nueve

204 13 2
                                    


Desperté por un puño golpeando mi ojo, me levanté asustado. Quise incorporarme en la cama pero sentí como me tomaban del cuello de la camisa y me levantaban del colchón.
No entendía que estaba pasando. No tuve tiempo de responder el golpe.
Yo solo daba patadas al aire, intentando de alguna manera, hacer que ésta persona misteriosa parara.
Entonces cuando uno de mis golpes intervino con sus puños, pude ver a Andrés en el suelo, tratando de encontrar estabilidad para levantarse y seguir lastimándome.
Aún no sabía cómo había entrado a mi casa o por qué había empezado a golpearme.

De repente algo en mi interior hizo click y entendí el porqué de su ira; al entrar a mi cuarto me vio a mi abrazando a su novia, mientras dormíamos y lucíamos tan tranquilos.

El seguía en el suelo, así que rápidamente tomé sus muñecas para inmovilizarlo y le tapé la boca para evitar que despertase a Annie.

-Está bien si quieres matarme, pero déjala tranquila- Andy solo me miraba molesto.
Quité mi mano para permitirle hablar, a la vez que acerque mi dedo índice a mis labios para pedirle que no hablará tan fuerte.

-¿y por qué debería hacer eso?- susurró enojado- se revolcó con mi mejor amigo
Lo ví con una de esas miradas que uso cuando estoy a punto de explotar.

Solté sus manos y dejé que volviera a incorporarse.
-Ella lo sabe
-¿el que?- me miró con confusión
-no te hagas el imbécil. Ya sabe que le fuiste infiel
-tú se lo dijiste- afirmó gritando.

Annie se despertó asustada, apretando mi brazo como reflejo, se aferró a mi para después ver con desprecio a su novio.
-¿qué estás haciendo aquí?- escupió sin soltarme- ¿no deberías estar cojiendote a tu vecina?

Andrés volvió sus ojos llenos de odio hacia mi.
Annie se percató de esto y decidió acallarle como se había enterado.

-Me lo dijo ella, Luis no tiene nada que ver. Estoy aquí durmiendo con él porque ya no tengo familia, estoy sola. Mi papá murió. Se supone que deberías saberlo pero estás tan ocupado con tu cabeza entre las piernas de esta chica que no siquiera te tomaste la molestia de preguntar por mi.

Aunque estaba enojada, en ningún momento alzó la voz, ni tampoco hizo una rabieta.

El chico no decía nada, tampoco hacía expresión alguna.
Ella siguió hablando porque nadie más lo hacía.

-No me acosté con Luis, no soy igual que tú- se levantó de la cama un poco más molesta.
-Luis tampoco es así, él respeta y es un buen chico, cosa que tú nunca podrás ser- esto último lo dijo arrodillándose en la cama y tomándo mis hombros.

-Tal vez deberías salir con él- dijo el otro tratando de denotar indiferencia pero sólo nos hizo ver lo celoso que se sentía.

Por mi parte, jamás había estado tan incómodo.

Hubo un momento en el que nadie dijo nada, hasta que Annie respondió a las alegaciones que le daba Andrés.
-Tal vez debería-me abrazó por la espalda.

Tanto Andrés como yo abrimos los ojos a tope.
Él, bastante humillado, se acercó a la puerta.
-Que les quedé claro que ambos están muertos para mi- espetó- en especial tú, zorra.

No pude más. Me levanté rápidamente de la cama, me acerqué y lo golpé con fuerza en el ojo.
-No se te ocurra volver a acercártele ¿oíste?
Quería seguir golpeándolo pero Annie me detuvo, me abrazó y me susurró que lo dejará irse.
La abracé de vuelta y ambos llevamos al chico que había golpeado hasta la puerta.

Andrés nos dejó solos.
mi nueva compañera de cuarto volvió  abrazarme. Yo besé su frente con delicadeza, como si tuviera miedo de que pudiese quebrarse en mis brazos en cualquier momento.
________________________________
No sé si alguien siga leyendo esto pero ahora no voy a dejar de actualizar pro tanto tiempo, lo prometo.
Gracias por leer.

No olviden votar y comentar.

Roses- Luis de la Rosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora