JURASTE AMARME /NamJin\ [ T E R M I N A D A ] {T1}

IMPORTA QUIEN ESTA NO QUIEN FINGE ESTAR

- Claro. Pasa -dijo Jin, "a secas", y se movió a un lado para dejar que el otro chic pasara-.

- Gracias. -dijo el chico y entro a la casa de Jin. Y este por su parte cerró la puerta-.

- ¿Y bien? ¿Qué ibas a decirme?

- Va a regresar.

- ¿Qué?

- "Ella" va a volver

- ... A "ella" te refieres a...

- ¿A quién más si no?

- ... ¿Q-...? Pero ¿Por qué?

- No lo sé. Oí que dijo que tenía "asuntos muy importantes que resolver aquí"

- No. No podemos permitir que vuelva... de seguro es para vengarse

- No podemos evitarlo solos.

- ¿Qué quieres decir?

- Solo hay una persona que sabe lo que realmente busca al venir aquí. Y si es lo que creemos... solo habrá que recurrir a sus tratos.

- No... no podemos... sabes cómo es "esa persona".

- Si, lo sé. Pero no nos queda de otra. Ya saque cita para hoy en la tarde. Tenemos que ir los dos. Si no lo logró convencerlo yo, tu podrás hacerlo.

- ¿No tenemos más opciones?

- No... lamentablemente no.

- ... Ahh -exhalo Jin con pesadez-. Está bien. ¿A qué hora?

- 6:00 pm. En punto.

- ¿En dónde?

- "La cueva del muerto"

- Bien. Te veo ahí. -Seok Jin abrió la puerta de entrada-.

- Hasta luego. -aquel chico salió y Jin cerró la puerta-.

- Mierda... ¿Por qué tiene que pasar esto justo ahora?

Jin no es capaz de decir "ciertas palabras" a menos de que este muy enojado o... Excitado....

En fin, Seok Jin se la pasó dando vueltas respecto al "asunto" en el que estaba metido hasta que su teléfono sonó.

- ¿Hola? -contestó Jin-

- Hola, Jin, ¿Dónde estás?

- Ahh... Ya casi llego, dame unos minutos mas

- Está bien, pero apúrate -aquel chico cortó la llamada-.

Jin se había olvidado por completo de la "cita" con "el". Por eso, tomo sus llaves, salió de casa, tomo un taxi y fue hacia el lugar acordado. Llegó en pocos minutos, y, afortunadamente, llego justo a tiempo.

- ¿Por qué tardaste?

- Tuve un contratiempo... ¿ya podemos entrar?

- Si, seguro.

Unos hombres vestidos de negro los reclutaron hacia donde "el" se encontraba. Los pasillos por los que pasaron largos y parecían no tener fin ya que ambos estaban tan nerviosos que cada en cada segundo pareciese que pasaran diez siglos.

Al llegar observaron el lugar y, sin esfuerzo alguno, notaron que era oscuro y lúgubre, pero lo que más destacaba era la frialdad del cuarto, pese a las pequeñas luces - supuestamente cálidas- que alumbraban el lugar.

«Este lugar da miedo. Quiero irme ahora» Pensó Jin.

- ¿Y bien? -dijo una voz algo siniestra mientras se giraba; sentado en una silla, hacia los dos muchachos- ¿A que han venido?