Capítulo Siete.

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Duramos unas 5 o tal vez fueron 6 horas buscando a Debora, ya me ardían los ojos y Missy estaba como loca dejándome mensajes de texto y llamadas perdidas, avanzamos una parte, este lugar es realmente muy grande.

-Amigo... No has pensado que si Debora se fue, es porque ya no te quiere, quiero decir, que si te quisiera ¿Ya hubiera regresado? -Dijo Dorian sacándome de mis pensamientos.

-Dorian... Sí, lo he pensado cientos de veces, pero no puedo darme el lujo de seguir mi vida sin la persona que amo.

-Quisiera entender ese amor tuyo, sabes que no tengo pareja para amar y no quiero estar como John, con la una y con la otra... O con muchas al mismo tiempo. No sé como ese chico se ha librado de tantos problemas.

-A decir verdad no sé y no me interesa, él es un amigo y solo eso. -Dije con algo de molestia, recordar lo que me hizo John en el pasado no era algo divertido.

-Y yo... ¿También soy solo un amigo? -Dijo Dorian poniendo los ojos que cachorro

-¡No seas idiota! Te pareces a las novias de los jugadores cuando se ponen cariñosas, o cuando ellas quieren algo.

-Solo sé que tengo hambre y que mi culo está dormido de tanto estar sentado, creo que cuando me levante del asiento no voy a tener culo.

-Sí, creo que... Ha sido todo por hoy. -Ya se estaba haciendo tarde, el sol se estaba escondiendo y le daba paso a la oscuridad, quería seguir buscando a Debora pero el tiempo no estaba a mi favor y Missy... Dios, ella tampoco me ayudaba.

Más de una vez me ha gritado Missy por estar buscando a Debora, ¡Déjala de buscarla!, ¡Ella no te ama!, ¡Se fue, no te quiere!, ¡No seas idiota!, ¡Yo soy tu mujer ahora!, ¡Ahora tengo un hijo tuyo!, ¿Ese es el ejemplo que le das a nuestro hijo?, ¡Axel, deja de ser un estúpido ella no te ama como yo te amo!... Estaba cansado de escuchar cada uno de sus gritos.

De regreso, deje a Dorian en su casa y conduje a la mía, no quería llegar a casa así que no iba tan rápido en mi carro, cuando se me acabó el camino aparque el carro y entré a mi casa, la casa la cual antes compartía con la mujer que amo, y ahora ella no quiere saber nada de mí, y ahora estoy luchando con la distancia y con su olvido para volver a sus brazos era lo único que quería hacer.

-¡Por fin que llegas maldito estúpido! -Dijo Missy justo en el momento que entré.

-Ah, hola. -Dije algo distraído, no quería seguirle la cuerda a Missy estaba cansado de todos sus gritos, y sus excusas.

-¿Hola?, ¿Hola?, como se te ocurre tratarme así, ¡Por Dios Axel soy tu novia! -Dijo gritando

-¡Tú no eres mi novia Missy, mi novia es Debora y eso lo sabes! -Dije gritando aún más fuerte

-¡No seas un estúpido, ella no te quiere entiende eso!, además ha pasado ya casi un mes, ¿Crees que no se ha conseguido un nuevo amor?-Dijo Missy haciendo que la sangre me hirviera- A demás no me imagino con cuantos se ha acostado ya que no tiene "Compromiso".

-¡MISSY CALLATE! ¡Me estas enloqueciendo y si sigues así vas a dejar de vivir en mi casa! -Dije mientras mi sangre hervía

-No eres tan imbécil como para hacer eso, sabes que estoy esperando un hijo tuyo y si lo haces puedes ir a prisión, y apuesto a que no quieres volver a ir. -Recordar el pasado era algo doloroso y Missy lo sabía, la muerte de mi padre, la muerte de Oscar y debido a todo eso la locura de mi madre, no era la infancia que un niño hubiera querido.

Pero como olvidar mí pasado... Cuando yo era chico, como a la edad de seis años; mi padre era un narcotraficante. Mataba a las personas que eran sus "Enemigos", por así llamarlos.

Había dos bandos contrarios; uno llamado "Los Del Blanco Y Negro" y el otro "El Cartel". Mi padre pertenecía al primero. Se suponía que era un bando noble, claro, así decía él, pero nunca fue así, se suponía que defendían a los pobres y les daba dinero, comida, ropa, y muchas otras cosas.

Pero los del otro bando, mataban a gente que incluso era inocente.
Mi madre, a la edad de apenas quince años, huyó de la casa de mis abuelos -Que jamás conocí- se fue con mi padre. Se fueron juntos a vivir a otra ciudad.
Ahí fue cuando todo se torno más difícil.
Mi mamá me tuvo a los dieciséis años y debido a que mi padre se drogaba, nací con droga en el cuerpo.
Pero eso jamás le interesó a mi padre, así que mi mamá fue la única que dio todo para salvarme. Estuve en medicación hasta que me desintoxicaron a la edad de tres años... O cuatro, no lo sé, no lo recuerdo muy bien.

Mi padre era un infiel; le pasaba con miles de mujeres por enfrente a mi mamá y ella solo me escondía en mi habitación, empapada en lágrimas. Recuerdo que yo le preguntaba, qué era lo que pasaba y ella solo me respondía:

"Tu papi está ayudando a los pobres, mi amor"

Pero yo nunca fui un tonto, ni tampoco podían engañarme fácilmente. Tenía cinco años pero sabía que mi papá engañaba a mi mamá con todas esas mujeres. Y que tal vez tenía otros hijos y ella ya lo sabía.
Lo malo era que siempre le tuvo miedo y nunca se atrevió a volver a casa de mis abuelos.
Entonces en una etapa del tiempo en el que estuvo con vida mi padre, él trajo un amigo de él se llamaba Oscar, y era una persona agradable, me consentía, me llevaba a la escuela, jugaba conmigo... Era como mi papá.

Respetaba a mi madre como nunca, y yo la mayor parte del tiempo la pasaba con él. Incluso cuando me caía de mi bicicleta, él estaba ahí para levantarme.
Hacía cosas por mí que sabía que mi padre jamás haría.

Una mañana desperté, un poco tarde, miré por la ventana y estaba Oscar, abrazaba a mi madre, tratando de consolarla. Ella derramaba lágrima tras lágrima, no podía dejar de hacerlo.
Corrí hacia ella y la abrace, Oscar me tomo en los brazos y besó mi frente. Fue ahí cuando sentí que mi vida se terminó.

"Papá está en un lugar mejor ahora, Axel. Es tiempo de que tú seas el hombre de la casa. Vas a cuidar a tu mamá, vas a cuidar a Sammy -mi perro- y vas a prometerme que como tu papá nunca serás"

Odiaba que Missy me recordara el pasado, sabía que ella había vivido una vida casi igual a la mía pero desde que conocí a Debora el recuerdo de mi padre y de Oscar solo era el pasado, algo que quería dejar atrás y que no quería recordar, un momento vivido y muerto gracias a ella tenía paz pero algo que por la culpa de Missy revivía con cada discusión.

Solo quería saber si ese hijo que está esperando Missy es de mi propia sangre... De ser así, estaría en graves problemas con Debora, sabía que no estaba a mi lado pero lo iba a estar lucharía por ella y no dejaría que nada ni nadie me la arrebatara.

Fantasma De Amor: El Regreso© (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora