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Teinvitounbatidomañana.
Solo era una salida, una salida normal, normal, nada fuera de lo común, pero ¿por qué le ponía tan nervioso? Y nuevamente, la respuesta estaba en que él ya conocía los sentimientos de Changbin. Eso era un gran punto a tener en mente.
No, no era una salida como las otras.
Felix estuvo dando vueltas por toda su habitación, sentía que estaba perdiendo todo su día, pero el reloj recién marcaba las 9:36 de la mañana. No sabía qué hacer.
ㅡMamá, no quiero que Changbin esté triste.
Ese no fue la primera vez que deseó tener a su madre ahí con él, pero esta vez se le hacía más necesario. Quería a alguien a quien le pudiera hablar sobre lo que le pasaba y sobre lo que sentía porque, obviamente, no le podía decir a Changbin.
Suspiró, tratando de averiguar por sus medios qué debería hacer para dejar de sentirse así o para saber siquiera qué es lo que quería hacer. Estaba tan confundido que creyó nunca haberse sentido así antes.
Escuchó la puerta, siendo golpeada y su corazón se sobresaltó al pensar que podría ser su mejor amigo. Pero no lo era, y algo dentro de él se decepcionó otra vez.
ㅡFelix, hola, qué gusto verte, creí que no estarías en casa.
ㅡHola. No, yo no he salido en un tiempo porque... no me he sentido muy bien.
ㅡ¿En serio? No puede ser, me lo habrías dicho, cariño ㅡdijo preocupada, entrando a la casa directo a la cocina. Un Te prepararé una sopa que hará que te sientas de maravilla en un instante escuchó Felix antes de que la perdiera de vista. Sonrió porque pensó que eso haría su madre si estuviera con él.
ㅡLamento no haber ido a cuidar su jardín estos días.
ㅡ¿De qué hablas, cariño? Está bien, es entendible, los males de amor son difíciles.
El chico quiso contradecirla, negarlo o algo, pero algo en su mirada se lo impidió. ¿Tan obvia era su confusión?
ㅡSiento que mi hijo haya tardado tanto en decirte lo que siente.
ㅡNo, yo... Supongo que si me lo hubiese dicho antes, no lo habría tomado en serio.
La voz de Felix se escuchó tan triste que la mamá de Changbin no pudo evitar sonreír con melancolía. No lo había escuchado hablar así desde la muerte de su madre y recordó lo difícil que fue consolarlo aquella vez. Debía ayudarlo, porque además de que ella, personalmente, lo viera como a un hijo, si ese muchacho hacía feliz a Changbin, no permitiría que se deprimiera.
ㅡDime, Felix, ¿no quieres un cambiecito? Algo pequeño, ¿sí?
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