Lo que una foto puede hacer

Capítulo 10

—¡¡ESE BASTARDO!!—, Harry gritó lo más fuerte que pudo, estaba enfadado. Se encontraba en el dormitorio de los chicos, junto con Ron y Hermione. El chico miró su alrededor con un poco de exasperación, y pensar que estuvo tan cerca de dormir en su propia cama esa noche. Hermione lo miró con sorpresa y nerviosismo, musitando un "Cálmate Harry".

—¿Cómo puedes pedirle que se calme, Hermione? — Ron miró a la chica con un poco de molestia, desde su punto de vista, su amigo tenía todas las razones del mundo para enojarse de esa manera, — Ese maldito murciélago lo tendrá encerrado todas las vacaciones consigo en las mazmorras.

—Lo entiendo, pe...

—Harry pasara Navidad con él— El de ojos verdes solo veía la discusión, no quería decir ni una sola palabra, estaba muy seguro de que su cara estaba de color rojo. ¿Cómo podía Dumbledore decidir que Harry se quedara con Snape el resto de las vacaciones?, —Es una mentira de Snape para hacerme sufrir—, pensó el muchacho.

— Es una mentira de Snape para hacerme sufrir—, sus dos amigos voltearon a verlo un poco sorprendidos.

—Harry— empezó a hablar la chica, — Sabemos que el profesor Snape le tiene manía a todo el alumnado que no sea de Slytherin—, Hermione se acercó un poco más a Harry, — Y que ustedes dos...— se pudo escuchar un "se odian a muerte" de parte del pelirrojo — ...tienen sus diferencias—, continuo la chica con un tono ligeramente más alto y cargado de molestia por el comentario de Ron, — A mí no me parece que lo haya inventado. Para estar seguros de eso, deberíamos preguntarle a la profesora McGonagall—, el chico de ojos verde la miró con molestia, quería mucho a su amiga, pero eso no significaba que le agradara la manía de esta de ir con la profesora McGonagall cada vez que algo no cabía en su lógica.

Los tres amigos se quedaron en silencio. Harry observó cómo el regordete gato naranja se paseaba por el dormitorio. Sí era cierto lo que Snape decía, entonces solo habría vuelto al dormitorio por el resto de sus cosas. —Nunca debí salir de aquí— pensó el azabache, todo había cambiado tan rápido para él, todo había cambiado por su estúpida decisión de dar un pequeño "paseo" por el castillo de noche. En cuestión de horas pasó de estar en su cama en el dormitorio de chicos a estar en la cama de Snape...

La cara de Harry aumentó tres tonos de rojo. Una corriente eléctrica le recorrió la espalda, le pareció espeluznante que pudiera malinterpretar sus propios pensamientos, esos días en la mazmorra lo habían desequilibrado un poco.

—... ¿Harry? ¿Estás ahí? —, la mano del pelirrojo oscilaba a unos cuantos centímetros de su cara, Harry parpadeó confundido unos segundos antes de decir un "¿Qué?" que sonó algo tonto.

—Preguntamos si querías ir con Dumbledore para aclarar todo este asunto.

—¿Te sientes bien Harry? Parece que tuvieras fiebre— la chica se acercó a Harry y colocó el dorso de su mano en la frente de este, el chico, más apenado de lo que ya estaba, se apartó del toque y dio unos pasos lejos de sus amigos, que lo miraban extrañados.

—No tengo nada— dijo el de ojos verdes mientras se frotaba la nuca — He pasado muchos días sin hacer nada más que reposar y tener conversaciones cortantes, ¿Podríamos divertirnos en el tiempo que pueda estar aquí? —, aún seguía molesto por la "grata" noticia de pasar el resto de las vacaciones con Snape, pero ahora se sentía incómodo con la idea.

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Los tres amigos bajaron al gran comedor para tomar su cena, se habían pasado toda la tarde jugando ajedrez mágico y reuniendo información para ayudar a Hagrid con el caso de Buckbeak, Harry se había olvidado por completo de eso y era una suerte tener a Hermione, puesto que ella había encontrado algunos casos que podrían ayudar al guardabosques.