Capítulo 25

6 1 0
                                    

Narra Andrés

Mí reloj marca las 5:45 am, hora de levantarse.
Me levanté intentado no moverme mucho ya que Keylor durmió con nosotros anoche, y Luciana está exhausta ya que Logan no había dejado de gritar desde su habitación.

Entre al baño, hice mis necesidades, me duche, y luego de una ducha tibia y larga, salí envuelto en una toalla blanca. Me dirigí al ropero y saqué uno de los 7 trajes que tengo. Tengo 5 negros y dos azules.

Cuando baje al comedor Sasha ya tenía el desayuno para mí listo. Me senté en mí silla y comencé a desgustar el desayuno. 

(...)

Cuando termine mí desayuno, deje el periódico, y subí al baño de huéspedes ya que sino debería despertar a mí novia  e hijo.
Caminé y entre, tomé uno de los tantos cepillos dentales que tenía allí por alguna emergencia o algo así.

Me cepille mis dientes y baje, tomé mí maletín, y tome las llaves de mí auto y también las de la puerta de entrada, abrí esa puerta, cuando salí la cerré.
Fui hasta el garaje y lo abrí, saque mí auto y luego lo cerré, conducí hasta mí empresa.

Cuando llegue a ella habían un par de autos estacionados en el parking de la empresa.
Fruncí el seño y luego estacione, baje y cerré mí auto con seguro, guarde mis llaves y camine dentro.

Cuando entre, mí secretaria llegó rápidamente a mí, la mire raro.

—¿Que es lo que sucede?— pregunte rápido, se que algo malo era y era con uno de mis socios.

—El señor Luan Felipe está descontrolado y están en la sala de juntas— suspiré y asentí, le hice una seña a mí secretaria y ella me siguió.

Entre al elevador y marque el piso donde se encuentra la sala de juntas y otras más.
Suspiré y cuando llegamos al piso, salimos y caminamos hasta la sala, ya desde unos metros atrás se escuchaba mucho bullicio y uno que otro grito.

Cuando abrí las puertas que daban paso a la sala todo quedó en profundo silencio.

—Buenos días señores— fue lo que dije, enseguida sentí como una mirada me mataba. Todos menos Luan respondieron.

—Buenos días Luan— le dije esta vez mirándolo de la misma forma, serio y sin expresión en su rostro.

—¿Tú crees que son ¡BUENOS DÍAS!?— dijo casi en un grito.

—No grites— dije tranquilo.

—Tu malditos planes para hacer trato con Martínez no funcionaron, y sabes que más él ahora está en contra de ti y de tus socios— dijo ahora un poco calmado.

—Ya lo sabía— respondí y el me miró incrédulo.

—¡¿Que!?— dijo gritando...

—Es a lo que venía, si quieren pueden sentarse, mí secretaria ahora traerá café ya que es muy temprano, y debemos estar casi todos dormidos— dije y un murmuró se formó en la sala, luego todos asintieron.

—Entonces, ¿Porque no nos dijo antes que Martínez nos había "declarado" la "guerra"?— pregunto Kyron, otro de mis socios.

•-Reencuentro De Amor-•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora