonWoo y MinGyu: parte 1/2•

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   Ella oyó la puerta principal cerrarse y unos pasos firmes recorrer el pasillo. Se dio la vuelta para ver quién acababa de entrar y vio a Won Woo dirigirse hacia ella.
—Hola, creí que vendrías con Min Gyu —dijo ella, algo confundida.
    Cuando él estuvo a menor distancia logró ver sus verdaderas intenciones. El pulso de la chica se aceleró y una oleada de calor recorrió todo su cuerpo. En la mirada del chico se podía notar esa llama de salvajismo que tanto lo caracterizaba en momentos en los que nada inocente pasaba por su mente.
—Él está muy ocupado... —contestó él, con voz ronca, a la vez que sonreía ladinamente.
   Llegó hasta la chica, pasó sus manos por la espalda baja de ella y con fuerza la pegó a él. Un escalofrío recorrió su columna al sentir los labios del contrario rozando con su cuello, donde a continuación besó y mordió, dejando algunas marcas. Su respiración era entrecortada y cálida.
   Desde su cuello subió hasta sus labios y los besó con intensidad. Eran besos hambrientos, necesitados del otro. Él se separó para recuperar el aire.
—Estuve pensando en probar cosas nuevas contigo... —susurró en los labios de la chica.
   Ella lo miró con curiosidad, ansiando saber más. Él volvió a sonreír. Y en un abrir y cerrar de ojos, el chico la colocó de espaldas a él, aprisionándola entre sus brazos y pegando su pelvis a la chica. Comenzó a repartir caricias por todo su cuerpo, haciéndola suspirar.
—Podrías intentarlo esta vez... —susurró él en su oído.
—Pero... ya les dije que no me gusta... —la chica no podía alejarse de él; la tenía atrapada.
—¿Cómo lo sabes si jamás lo has probado? —está vez susurró a la vez que besaba sus hombros.
—Yo... no lo sé...
El chico rió.
   Entre caricias, comenzó a quitarle prendas de ropa. Primero la blusa, luego los shorts. Al retirar el sostén, trazó suavemente círculos en los pezones de la chica. Él sabía cómo tocarla. Continuó bajando sus manos hasta la única prenda que le quedaba, deslizándola por sus piernas y arrojándola lejos.
   Teniéndola totalmente desnuda y a su merced, él comenzó a frotar su dureza contra el trasero de ella. Gemidos comenzaron a escaparse entre los labios de la chica, provocando mayor excitación en él. Won Woo bajó una de sus manos hasta la vagina de la chica e introdujo uno de sus dedos en su entrada, haciendo lentos movimientos circulantes, mientras con su otra mano masajeaba sus pechos.
   La sangre hirviendo recorría los cuerpos de los dos, pero él quería hacerla desear. Quería escucharlo salir de su boca. Siguió con su lenta tortura, provocando que la chica se rindiera.
—Hazlo... —dijo ella, en un largo susurro.
   Teniendo ya su aprobación dejó salir toda la excitación que tenía dentro, empotrándola bruscamente contra la mesa que se encontraba cerca, aprisionándola contra su cuerpo.
   Con ansiedad, la chica inclinó su cuerpo hacia adelante, tomándose de los bordes de aquel mueble. Sabía que debía esperar dolor, y al mismo tiempo, mucho placer. Nunca le había convencido la idea de que algún chico se adentrara en ese segundo orificio suyo, pero no tenía a Min Gyu cerca para hacerla razonar y Won Woo lograba convencerla fácilmente.
Sabiendo que los dos estaban sanos y que la chica tomaba anticonceptivos, Won Woo no se esforzó en buscar un preservativo y simplemente continuó con lo suyo: se quitó la camiseta y bajó sus pantalones lo suficiente como para poder sacar su palpitante extensión. Los dos estaban muy húmedos, lo que facilitaba las cosas.
Tomó su pene y rozó su punta con la entrada trasera de la chica, haciéndola sufrir. Al oírla soltar un improperio, supo que se debía dejar de bromas y debía meterlo de una vez. Lentamente fue introduciendo su miembro en la chica. Won Woo gruñó y soltó maldiciones al sentir lo apretada que estaba ella. A su vez, ella soltaba gritos casi mudos debido al dolor que sentía; era una dolorosa primera vez.
Una vez la chica logró acostumbrarse Won Woo comenzó a mover sus caderas, proporcionando más placer para los dos. Poco a poco él fue aumentando la velocidad de las estocadas, volviéndolas más intensas. La chica soltaba gritos y gemidos de vez en cuando, ya que aún sentía dolor, aunque menos que antes.
Él comenzó a tensarse cada vez más y ella a sentir el característico cosquilleo en el vientre previendo el orgasmo. Los gemidos se volvieron más audibles y continuos de parte de los dos. La puerta de la entrada volvió a oírse, junto a los pasos por el pasillo. El chico no paró, ya que sabía que solo una persona, además de ellos dos, tenía llave. Entonces, Min Gyu fue quien apareció.
—¿Qué demonios, Won Woo? —dijo él, al entrar por la puerta de la habitación y ver aquella escena.
—Min Gyu... —la chica intentó decir algo, pero lo único que logró fue gemir su nombre.
En ese momento, entré fuertes estocadas, los dos llegaron al orgasmo casi al mismo tiempo. Al recuperar el aire Won Woo salió de ella, sonriendo victorioso y satisfecho, y luego nalgueó a la chica, quien aún se encontraba sin fuerzas sobre la mesa, simplemente para provocar celos en Min Gyu. Subió sus pantalones, se puso su camisa y se dirigió a la entrada.
—Tengo algo que hacer. Es toda tuya, ahora puedes hacerlo por donde te plazca. Sólo que yo lo hice primero por atrás —dijo, guiñando un ojo a Min Gyu, antes de salir.
   Esta era la primera vez que ella experimentaba algo así. Los dos chicos presentes lo sabían, y aún así Won Woo se marchó de allí. Ella estaba sintiendo emociones tan fuertes que comenzó a llorar; necesitaba liberarse de alguna forma. El nerviosismo que había sentido por probar algo nuevo, el placer casi indescriptible que le acababa de brindar el chico anteriormente mencionado, y la decepción de su ida. Todo eso acababa de manifestarse en lágrimas y sollozos.

SEVENTEEN • One Shots +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora