8

12 3 0
                                    

"Como una fuerza llena de vida. Le doy gracias a Dios por ponerte en mi camino, cada día le agradezco que estés aquí."

Leía tu mensaje desde que llegó y me calmó. Me creías.

"¿Y tú me amas?"

Respondí la pregunta de sentir algo por ti pues me era la más importante. Sabía que mi respuesta, en sí yo, carecía de expresión romántica pero, por favor, entiéndelo. Amé en silencio y cuando pude me molesté con él por marchar; Y antes, me prometieron que besar era todo el amor que existía para el otro. Sí, sabía que debía dar más. Ninguna palabra, no lo creas, me satisfacía, porque lo que sentía era una sensibilidad, pureza y debilidad, que a la vez me enorgullecía. Si pudieras entrar a mi cabeza y decodificar mis sentimientos, sabrías por qué me es tan difícil escribirte las razones porque te amo en un mensaje de texto con más de mil palabras.

"Con todo el corazón. ¿Qué pregunta es esa? Por Dios."

"¿Realmente sientes algo por mí? ¿No te gusta entonces mi hermano? ¿Alguien más?"

"¡No! ¿Cómo te lo puedo hacer entender?"

"Creo que te gusta alguien más. No lo sé."


Así fue nuestra primer pelea. Y la última. 

De inseguridades que nos pudieron surgir.

Retrospectivas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora