SABOREAR

9 0 0
                                    


Al final uno siempre cae en la trampa de la falsa desnudez. Enredándonos en besos de broma, polvos de baratija y palabras de amor.
Creemos que lo auténtico todavía está por llegar y mientras, miramos al infinito como buscando una epifanía que nunca llega; porque nada de lo que encontramos nos conforma.
Y porque erramos, ciegos, deseamos lo ajeno, lo nuevo y lo "sorprendente". Y una vez que lo atrapamos, que lo abrazamos, deja de tener misterio y de provocarnos curiosidad.
Tratamos a las personas como a libros viejos que, una vez leídos, pierden su valor. No nos detenemos ni a subrayar citas y redescubrir valiosos pensamientos, perdemos aquel regalo de degustar cada frase, cada sentimiento. Qué gran error no detenernos en la historia de aquellas páginas.
Menospreciamos el valor de la auténtica intimidad en aras de un gran DESEO que se nos escapa de las manos constantemente, de una mirada salvaje que nos mueve y alborota internamente.
Vivimos deprisa, andamos deprisa, inmersos en el trance urbano. Hablamos compulsivamnete, compramos compulsivamente, tecleamos compulsivamente, fumamos compulsivamente, bebemos compulsivamente, comemos compulsivamente y follamos compulsivamente.
Deseamos compulsivamente... y nos desnudamos con premura. Atravesamos  la mirada como amantes de la noche pensando que, más allá de la ventana, más lejos que la luna, puede estar esperando algo verdaderamente increíble. Algo excitante, y no este simulacro de amor que, a veces pensamos, no conduce a nada.
Es una pena, no saber saborearnos, serenamente, los unos a los otros.

Mis Fantasmas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora