JURASTE AMARME /NamJin\ [ T E R M I N A D A ] {T1}

SOMOS EL PRODUCTO DEL PASADO, PERO NO SU PRISIONERO

- ¿"Pues"? -insistió el moreno.

- Trastorno de identidad disociativo. El trastorno de identidad disociativo anteriormente llamado trastorno de personalidad múltiple, suele presentarse como reacción a una situación traumática que permite que una persona evite los malos recuerdos. El trastorno disociativo de la identidad se caracteriza por la presencia de dos o más personalidades distintas. Cada una puede tener un nombre, una historia y características personales propias. No existe cura, solo tratamiento y es la terapia conversacional. -comió un pedazo de un onigiri.

- Y... ¿A causa de cual trauma paso esto?

- Mmm... No shé si deba contarrtello. -comió un pedazo de daifuku.

- Solo quiero ayudar a Jin... y para eso necesito conocer su pasado.

- ...mmm... Está bien. Shupongo. -esta vez fue el turno del arroz- Como sabrás, Jin fue un niño muy aplicado y dedicado debido a que es el heredero a la empresa que su abuelo construyo, y pues le pertenecería por derecho.

- Entiendo -sorbió su café.

- Bueno, la "cosa" va así. Como él es el heredero de una importante empresa de Corea, Seúl. Tenía que demostrar que es "digno" para el puesto desde que era un infante. Y... su infancia no fue de las que se podrían considerar "normales" para un niño de siete años ya que lo hacían estudiar como si estuviera un universitario. Lo sobrecargaban demasiado y solo era niño. Su familia es amorosa, sí. Pero no siempre lo fue. En la infancia de Jin, no lo fueron. Siempre lo chantajeaban con: "si eres el mejor, todos te querrán". Y eso fue lo que motivo a Jin. a seguir incluso si cuerpo ya no podía con todo.

- Vaya. Es... triste. -miro al vacío mientras escuchaba atentamente.

- Pero eso no era lo peor. Cada vez que Jin no cumplía con una meta que los padres le ponían, lo castigaban con menos comida, menos sueño y... rechazo.

- ¿Rechazo? ¿Qué quieres decir? -preguntó confundido.

- Lo excluían y lo regañaban. "Eres un niño malo, no cumples con tus deberes. Nadie te querrá así". Era muy duro en esos tiempos. Pero... encontró una forma de "desquitar" sus frustraciones.

- ¿A qué te refieres? -preguntó confundido comiendo una tostada.

- Los pocos minutos de descanso que se infligía era de 10 minutos cada 6 horas de arduo esfuerzo en memorizar y aprender. Y aprovechaba esos diez minutos para comer o ir al baño. Y si le alcanzaba el tiempo hacia algo más. Pero... un día no pudo memorizar algo que se le pidió y lo castigaron de una forma cruel.

- ¿Qué quieres decir?

- Su tutor tenía el permiso de golpear Jin si no hacia lo que debía, y pues le dio de latigazos para luego dejarlo sin comer y a la luz de la luna. Estaba dolido, hambriento, cansado y sentía frío. El dolor, se apoderó de su cuerpo, el odio de su mente y la tristeza de su corazón... "No dejare que nadie vuelva a lastimarme".

- ... Vaya, que intenso... ¿Qué pasó luego?

- Aquellos sentimientos hicieron que cambiara... no sé si para bien o para mal... Mejoro académicamente, pero su personalidad no era la misma. Sus padres se dieron cuenta. Cada vez era menos afectuoso, y cuando tenía tiempo libre para descansar, se la pasaba leyendo o...

- ¿"o"? -dijo el moreno bebiendo un poco de su café con la duda entre los labios.

- Hiriendo a las personas o animales.

- ¿Cómo? -dijo NamJoon incrédulo pues podría jurar que Jin sería incapaz de lastimar a alguien.

- En la mansión que habitaba, había criadas o sirvientas que tenían hijos pequeños y ellos vivían en un lugar aparte para que no molestaran a los dueños. Y, como Jin había mejorado mucho en sus estudios, sus padres, le otorgaron más tiempo de descanso. En aquellos tiempos libres observaba a los pequeños niños jugar alegremente mientras él tenía que estudiar para satisfacer y enorgullecer a sus padres. ¿Por qué era de esta manera? ¿Por qué tenía que estudiar arduamente mientras aquellos niños jugaban? No lo entendía y un día, cegado por la envidia, decidió hacerles daño a esos niños y no satisfecho con ellos, hirió varios animales. Los torturó hasta que su descanso se acababa.

