— ¿Matthew? —dijo mientras le miraba al otro lado de aquella ventanilla.
—Matthew, y el nombre no lo he escogido yo.
Murmuré intentando excusar aquella decisión y librarme de ser acusado de manipulación o algo parecido, no pensaba en tener esa clase de privilegió, tampoco estaba dispuesto a usurpar un lugar que no me correspondía.
—No necesitas darme ninguna explicación —comentó con una sonrisa entre los labios—, para mí no eres un intruso Matt, nadie te considera un intruso, tal vez deberías comenzar a creerlo.
Dejé una mano pegada al cristal de aquella extensa ventana, el pequeño Matty descansaba plácidamente en un cunero, parecía tan frágil, deseaba poder sostenerlo entre mis brazos, mimarlo a espaldas de su madre y ser su incondicional, ya lo amaba, apenas lo había visto un par de veces y estaba completamente enamorado de él.
— ¿Doctor Bomer? —me llamó una enfermera al otro lado del cristal—, la señorita Adams quiere verlo.
—Claro, gracias —tendí mi brazo en dirección a Carly.
—No —dijo negando un poco con la cabeza.
—Debe querer verte también a ti.
Sus ojos se iluminaron dejando ver un pequeño destello de felicidad, dudo un poco antes de tomar mi brazo para comenzar a caminar en dirección a su habitación. Después del parto apenas había tenido noticias de lo ocurrido, debía estar exhausta así que terminé por asumir que estaba dormida.
—Hola —le murmuró Carly en cuanto nos encontramos en el umbral de la puerta. Corrió hasta Janne para abrazarla con fuerza, ambas comenzaron a reír con fuerza completamente dichosas por el increíble acontecimiento.
—Hola —le respondió Janne colocando uno de sus mechones detrás de su oreja.
—Tienes un hijo —comentó Carly como si aquello fuera parte de un sueño bastante lejano.
—Lo tengo —los ojos llorosos de Janne eran un hermoso reflejo de aquella felicidad apenas contenida en su pecho—, nunca creí ser tan feliz, deberías verlo es tan...
—Hermoso. Estaba mirando en el cunero.
Se quedaron completamente inmersas en aquella charla tan amena, yo las miraba con atención desde el umbral de la puerta riendo discretamente al compartir toda su felicidad, pero al cabo de un par de minutos me sentí tan ajeno al espació que terminé por retirarme para dejarlas solas. Caminé a lo largo del pasillo ligeramente perdido, mirando con cautela las habitaciones abiertas con los padres abrazando a su pequeño hijo con un amor infinito, cada escena parecía tan adorable, cada niño cargaba con una gran ilusión entre su delicadas manos. Caminé sin dejar de mirar continué observando convencido de amar al pequeño Matty con todo mi corazón, de pronto una caja golpeo mi hombro mientras otra caía y tras esa pila se encontraba una cara bastante conocida.
—Lo siento mucho —murmuré bastante apenado por mi descuido.
—No te preocupes, está bien.
—De verdad, lo siento mucho. ¿Nada está roto?
—No lo creó son solamente un par de animales de felpa.
—Déjame ayudarte —tome un par cajas mientras ella tomaba la tercera.
—Incluso los días menos esperados te encuentro entre los pasillos de este hospital.
Solté una risa discreta caminando a su lado de vuelta al ala de maternidad para ir por la parte trasera de los cuneros en donde podías observar a los bebés.
— ¿Qué haces aquí en tu día libre? —dijo con curiosidad mientras me habría una puerta.
—Nació el hijo de Janne.
—Oh, eso es fantástico, dale mis felicitaciones, por favor.
—Deberías hacerlo tú, ella siempre pregunta por ti.
—Lo imagino, pero no soy capaz de estar con alguien que tiene un hijo recién nacido, no me siento completamente cómoda en esa situación —admitió bajando la mirada e indicándome el lugar de las cajas—, pero me alegró mucho por ustedes.
—Gracias —le respondí intentando obtener una última mirada suya sin lograr nada, me quedé en silencio mirando como abría las cajas con sumo cuidado—. Deberías felicitarla solamente a ella, después de todo es solamente su hijo.
—Vamos, Matt. ¿Cuánto tiempo has pasado con ella en lugar del padre del niño? Te ganaste el titulo.
—Supongo.
—No te sientas mal por mí. Muchos padres pierden a sus hijo, es parte de la vida y asumir la ausencia de Annie también es parte de vivir.
—No debes hacerlo sola, te lo he dicho, soy completamente capaz de ayudarte a reconstruir el camino, no es justo...
— ¿Recorrerlo sola? Matt, no quiero ayuda, no puedo darte una esperanza falsa de recuperarme por arte de magia.
—No te estoy pidiendo esperanzas, nunca te pedí esperanzas, quiero estar contigo...
Me quedé en silencio asumiendo mis palabras, ella lo sabía, estaba al tanto de mis sentimientos por ella por Annie, de mis intenciones al estar a su lado y de cuanto lamentaba la ruptura de nuestro vinculo. Me había enamorado de ella, espere a olvidar mis sentimientos, afrontar la realidad al no ser correspondido, pero verla día tras día no me dejaba sin ilusiones, quería olvidarme de la esperanza de verla a mi lado, de saberla feliz de estar conmigo. La llegada de Janne a mi vida se volvió una luz al final del oscuro túnel, la quería tanto, adoraba estar con ella y sentir la paz de estar con quien sí me quería.
—Lo siento mucho, Matt —suspiró tomando un animal de felpa.
—No te disculpes, eso no hace latir a mi corazón con lentitud —me encogí en los hombros dando un par de pasos a la salida—. Siento mucho de las cajas.
—Espera —me tomó del brazo para hacerme voltear de nuevo. Me dio el animal de felpa acariciando su cabeza como si este pudiera sentirlo—, ¿podrías dárselo al bebé?
Asentí.
—Su nombre es Matt.
—Lo imagine —se encogió en los hombros con una sonrisa nerviosa apareciendo entre sus labios—, Janne tiene buen gusto.
Baje la mirada con una risa amarga saliendo de mi garganta, en realidad no estaba seguro de como sentirme, por un lado estaban Janne con esos hermosos ojos azules y el pequeño Matty alegrando mi existencia, pero por otro lado estaba ella, con el pesar de haber perdido a su hija, su esposo y estando sola sin aceptar mi ayuda en ningún momento.
—Serás un gran padre Matt, lo puedo apostar —me acarició la mejilla con delicadeza como si fuera un cachorro herido y sin pensarlo se acerco lentamente entre cerrando los ojos, me quede completamente inmóvil sin comprender lo que estaba ocurriendo, ¿acaso iba a besarme?
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Speechless #3
FanfictionNecesitaba espacio, necesitaba un mundo de distancia entre nosotros, pero a mitad de ese largo recorrido preferí volver a tus brazos. Esta obra se encuentra protegida bajo los derechos de "Safe Creative", se prohíbe cualquier copia parcial o complet...