Salí del lugar con el corazón en la mano, podía comprender a la perfección lo ocurrido en esa casa, no esperaba verla llorando sobre una fotografía mía, pero tampoco deseaba encontrarme con una escena como esa en donde mi imaginación me decía por completo lo que estaba ocurriendo.
—No fue una buena idea, ¿o sí?
—No, soy un estúpido.
—Ella no iba a quedarse de brazos cruzados esperando por ti solamente para ver que regresas y le dices "Lo siento, ya no te quiero".
—Debí prevenirme de eso, ¿cierto?
—Sí, te lo dije, a pesar de clamar un amor infinito por ti ha olvidado cada una de esas promesas, siguió adelante con su vida, no podías esperar menos, lo siento mucho Michael.
—No lo sientas, es lo justo, le prometí volver por ella y falte a esa promesa sin consideración alguna.
—Eres un poco duro contigo mismo.
—Soy sincero, Elizabeth.
Sus ojos claros me reflejaron con cierta ternura a pesar de cada una de mis palabras.
— ¿Quieres ir a algún lugar?—pregunto abriendo la puerta del copiloto.
—No, volveré a casa y voy a descansar un par de días antes de volver a Washington para la lectura del testamento de mi padre.
— ¿Tienes algún plan después de eso?
—No, buscaré la manera de volver a Londres y continuar con mi vida.
—Entonces Londres es tu próximo destino, ¿no has considerado volver a tu casa?
Debía admitirlo, ver a Janne no fue como lo esperaba. Quería mirar sus ojos azules gritando cuanto me amaba a pesar de todo lo ocurrido, escuchar su dulce voz preguntar sobre como era mi vida sin ella y... No lo sé, no podía pensar con claridad, mis acciones eran un par de errores sin remedio alguno, pero de alguna manera el imaginarla esperando por mi regreso me hizo sentir como un completo idiota.
—No, tampoco lo creo como la mejor posibilidad.
— ¿Y cómo volverás a Londres antes de 6 meses?
—Esa es una buena pregunta, tal vez pueda tomar un crucero —me encogí en los hombros—, voy a encontrar la manera.
—Suerte con eso, y sabes en donde encontrarme si necesitas ayuda.
—Gracias —le dediqué algo parecido a una sonrisa mientras daba un par de pasos para cruzar la acera.
—Michael —me llamó abriendo la puerta de su auto—, no perteneces a Londres, quédate en casa —entró en su auto sin dejar de mirarme hasta ponerlo en marcha. Sus palabras no parecían un consejo, tal vez una amenaza o una orden, pero no le tomé mucha importancia a ese tonó de voz, porque había algo de cierto en sus palabras.
Mientras estaba en coma, uno de los sueños recurrentes era estar en casa, mirar ese techo y quedarme ahí por horas. Extrañaba esa casa en donde la melancolía y el dolor se volvieron nada, estar ahí era como viajar a un país completamente diferente, aunque considerando la distancia entre la casa de Janne Adams y la mía no parecía buena idea quedarme ahí.
Cada paso me condujo con cautela a aquella puerta mítica en donde se encontraban resguardados cientos de momentos íntimos entre la letra de numerosas canciones y yo. Cruce la puerta, miré a mi alrededor, todo lucia justo como podía recordarlo, cada mueble lleno de polvo y la noche abrazando las paredes, esa era mi casa, ese era mi hogar. Fui directo al estudio que convertí en biblioteca cuando mi biblioteca se quedó sin espacio, tome el teléfono y esperé unos segundos para escuchar la voz de Emma al otro lado de la linea.
—Hola, ¿Michael? —dijo al instante.
—Hola. Llegué, estoy bien y comenzaré a buscar cada uno de los documentos mañana a primera hora.
—Bien, puedo imaginar lo cansado que debes estar.
—No, estoy bien, quiero tomarme un minuto para familiarizarme con el entorno, revivir algunos recuerdos y para el final de la semana estaré de vuelta.
— ¿Hasta terminar la semana?
—Sí, de alguna manera parece el momento perfecto para encontrarme con el sonido que tanto había buscado, además Elizabeth quiere hablar conmigo sobre algo sobre la disquera y...
—No puedes dejarme aquí una semana.
—No te estoy dejando, solamente quiero resolver mis pendientes.
—Pues vuelve a Washington y te ayudaré con eso.
—Mis pendiente están en Denver.
Soltó un suspiro pesado sin agregar nada, el tono de su voz se altero gravemente cuando relevele mi planes y aquello me daba una pista de la razón.
— ¿Emma?
—La viste, ¿no es así?
—Esa era una posibilidad desde el principio.
—Y asumiste el riesgo como un héroe.
—No estoy aquí para verla, nis intenciones no son esas.
—No, pero estás ahí.
—Basta, no es el momento para actuar como si te estuvieran arrebatando un juguete.
—No, tal vez es el momento para en pensar en como mi novio terminara por volver con su ex.
—No voy a discutir contigo por esto. No es un viaje de placer, son negocios, si quieres creerlo o no por mi está bien, lamento mucho arruinar tu fantástico humor, pero llamaré después.
—Me gustaría creer que estoy alucinando, y te conozco tan bien —bufó.
— ¿Tan bien?
—No lo solamente lo sospecho, ahora lo sé.
—Te llamaré después.
—No puedes negarlo, ¿cierto? —la tristeza le embargo la voz y a pesar de eso no me atreví a mentirle solamente para no herir sus sentimientos.
—Emma... deberías venir.
— ¿Cómo?
—Obviamente no te sientes tranquila con la situación, y si vienes puedo convencerte de tu error.
El silencio al otro lado de la linea me inquieto, ella tenía razón, no podía negarlo, no quería mentirle y había cometido una gran estupidez.
—Te encontraste con ella.
—Sí.
—Esa no era una pregunta. ¿Cómo?
—Al parecer vive en la misma calle.
— ¿Fue una casualidad?
No
—Sí.
—Te esperaré aquí. Adiós.
—Emma —colgó el teléfono sin darme otro minuto para tartamudear e intentar convencerla de algo completamente falso, esos sentimientos por Janne Adams no podían nublar mi juicio, había decidido estar con Emma, la había amado inconscientemente desde siempre y ahora la tenía conmigo, no necesitaba nada más, no necesitaba pensar en la paz de aquellos ojos azules que me acogieron cuando sentía el alma rota, en su sonrisa, en la lluvia cayendo por su cabello y la felicidad que pude sentir. No estaba en Denver por ella, era por mi padre, nada en ese camino era por ella, y eso deseaba creer mientras miraba por la ventana al otro lado de la calle pensando en ese último llanto antes de salir de su casa.
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Speechless #3
FanfictionNecesitaba espacio, necesitaba un mundo de distancia entre nosotros, pero a mitad de ese largo recorrido preferí volver a tus brazos. Esta obra se encuentra protegida bajo los derechos de "Safe Creative", se prohíbe cualquier copia parcial o complet...