Dado que el azar me ha empujado lejos de sus manos, procuraré que no siga jugando conmigo.
Que de destino nada,
yo lo borro y me inclino ante la casualidad cruzándose en mi camino.Maravilla, descalza, transparente, incontrolable, te sigo pero te pierdo.
Que no soy dios ni soy diosa,
y ojalá mía mi destreza.Pero carne y hueso, física fachada de una mente versada, tergiversada, realmente desconsolada.
Que ni manto ni aire ni tierra ni tacto, el aliento embriaga mi hambre, un canto sin descanso en apuros por saciarse.
Hayate Ouami Oubalhi