- ... No... estas mintiendo... el no pudo haber hecho eso. -dijo incrédulo. No podía creer lo que oía, parecía un mito.

- Créelo. Muchos animales, entre ellos pájaros, perros callejeros y gatos "de azotea", fueron sus víctimas. Jin había perdido la emoción, sus ojos se tornaron vacíos, su sonrisa, de lo dulce y pura que era, se volvió psicópata. Los "castigos" que recibían los niños, no eran nada a comparación de aquellos animales.

- ... No, esto es... Santo cielo... Esto es increíble... no puedo creer que haya hecho eso siendo solo un niño.

- Sus padres notaron que se comportaba extraño, no hablaba con nadie y ya no sonreía. Quisieron hablar con él, pero no les dijo nada. Pasaron unos cuantos meses y empezaron a preocuparse por su hijo. Se había vuelto un antisocial, no hablaba y se escondía de las personas. Los sirvientes lo veían una o dos veces por semana, y en lo que le dejaban la comida, ni lo veían pues no estaba en su cuarto y se limitaban a dejar la comida en su habitación. Su tutor solo lo veía en horas de clase y lo escuchaba hablar solo cuando le preguntaba algo y Jin le respondía. En días, despidieron al tutor pues vieron que Jin estaba en un nivel muy avanzado. Luego, los padres de Jin decidieron darle "vacaciones", y cuando se lo dijeron a su hijo este solo asintió sin ninguna expresión. Ese fue el momento en el que sus padres realmente decidieron averiguar lo que le sucedía a su hijo. Mandaron a sus criados a observar lo que hacía, pero las únicas noticias que recibían era: "solo duerme, estudia, va al baño y come".

- ... -no dijo nada, estaba estupefacto.

- Jin, había mejorado, ya no lastimaba. Pero, aun no sonreía y el único "consuelo" que tenía era estudiar. No salía afuera. Todo el día se la pasaba encerrado en cuarto, pese a que ya no dañaba los demás, se "cerraba" en su "caja de soledad". Su piel se tornó más pálida, su silencio más largo y su vida más muerta.

Sus padres se preocuparon bastante y decidieron prohibirle a Jin estar más de 4 horas encerrado en su cuarto. Jin acepto, luego de las cuatro horas de estudio, salía al patio a sentarse en el césped a leer. Así que, sus padres decidieron tomar cartas en el asunto. Se volvieron más cariñosos con él, lo consentían, pero no veían resultados. Investigaron que sucedió y cuando Jin estaba empezando a cambiar, le dieron la espalda. No volvieron a dirigirle la palabra en varios meses. Jin estaba, deprimido y triste. Se odiaba a sí mismo.

- ... Esto... no lo creo.

La depresión fuetanta que empezó a cortarse maldiciéndose a sí mismo fingiendo ser un tercero.Y ahí nací yo. Soy su "otro yo" y pues tome el lugar del "malo". Un día unasirvienta, que se encargaba de la limpieza, encontró a Jin inconsciente en sucuarto con los brazos ensangrentados. Le informo a sus padres y estosinmediatamente lo llevaron a hospital. Cuando despertó, estaba en el hospital ysu madre estaba durmiendo a su lado. Luego de eso, todo mejoró, Jin fue tratadopor un psicólogo y sus padres lo educaron con amor. Cuando Jin se recuperó. Loenviaron a la escuela para que socializara, pero le dijeron que tenía quefingir que aún no sabía muchas cosas de las conocía para que se evitaseproblemas con sus compañeros. También, Jin se disculpó con aquellos niños y empezóa ser más amigable con los animales. La infancia que siempre había queridofinalmente le era concedida... Yo nunca desaparecí y siempre estuve en susmomentos tristes y difíciles, cuando ni sus padres se percataban. . . Pero todoen la vida se paga... y cuando te conoció volvió muchas penumbras... Cuandoperdiste la memoria, fue un retorno sus problemas... y ahora yo seré quien tomerienda de sus decisiones. -sonrió mientras sorbía su jugo.