Capítulo Cinco.

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Me desperté de golpe, me encontraba sudando, solo había sido un sueño del cual no quería despertar, no quería que acabara.

-¡Axel! ¡Maldito! ¿Dónde estás? -escuche desde la cocina, así que me puse un jeans y salí a ver. Era Missy, estaba como loca buscando en los gabinetes de la cocina.

-¿Qué pasa? -Dije medio dormido

-¿Qué carajos te pasa? ¡No hay nada que comer! ¿Acaso pretendes matarme del hambre? ¡Estoy embarazada! ¿Lo olvidaste?

-Missy tu eres la que se acaba todo en un solo día

-¡No es excusa! ¡Estoy esperando un hijo tuyo! ¡Tienes que alimentarme!

La fulminé con la mirada, no soportaba la presencia de Missy pero solo estaría en mi casa hasta que naciera el bebé y le hiciera la prueba de ADN, sabía que esa criatura no era mi hijo. Caminé a mi habitación en busca de un poco de ropa, había mucho desorden así que tome lo primero que encontré, salí de la casa a comprar un poco de comida, eran las 8:00 de la mañana de un sábado había algunas tiendas que apenas abrían, por suerte estaba en el camaro que me había regalado mi mamá, salí de la ciudad a toda velocidad, quería alejarme de todo, estar en la ciudad del este era algo agradable, la brisa de la playa hacía que te quedaras a disfrutar de ella y su belleza... Después de recorrer varias calles, me detuve hasta un Súper Mercado "Bloom" aparque el carro y me fije en el único carro que no pintaba bien era un Ford V8 1933 Negro, era algo gracioso nunca pensé que una persona aún tuviera ese tipo de carro incluso si fuera así no me imaginé que aún funcionara.

Deje de lado el chiste del carro y entre a "Bloom" había pocas personas, así que tome un carrito de compras y fui a la sección de las neveras; compré leche, queso, huevo, jamón, y otras cosas más, después compre algo de pan, galletas, cereal, entre otros suministros.

-¡Joder! -dijo una muchacha de al lado, por lo visto se le había caído las compras, así que decidí ayudarla, me agache para tomar el pan, y la galleta con sabor a queso. -Gracias -Dijo ella

-De nada, creo que deberías tomar un carrito. -Le sugerí.

-Si lo sé, pero es que estoy acostumbrada a venir con una amiga y bueno ella no pudo venir.

-Ah, bueno, espero que de camino a la caja no se te caiga.

-Si gracias, por cierto mi nombre es Evangeline.

-Hola, mi nombre es Axel. -después de eso Evangeline se fue a la caja registradora, pagó y se marchó. La seguí con la mirada y me di cuenta que se dirigía al parqueadero bueno era algo normal en esta ciudad las chicas lindas tenían carro sino un novio con carro, peor al seguir mirándola me di cuenta que su auto era el Ford V8 1933 Negro, lo cual me causó un poco de risa, era algo torpe la chica pero nunca pensé que una mujer tuviera ese tipo de carro, principalmente porque ese carro era como un dinosaurio para una chica linda como Evangeline.

Terminé de escoger todo lo que iba a comprar y me dirigí a la casa registradora pagué los 56 dólares y me fui al parqueadero entre en mi carro y conduje a casa. Al llegar Missy estaba en el baño tomando una ducha, deje todo los suministros en su lugar, me hice un Sándwich de jamón y salí de casa no quería ver a Missy realmente ella estaba agotando mi paciencia.

-¡Axel! ¿A dónde vas? -Preguntó Missy. Volteo para verla estaba en toalla, en ocasiones solía pensar que ella no tenía oídos sino antenas parabólicas oía siempre cuando iba a salir.

Normalmente salía de casa para ir a fiestas pero eso solo pasaba en la noche de día salía en busca de Debora, pero siempre estaba Missy en medio, se daba cuenta de todo, ahora que lo pienso el comentario de Dorian sobre que hay un topo con las personas que hablo para ir en busca de Debora me está pareciendo algo creíble, casi nunca podía ir a buscarla debido a que Missy siempre sacaba una excusa para quedarme con ella y siempre sucedía justo el día que tenía planeado ir en busca de la mujer que amo.

-Voy a salir. -Dije mientras tomaba las llaves de mi carro.

-No puedes salir. -Sabes que estoy embarazada y no me puedes dejar sola en la casa.

-Missy, sé que estas embarazada, pero eres lo suficientemente grande como para cuidarte, y si te preocupa el que te pase algo mientras no estoy, relájate llamaré a John.

-¿Qué? ¿John? No, no es necesario -Dijo algo pálida, lo cual me despertó algo de curiosidad, pero en este momento no me importaba, tenía que buscar a Debora y eso era lo único que me importaba.

Así que salí de la casa, llamé a John para que cuidara de Missy, por suerte él no se opuso a mi petición. Entré a mi carro y conduje hasta la casa de Dorian, con él había visitado la parte del este hasta cierto punto ya que no podía seguir por culpa de Missy. Baje del carro y caminé hasta la entrada.

-¡Dorian! -Grité en la entrada

-¡Aquí! -Escuche desde el patio trasero.

-¡Hey, Dorian! ¿Qué haces?

-Aquí hermano, regando las rosas.

-Son realmente hermosas -Dije mientras me agachaba para tocarlas. -A tu madre de seguro les va a gustar -Recuerdo que Dorian me dijo que a su madre siempre les gustó las rosas de todos los colores, y más si ella las cuidaba así que años atrás hizo de su patio trasero un jardín o un criadero de rosas, a ella nunca le gustó la palabra criadero pero a Dorian le gustaba decirle, por lo que él me contó su madre murió de un ataque al corazón lo cual fue una sorpresa debido a que ninguno de su familia sabía que ella sufría del corazón y desde entonces él cuida del criadero de rosas de su madre y todos los domingo le lleva un ramo a su tumba, desde el momento que su madre murió toda la familia de Dorian se vino abajo, su padre lo abandonó no podía con la depresión y su hermano se convirtió en un pandillero para la suerte de Dorian su hermana menor no estuvo en malos pasos debido a que se fue a vivir con unas hermanas de su mamá. -Hermano, a tu madre no le molestará que tome un par de sus rosas para regalárselas a Debora.

-¡¿YA LA ENCONTRASTE?! -Dijo mientras dejaba de regar las rosas

-No, pero cuando las encuentre, estas rosas son realmente hermosas, y bueno Debora es la mujer más bella que he visto... Se merece lo mejor.

-Amigo... -Dijo mientras se agachaba a mi lado. -Mamá estaría feliz que tomaras un par de sus rosas y se las regalarás a la mujer que amas.

-Gracias, por cierto vine para que me acompañaras a buscarla, aún falta mucho por buscar en la parte este.

-Bueno ¿Qué esperamos? -Dicho esto subimos al carro y conduje al este en busca de mi amada.

Fantasma De Amor: El Regreso© (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora