Cuatro

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Era Viernes, ya habían pasado varias semanas desde que Annie me dijo que su padre estaba muy grave.
La veía muy preocupada ya que su papá era su parte más importante; su mamá los había abandonado a ambos cuando Annie tenía tan solo 6 años.
Todo lo que llegaba a ella parecía tan surreal, cada vez más problemas la atormentaban y yo me preocupaba por ella cada vez más.
Esta vez decidimos una película en su casa; por fin pude canalizar mis recuerdos de Lor y disfrutar de la vida con Ann.
Me empezaba a quedar dormido y al parecer Annie también pero la preocupación no le dejaba conciliar el sueño
-Ann-llame su atención
-ah..¿Qué pasó?-dijo un poco asustada
-ven a dormir-le pedí
-No tengo sueño- me mintió
-es obvio que si-me miro con sus ojos cafés que tenían ,ya por el tiempo sin dormir, unas ojeras muy marcadas.
-pero sería muy descortés dormir si estás aquí-inventó una excusa más para no dormir
-recuéstate aquí-hice un hueco a mi lado-yo no tengo problema con que duermas, yo también necesito dormir.
-Esta bien-se incorporó a mi lado
-cierra los ojos y trata de dormir-le pedí
-primero cántame una canción-levanto la cara y me miró con esos ojos color café.
Ella sabe que cantar me encanta, también dice que soy su cantante favorito.
Yo solo rió.
Ella sonríe y me mira nuevamente
-¿Qué quieres que cante?-le pregunté mirándola con ternura.
-nuestra canción-sabía a que canción se  refería, aunque no tenía nada que ver con nosotros ambos encontramos una fascinación por la letra de esta.
Me acomodé, puse mi brazo al rededor de su cuerpo para abrazarla y acercarla más a mi, deje que recostara su cabeza en mi pecho y comencé a susurrar la letra de la canción:
-Se detiene el tiempo
Una vez mas,
Aun siento que te tengo
Y ya no estas.
Dame un momento
Para llegar
Y decirte todo lo que siento.

Quiero llevarte conmigo,
Quedarme siempre contigo,
Que nos quitemos este frio
Es lo único que pido.
Quiero quedarme en tu mente
Y que esta vez sea posible
Solamente junto a ti
Es como quiero vivir.
Cuando termine de cantar los dos versos, me detuve para mirarla,se quedó dormida.
Se veía vulnerable, quería protegerla de cualquier cosa que pudiera herirla.
Mientras pensaba en ella, en mi nueva amiga, me quede dormido.
Desperté porque sentí como mi acompañante se movía mucho.
Al parecer estaba teniendo una pesadilla.
Despertó, agitada y con ganas de llorar
Se aferró a mi como con miedo de que fuera a irme, la abracé.
-¿Estás bien?-le pregunté sin romper el abrazo
-tuve una pesadilla-dijo con voz ronca y entrecortada-mi papá...él...
Me di cuenta de que no podía seguir, así que la abracé con mayor fuerza dando a entender que no era necesario que continuara.
-Debo irme a casa-mire mi reloj- ya es tarde.
-Esta bien-me respondió mientras yo me dirigía a la puerta
-Luis-me llamó-gracias.
-De nada Ann-le dije sonriéndole-te quiero.
Salí por la puerta y me dirigí a mi casa.

Roses- Luis de la Rosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora