||One-Short|| South park

||Clyde Donovan||

"loco de los tacos"

—¡Clyde! ¡Clyde! ¡Clyde—Mire a mí oponente quien apenas se había comido la mitad de los Tacos de su plato, además de que tenía una cara de querer vomitar.

Cogí el último taco de mí plato y lo comí levantando mis brazos al aire victoriosos.

Nadie podía ganarme comiendo Tacos.

Todos empezaron a aplaudir mientras  que yo me levantaba de la mesa para salir de cafetería para ir al baño. Caminé por los pasillos sintiendo que mí estómago estaba todo revueltos y comenzaba a doler.

—Ahora no porfavor...—Murmure tocando mí estómago mientras me dirigía a los baños a paso rápido.—Mierda.. no aguantó—me recargue en los casilleros sintiendo que ya venían las Arcadas.

—¿Hey amigo... Estás bien?—No conteste ya que un chorro de vómito escapó de mí boca apuntando a la persona que estaba frente a mí.  Ya terminando de vomitar mire hacia arriba para ver quién era el desafortunado que había bañado en porquería.

Mierda.

—¡L-Lo siento mucho!—otra vez me vinieron las arcadas, para evitar vomitar encima a ella, coloque una mano en mí boca y corrí hacia los baños.

La persona que había bañado en vómito era ____.

La chica que me gusta.

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—¿Te sientes mejor Clyde?—Pregunto Token mientras me daba golpecitos en la espalda, asentí levemente para darle un sorbo a la taza con Agua de hierbas para el vómito.

La vieja confiable para todo.

—¿E-Encerio le v-vomitaste encima a ___?—Pregunto Jimmy lo cual asentí otra vez, Sentí otra vez como los ojos se me cristalizan por las lágrimas y caían lentamente por mis mejillas.

—No seas marica Clyde—Se quejó Craig abrazando a Tweek por los hombros

—Es que... ¡No puedo evitarlo—comenze a sollozar mientras que Token me abrazaba por los hombros y me acercaba a el— T-Tu no sabes cómo se siente vomitar a la chica que te gusta..

—A ella no le importará si no fue a propósito

—¿Y tú cómo sabes eso Craig?

—Estas hablando con su mejor amigo idiota—Craig hizo su típica seña para luego volver hablar con Tweek.

Era cierto lo que decía, del todo la escuela era Craig quien la conocía más que nadie ya que ellos se conocen desde la cuna además de que son vecinos.

Y debo admitir que cuando lo supe no pude evitar colocarme celoso.

—Entonces que haré ahora?—tome un pañuelo que me ofreció El afroamericano y sone mí nariz.

—Solo debes disculparte y ya.

—Como si fuera tan fácil Craig—Murmure para tomar el último poco de agua de hierba que queda y soltar un suspiro—Esta bien.

Me levanté de la mesa donde estaban mis amigos y yo sentados y me dirigí a la salida de la enfermería a buscar a la rubia.

—¿A-A Donde v-vas Clyde? ¡GAH!—pregunto el rubio.

—A disculparme con ella.

Salí de la enfermería en busca de ____. La busque en todas partes pero no la encontraba hasta que mágicamente apareció en la entrada de la escuela recargada contra la pared

—¿____?—La nombre

Al escuchar mí nombre me miró para luego acercarse a mi, ahora ya no tenía su camisa a cuadros azul si no una polera de mangas largas morada. Me siento un idiota.

—¿Estás mejor Clyde?—Me pregunto ella lo cual asenti.

—lo.. ¡Siento mucho por haberte vomitado encima!—rompi en llanto.

—No te preocupes—se encogió de hombros—no se puede evitar vomitar.

—¿Entonces no estás enojada conmigo?—sorbe mí nariz mirándola, solo sonrió para revolver mí cabello.

—Claro que no estoy enfadada, después de todo fue un accidente no?

—Si...—Pase mis nudillos por mis ojos quitando cualquier rastro de lágrimas en mis ojos y mejillas—¿Por qué no en modo de recompensa por el vomito, vamos a casa bonita a comer unos tacos?

—¿Me estás pidiendo una cita Donovan?—Al escuchar esas palabras sentí mis mejillas calentarse.

—¡C-Claro que no!— La mire sonrojado— O si?...—Al ver mí rostro Rojo, comenzó a reír.

—Tranquilo viejo, Estaba bromeando—Sonrio— Claro que voy contigo a comer pero ¿Seguro que quieres seguir comiendo tacos hoy  después lo del pasillo?.

—Claro! Los tacos son la mejor comida del mundo!—Sonrei lo cual ella correspondió.

—Entonces Vamos —Tomo mí mano para comenzar a caminar hacia el restaurante.

No pude evitar sonrojarse hacia aquella acción mientras que sentía aquellas mariposas en el estómago por la rubia.

Después de todo soy un chico loco por los tacos quien se enamoró de una linda rubia quién perdona mis estupideces.