Jealousy equals Pleasure (+18) | Jeffrey Dean Morgan. |Terminada|

You're a bitch

Angie se encontraba acostada sobre su espalda, con sus piernas abiertas y dos de sus dedos trabajando dentro y fuera de su feminidad bastante rápido. Los gemidos de Angie se escuchaban bastante fácil cuando utilizó su mano libre para darle satisfacción a su clítoris.

Jeffrey mordió su labio inferior intentando contener un gemido que amenazaba con escapar de sus labios al ver a u novia en ese estado, Jeffrey se apresuró a despojarse de su ropa y se acercó a ella para tirar de sus cabellos toscamente, haciendo que ella retirara sus dedos de su húmeda feminidad.

- ¿Te di permiso para que te dieras placer? -Jeffrey gruñó roncamente al oído de Angie, una pequeña sonrisa cruzó por sus labios cuando oyó un suave gemido deslizándose por los labios de su novia.

-N-no, lo siento. Estaba muy caliente y realmente lo necesitaba. -Balbuceó Angie rápidamente, pero fue interrumpida por Jeffrey.

-Así que, ¿esto s acerca de ti ahora? No. Esto se trata de mí castigándote por ser una pequeña zorra. A las zorras no se les permite darse placer a sí mismas. -Jeffrey gruño-. Y joder, te dije que te quería sobre tus manos y rodillas. -escupió las palabras rudamente al oído de Angie. La chica ahogó un gemido y se apresuró a colocarse en la posición correcta. Se colocó en cuatro patas con las piernas abiertas y el culo al aire. Tan pronto como Angie se apoyó en la cama, la mano de Jeffrey estuvo rudamente en contacto con el culo de su novia. - ¡Mierda, Jeffrey, lo siento! -Angie trató de hablar, pero terminó gimiendo y gimiendo con cada azote, mientras intentaba empujar su culo aún más, intentando conseguir que Jeffrey se diera prisa.

Jeffrey continuó azotando el trasero de su novia, mientras esta se empujaba en contra, viendo casi con asombro como ella lo hacía. Su novia tan bonita como estaba, encorvada sobre la cama y pidiendo más. Jeffrey amaba el bonito color rosa que apareció en el culo de Angie, luego desaparecía a los pocos segundos, como si pidiera a gritos que la azotara un poco más.

Jeffrey prestó atención a los sonidos que salíande la boca de Angie, no eran exactamente palabras, solo gemidos de la parteposterior de su garganta que no podía reprimir así lo intentara. Jeffrey afectólas áreas, lastimando a Angie, pero no tanto. Ellos estaban bailando sobre laslargas líneas de dolor y placer. Jeffrey, por supuesto, necesitaba estar segurode que ella estuviera bien para follársela después.