Lo que una foto puede hacer

Capítulo 11

— Gracias, Severus —, dijo Lupin al tomar la copa humeante que le extendía este, Severus no respondió, no le agradaba nada estar cerca de Remus, no confiaba en él, pero le desagradaría más tener a un hombre lobo rondando sin control por el castillo, un hombre lobo que podría estar ayudando a Sirius Black.

Lupin bebió la poción lo más rápido que pudo, en verdad odiaba que no se le pudiera agregar azúcar. Dejó la copa ya vacía sobre su escritorio, trato de no hacer muecas de desagrado mientras el sabor de la poción seguía en su boca.

Snape no le prestaba atención a la cara de asco de Lupin, observaba el despacho de este, sus ojos iban de las peceras con pequeñas Doxys, una jaula con un par de Gorros Rojos, hasta un tanque en el cual un Grindylow se escondía detrás de algunas algas, Severus prefería tener partes de criaturas en frascos, que tenerlas vivas, haciendo ruido.

— Escuche que Harry se está quedando contigo, en las mazmorras — la voz de Lupin era amigable, aunque cansada. No esperaba que Severus le respondiera en el mismo tono amigable, o que tan siquiera le respondiera. Cruzó sus brazos sobre su pecho y se dejó caer en el respaldo de su silla, estaba muy cansado debido a la cercanía de la luna llena.

— ¿Lo escuchaste de parte de Dumbledore, o de Granger y Weasley? — cómo lo esperaba, la respuesta estaba llena molestia, hizo una pequeña sonrisa, la cual se veía extraña en su cara pálida y enfermiza.

— Dudo que la señorita Granger y el señor Weasley sepan que estoy en el castillo —, debido al estado en el que se encontraba el licántropo, no había salido de su despacho desde el inicio de las vacaciones. Severus colocó sus manos en el escritorio de manera brusca, se inclinó desafiante hacia Remus, este se quedó quieto, estaba demasiado cansado como para iniciar una pelea con el pocionista.

— Si Potter está o no bajo mi resguardo hasta el fin de vacaciones no es ningún asunto tuyo, Lupin — el rostro de Severus mantenía su inamovible expresión de hastío, aunque por un momento Remus pudo ver otra emoción que no supo identificar.

Curioso, el licántropo se enderezó un poco, mirando directamente a los ojos negros de Snape, — Solo quiero que Harry este a salvo.

— Entonces te sugiero que te mantengas alejado de él —, ahí estaba de nuevo la emoción, solo apareció por una fracción de segundo, pero Remus ahora sabía lo que era.

— ¿Por qué? ¿Por qué soy un hombre lobo que en cualquier momento puede atacar a los estudiantes? —, estaba molesto, toda su vida había luchado contra los prejuicios de su condición. Estaba cansado de ello.

— No, es por tu relación con Black —, Remus no esperaba eso, creía que la discusión avanzaría sobre su naturaleza. Relajó sus brazos y los acomodo en el reposabrazos de la silla. La cara de Snape era de enojo, pero al ver la confusión en la cara de Lupin, sabia en donde atacar. El pocionista retiró las manos del escritorio, y adoptó su posición usual, erguida y autoritaria. El licántropo dudo antes de responder, no sabía a qué se refería Snape.

— ¿Crees que ayudó a Black, solo porque fuimos amigos? —, el tono de desconcierto en la voz de Lupin, hizo que Severus mostrará una sonrisa ladina.

— Sabes bien a qué me refiero, Remus — pronunció su nombre de pila con desdén, el rostro de Lupin ahora estaba más lívido, el trabajo de Snape estaba hecho, y estaba satisfecho con lo conseguido. Antes de que Remus pudiera formular palabra, Snape se dio la vuelta y salió del despacho de manera dramática, más de lo que él hubiera querido, azotando la puerta tras de sí, dejando a un Remus desconcertado, sobre el conocimiento que tenía Severus de su pasado, y los celos que mostraba el pocionista al hablar de Harry.