Zero ゼロ [BNHA] CANCELADA

006/ La mascota que no lo era.

Arco uno: Pandora.

Pandora seguía en el piso y al parecer no tenía la mas mínima intención de moverse, Zero tuvo que tomar fuerzas de lo mas recóndito de su ser para poder cargar a la castaña, era una niña, pero era pesada de igual manera.

Oiru había creado una gran burbuja de petróleo, viscosa y brillante se alzaba de manera majestuosa sobre el enemigo. Gamu sostenía un encendedor de plata en su mano derecha, daba pequeños saltos y reía entre dientes como una pequeña niña inocente, era pequeña y era una niña, mas no era lo último.

Zero echó un último vistazo hacia atrás mientras seguía corriendo, los quemarían vivos.

No quiso pensarlo mucho, sabía que esos dos podían llegar a disfrutar en demasía el dolor ajeno, ver como la carne se quemaba lentamente, escuchar los gritos de dolor. Eran sus amigos, sí, pero también eran mercenarios que tenían que asesinar a otros para poder tener un puesto privilegiado en la sociedad actual.

Gamu era pequeña, incluso más pequeña que Pandora, siempre se vestía con hermosos vestidos de colores brillantes, olanes y dobladillos, su cabello rosado le daba ese aspecto terriblemente adorable, era demasiado pequeña para mantener la vista fija en la carne viscosa y chamuscada de sus enemigos, era muy pequeña para tener enemigos.

-A veces cuando estoy sola mi gato hace trucos- la vista de Pandora estaba fija en Zero.

El de cabello cenizo le sonrió, no sabía si sonreía porque era gracioso que un gato hiciera trucos o porque estaba tan nervioso que sus músculos faciales formaron una sonrisa inconscientemente, sí, debía ser el nerviosismo comiendo sus entrañas. Ahora era lo que menos importaba.

Seguía corriendo, pero sus piernas colapsarían en cualquier momento, el peso extra era demasiado para su flacucho cuerpo, su respiración se volvía irregular, los pulmones le quemaban, su piel se volvía más caliente, los músculos estaban trabajando.

Algunas calles después cayó de rodillas, no podía más. Pandora terminó en el piso y no se levantó.

-Pandora... Vámonos- su voz sonaba entrecortada debido al cansancio.

- ¿Dónde está mi gato? Oh, ahí está- sonrió levantándose para ir hasta el gato blanco que los observaba detenidamente.

-Estúpido gato, pudiste ayudarme antes- Zero se levantó y tomó la mano de Pandora.

La castaña miraba fijo a la mascota, sus pensamientos eran una mezcla rara entre realidad y fantasía, pero pudo escuchar lo que Zero dijo.

-No molestes a Zero- pronunció en tono de réplica.

El gato blanco se levantó y dió media vuelta alejándose de ellos, su cola se meneaba y sus orejas puntiagudas se movían cada tanto.

-No era una mascota ¿verdad? - la castaña giró la vista hacia Zero.

El cenizo negó con la cabeza, era la primera vez que Pandora preguntaba eso, él pensaba que ya lo daba por hecho.

-Es tu hermano Pandora- soltó la mano de la niña y comenzó a caminar.

Pandora lo siguió de inmediato, mantenía sus manos detrás de su espalda y tarareaba.

- ¿Tienes hermanos Zero? -

-No lo sé- se encogió de hombros mirando al gato que caminaba frente a él.

- ¿Tú memoria volverá? -

-Quizá no-

Un gran estruendo se escuchó a sus espaldas, pero ellos no giraron la vista.

-No puedo volver a casa- mencionó la castaña.

-Hay problemas ¿cierto? - Zero miró en dirección a la niña.

Pandora asintió con la cabeza y luego miró de nuevo al frente.

-Estoy cuerda ahora, pero no durará, soy problemática y probablemente te meteré en problemas-

-Sólo sigue caminando- apuntó la calle vacía.

El camino era tranquilo, el toque de queda dejaba las calles completamente vacías, eso era una tremenda ventaja para Zero, estaba demasiado cansado como para correr esquivando balas o escapando de maleantes.

La vibración en su bolsillo izquierdo sacó al cenizo de sus pensamientos y llamó la atención de Pandora.

-Zero-

- ¿La encontraste? - la voz grave del otro lado de la línea lo sorprendió.

-Yukai, pensé que me llamaría el jefe-

-Han venido a buscarla a la mansión, pero al parecer hay mercenarios del distrito siete en la ciudad y Pandora ha pasado a segundo plano-

- ¿Y el jefe? -

-Arreglando papeleo- dejó salir un suspiro- Escúchame bien Zero, llévate a Pandora lejos, por ahora no tengo nada planeado, pero me comunicaré contigo lo más pronto posible, debes cuidarla-

Zero vio de reojo a la castaña, había levantado al gato blanco en brazos y acariciaba su pelaje.

"Un héroe Zero, ¡serás un héroe!"

-Haré lo necesario para protegerla-

-No nos defraudes chico-

-No lo haré-

La llamada de cortó, el aire de pronto era mas frío.

Huir, debía proteger a Pandora, ese era su nuevo encargo.

- ¿Cómo está mi papá? - la vocecilla de Pandora sonó demasiado cerca.

-Está bien, pero debemos irnos-

-Lo sé- acaricio una última vez la cabeza del felino antes de dejarlo libre- Cuida de papá, volveré-

El minino se quedó sentado en su lugar mientras con sus enormes ojos azules observaba como se marchaban.

Zero comenzó a caminar, Pandora estaba justo a su lado, ahora iban en dirección a la frontera del distrito, aunque no sería fácil cruzarla, aún había una enorme incógnita en si podrían siquiera llegar a la frontera, el distrito tres era peligroso, y no todos guardaban respeto por la compañía Pandora.

- ¿Volveremos? Me refiero, no espero que podamos volver mañana, pero algún día...- parecía que quería decir más, pero no pudo continuar.

-Quizá, no voy a mentirte-

-Mi madre también se fué, pero no volvió-

-Pensé que tu madre estaba muerta-

-Ella tenía otra familia, una que no estaba ligada a la mafia- Pandora paró en seco.

- ¿Qué ocurre? -

-Mi madre sí está muerta, yo me aseguré de eso-

Pandora siguió caminando, Zero la seguía de cerca, pronto la castaña comenzó a dar pequeños saltos mientras mencionaba cosas absurdas; de nuevo, inmersa en su pequeño rincón de locura se dejó consumir para dejar de afrontar la dura realidad. Zero suspiró sin perderla de vista, quien sabe cuando podría volver a ver a la chica sensata, quizá no volvería a aparecer en un buen tiempo.