El pasado está presente - AkaKaga

Capítulo 3

Seis meses antes.

El lobo toma de las caderas al hombre más pequeño para atraerlo a su cuerpo, siente la piel caliente contra la suya. Suspira en satisfacción al sentir ese bonito trasero presionar contra su duro miembro. Un sensual gemido se escapa de los labios del menor antes de que estos sean devorados por los del contrario en un apasionado beso.

Los labios del híbrido son rojos e hinchados por tantos besos, su respiración jadeante por tantas caricias y sus ojos azules reflejan la lujuria que siente.

—Taiga —susurra sobre los labios de su amante, lo besa con suavidad y pasa su lengua acariciando, siente las manos del pelirrojo bajar por su espalda hasta llegar a su trasero para obligarlo a moverse. Tetsuya suspira y ahoga un gemido entre sus bocas por la excitante fricción contra la dura intimidad del contrario—, Taiga.

—Seijuro —gime el pelirrojo dejando congelado al chico de celestes cabellos, enseguida se percata de la estupidez que acaba de cometer. Tetsuya va a matarlo.

—¿Qué? ¿Te acostaste con él? —pregunta el híbrido agarrando el pene de su amante y apretándolo con fuerza, Taiga grita de dolor y entierra sus garras en los muslos de su compañero, que gime adolorido, pero no lo suelta.

—Tetsuya, no, no lo hice, lo juro —dice Taiga sintiendo que su pene es arrancado—, ¡Lo juro! Yo te amo, jamás te haría tal cosa.

El de cabellos celestes mira fijo a los ojos de su novio antes de soltarlo.

—Pero sientes algo por él o no habrías dicho su nombre ¿Verdad?

Taiga siente escalofríos por la amenazante mirada de Tetsuya, éste se ve inofensivo y hasta tierno, pero no lo es. Lo mejor ahora es distraerlo así que lo toma entre sus brazos y lo lanza contra el colchón. Cualquier propuesta de Tetsuya muere entre sus bocas y lenguas. Taiga no quiere responder y sabe que ambos desean seguir con lo que estaban haciendo.

Ya tendrán tiempo para hablar.

Horas después se encuentran ambos vestidos para dar un paseo por el jardín de la mansión de los Akashi. Recorren un poco el lugar hasta dar con una banca.

—Aún no has dicho nada sobre mi acusación. ¿Es verdad? —Tetsuya juega con los dedos de su amante, éste sólo le mira en silencio y confundido—. ¿Te gusta Seijurou?

—Aún no lo sé —Taiga suspira y con su otra mano acaricia la mejilla del menor.

Ambos están sentados sobre una banca en el jardín con la luz del sol de invierno dándoles de lleno, eso los calienta a pesar de la nieve que tapa todo espacio verde a su alrededor.

—Dime que sientes cuando estás con él —insiste Tetsuya, un escalofrío lo hace temblar. El viento frío no tiene piedad a pesar de sus abrigadas vestimentas, se coloca más cerca del pelirrojo sin percatarse de unos ojos rojos y triste que miran la escena desde lejos.

—¿Por qué quieres saber? Sólo te harás daño.

—Sí, pero es mejor que seas sincero conmigo y yo contigo.

Taiga concuerda con eso, ocultar sus sentimientos no está bien. No es justo que le diga a Tetsuya que lo ama mientras piensa en otra persona.

—Akashi es increíble, a pesar de que todos en su familia lo tratan mal él es una buena persona. Eso... eso me gusta mucho, es algo que me atrae de él.

—Eso también me gusta de él, pero ¿qué hay de su físico?

—Sus ojos son hipnóticos, él huele muy bien y tiene unas manos bonitas.