| CAPÍTULO 61 |

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Capítulo 61: Reencuentros

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Matteo

Otra vez volver a Buenos Aires,  una vez más en está tierra,  en estos aires... Duele pero vamos a afrontarlos. La vida se trata de eso,  de saber cómo vamos a luchar por nuestros sueños,  a luchar por lo que nos hace felices,  a luchar por el amor,  a dar todo lo mejor de tú,  aunque la vida solo te de mierda en el camino.
Tocó el timbre,  suelto un suspiro y espero a que alguien me abra. La persona que me abre se queda viéndome sorprendida,  sonrió y extiendo mis brazos,  ella con lágrimas me abraza

—Hijo regresaste— susurra mientras me abraza, cierro los ojos y sonrió

—Si mamá— susurro,  siento sus lágrimas y las mías amenazan con salir

—Te amo hijo,  perdón,  perdón perdoname por no saber apreciarse,  pero hijo te amo,  eres aquel niño con rulitos y sonrisa encantadora,  eres mi niño— y sin más dejó salir lágrimas

—Te amo más mamá— por fin pude retomar lo que siempre quise con mi madre.

(...)

—La abuela está en su habitación,  se la pasa ahí porqué no tiene ganas de salir desde que te fuiste— me información mi madre,  sonrió con tristeza

—No sabía que le había afectado tanto— bajo la cabeza,  mi madre niega y me levanta la cara— voy a verla,  si? — ella asiente sonriendo

—Voy a preparar la cena,  te quedas a cenar? — asiento sonriendo.

Me paro y me encaminó por aquella casa,  todo sigue igual como lo recuerdo,  solo que cambiaron de cuadros en algunos lugares. Paso por mi cuarto y abro la puerta,  pero me encuentro con unos sollozos, frunzo mi ceño,  para luego acercarme para escuchar mejor

—Mi niño— un sollozo y un nudo en mi garganta se forma— te extraño tanto,  te quiero muchísimo no sería capaz de lastimarte nunca,  porqué te fuiste? ¿Porque me dejaste? — y no puedo más y la abrazo,  ella se sorprende y se separa asustada,  luego me mira y no lo puede creer— ¿Matt? — susurra con lágrimas,  asiento también con lágrimas y la abrazo

—Ya estoy acá mamá Eli,  no te dejaré nunca más,  te quiero demasiado— susurro

No sabía que al irme dañe a una persona que jamás sería capaz de dañarme, dudé de aquella persona a que me apoyo desde niños,  la única que me defendió la única que me creyó. La única,  ella siempre estará en mi corazón y ahora me arrepiento por haber hecho lo que hice, todo paso por no escuchar. Debi de escuchar como fueron las cosas. Pero a veces el cerebro es más rápido que tu corazón. Hay veces en los que no piensas,  y crees que lo que haces son correcto,  cuando lo único que hacemos es dañar a las personas más importantes para tu vida,  haciendo lo incorrecto.

(...)

Luna

Ya son las tres de la tarde,  la reunión es dentro de una hora. Ahora me encuentro con Sasha terminando de alistaron,  la llevaré conmigo hoy,  mi madre tuvo una urgencia junto a mi nana, lo que yo encantada acepte de que Sasha venga conmigo,  además mi jefe no me dijo nada, sabe que Sa es una niña muy tranquila. Tengo que llegar dentro de diez minutos a la empresa para poder estar al tanto de lo que se hablará en la reunión con  la inversionista.
Luego de unos quince minutos llegamos,  dejó a Sa en una pequeña oficina donde hay cosas para niños,  está junto a Lola su amiga,  hija de mi secretaria,  es un año menor que Sa pero se llevan de maravilla, le doy una última sonrisa y salgo dejándola encargada con la chica que estará viendolos.
Llegó a mi oficina y prendo el computador para ahora si ver los temas que se van a  tratar en la reunión

𝑻𝒖 𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒎𝒊 𝒔𝒂𝒍𝒗𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏《𝑳𝒖𝒕𝒕𝒆𝒐》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora