El híbrido se sienta, está en la cima de la montaña esperando a ver el amanecer. A su espalda está el campamento improvisado que montaron los de su raza. Sonríe al pensar que hace un mes cría que era el único de su especie. Golpea con fuerza la roca a su lado, ésta se hace trizas.
Están en guerra y era toda su culpa, si no se hubiera dejado llevar por sus emociones nada de esto estaría pasando. Pero no, él tuvo que enloquecer y perder todo lo que quería. Se pregunta como estará su amado lobo.
Levanta la vista al ver el primer rayo de luz solar, deslumbrante. Sonríe feliz, maravillado de tan hermosos colores.
Sus celestes cabellos son acariciados por el viento, cierra los ojos y abraza sus rodillas contra su pecho ocultando las lágrimas que inundan sus ojos azules.
—Taiga, tengo miedo.
Susurra soltando un sollozo.
Más tarde decide darse un baño y luego volver al campamento. Una vez allí se entera de que uno de los lobos había vuelto y que trajo a un emperador consigo, ambos estaban bajo arresto siendo interrogados por los jefes. Corre a toda velocidad hacia el lugar, sólo había dos idiotas suicidas tan locos como para meterse en una manada de híbridos.
—Aomine, déjame pasar —ordena en la entrada, el alto moreno le mira de pies a cabeza.
—¿Acaso los conoces, Tetsuya?
—No estoy seguro —pasa a un lado del mayor, pero éste le detiene agarrándole de un brazo.
—Ni se te ocurra traicionarnos —advierte Aomine apretando fuerte el abrazo de Tetsuya, que se suelta con violencia.
—Claro que no —gruñe molesto por el trato.
Tetsuya llega al interior, en donde los intrusos están apresados y rodeados de los híbridos más fuertes. Se coloca la capucha antes de entrar y sentarse en absoluto silencio, él debía saber que decidirán los mayores antes de intervenir y ganarse miradas de odio.
—Vinimos hasta aquí en busca de un amigo —afirma el emperador mirando a los ojos del supuesto juez, está intentando controlarse lo más que puede, su amante está de rodillas en el suelo atado con grilletes en las muñecas a un gran caño de hierro. Esos malditos lo habían atacado a él, pero Taiga se puso en medio recibiendo los golpes y rasguños. Se sentía muy impotente ya que sus poderes no servían en contra de esas criaturas evolucionadas.
—¿Un lobo y un emperador amigos de un híbrido? ¿Acaso es una broma? —sonríe con burla el líder, Kise Ryouta, conocido por su gran belleza y fuerza, normalmente era carismático y amable, pero cuando se trataba de su manada se volvía serio y determinado. Los híbridos tenían dos personalidades, eran dos almas diferentes, pero Ryouta poseía sólo un alma con el doble de fuerza y voluntad.
—No es una broma, nuestro amigo está aquí. Por él estamos dispuestos a traicionar a los reyes y ayudarlos a vencer esta batalla. Soy un emperador y les seré de mucha ayuda, cooperare en todo, pero no me pidan ser amable. Ustedes atacaron a mi pareja y eso no lo pasaré por alto —Akashi está de pie a un lado de su casi inconsciente lobo, al inicio los habían separado, pero él se las apaño para estar al lado de Taiga.
Tetsuya frunce el ceño al escuchar eso de "su pareja", Akashi sólo era el amante de su lobo. Taiga es suyo, es su pareja y se lo dejará bien claro a ese emperador.
Los híbridos comienzan a hablar entre ellos, intentando llegar a un acuerdo.
—Kise, yo soy la razón por la que ellos están aquí —dice Tetsuya quitándose la capucha, llega a un lado del lobo y le acaricia los cabellos rojos abajo la atenta mirada de todos en la sala.
—¿Kuroko, son tus amigos? —pregunta el líder de los híbridos, Tetsuya asiente—. Está bien —se pone de pie y camina hasta llegar frente al emperador—, aceptó tus condiciones, pero tampoco esperes que seamos amables con un emperador.
Ryouta extiende la mano y Seijuro la estrecha en un firme apretón.
—Lo entiendo.
—Bien. Tetsuya te harás cargo de ellos —el de cabellos celestes asiente rompiendo las cadenas del lobo y abrazándolo con suma protección—, pero no puedo fiarme así que Aomine y Momoi los estarán vigilando.
El emperador y el líder híbrido intercambian una mirada de incomodidad, el notario amor con el que Tetsuya mira a Taiga los hacía sentir fuera de lugar. Kise se retira dejando en la sala a los únicos tres amigos.
—¿Kagami, estás consiente? —pregunta el híbrido separando un poco al mayor de su cuerpo para verle a los ojos.
—Tetsuya —sonríe Taiga recibiendo un profundo beso por parte de su primer amor, le corresponde con felicidad, olvidando por completo que Seijuro estaba ahí con el corazón siendo golpeado con cada segundo que pasa.
—Gracias por venir a mí.
—Jamás te dejaría solo.
Kagami sonríe y acaricia con dulzura una mejilla de Kuroko, que se acurruca contra su cuerpo sintiendo un alivio inmenso. Ya no está sólo, Taiga volvió a él.
El emperador aprieta los dientes y se aleja de la pareja feliz, él sabía que no debía venir, pero aun así está ahí, siendo masoquista.
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El pasado está presente - AkaKaga
FanfictionKagami Taiga busca el amor, pero sin saber que su búsqueda desataría una serie de sucesos que darían comienzo a una revuelta social. Enamoro a dos personas que desataron una guerra. KagaAka Un poco de KagaKuro