El pasado está presente - AkaKaga

Capítulo 9

—¿Qué haces?

Es una tarde nublada y fresca, en cualquier momento la lluvia podría caer. Tetsuya se encuentra acostado en el techo de la azotea del edificio, su jefe Seijuro lo ve con curiosidad mientras se acuesta a su lado.

—Estaba esperándote —responde el híbrido tan calmado como siempre—. Pensaba en el pasado y en el futuro, no tome decisiones buenas antes y, sin embargo, siempre intento hacer lo correcto. Pienso que debería irme.

—¿Irte?

—Sí, explorar otros lugares, conocer a otras personas, divertirme y olvidar un poco todo esto, todo... dejar de estar enredado en el pasado.

Quedan en silencio unos segundos, simplemente mirando las nubes grises sin saber que más decir. De repente las primeras gotas de lluvia caen empapando sus rostros y ropas. Akashi se sienta con una rodilla flexionada y observa a su amigo. Tetsuya cierra los ojos por la lluvia.

—Quieres olvidar el pasando y no pensar en el futuro. Me gusta la idea. Vive el presente de la mejor manera sin preocuparte por los demás —el emperador toma las manos del híbrido y lo obliga a ponerse de pie junto a él—. Se feliz.

—Buscaré eso —contesta Tetsuya con una suave sonrisa, aprovecha el acercamiento para atraer al otro en un empapado abrazo—. Volveré cuando lo encuentre. Gracias por todo Seijuro.

Cuando Tetsuya aleja sus cuerpos se da cuenta de lo lamentable que parecen: de sus rostros caen gotas de agua y con esas expresiones tristes pareciera que están llorando. Ambos comienzan a reír por el dramático momento.

—Te extrañaré.

—Y también te extrañaré —Tetsuya aprieta al pelirrojo en un necesitado abrazo que es devuelto con el mismo cariño—. Ya me despedí de todos, me iré ahora.

Eso sorprende a Akashi, pero no lo demuestra.

—Lo tenías todo preparado.

Ambos sonríen al separarse. Tetsuya se aleja unos pasos viendo de frente a su amigo.

—Por cierto, robe un beso de Taiga como despedida. Espero que no sea un problema —la sonrisa burlona que tiene en los labios es signo de que lo hizo a propósito el contarle para ponerle celoso.

Seijuro frunce el ceño, pero no da ni dos pasos cuando su amigo desaparece de su vista dejando una fuerte ventisca en su lugar que lo hace cerrar los ojos. Se cubre con los brazos y logra abrir apenas los ojos, una hermosa sonrisa se coloca en sus labios al ver a su amigo volar con libertad. Los rayos del sol que se filtran entre las nubes crean un bonito arcoíris.

Las alas blancas del híbrido se despliegan a lo largo siguiendo un mismo curso de velocidad, cierra los ojos sintiendo la brisa fría acariciar sus mejillas y cabellos.

Imágenes de lo que sucedió por la mañana vienen a su mente:

—Aún te amo —confiesa dejando perplejo a su ex novio—. Tengo tanta envidia de Seijuro, pero no quiero hacerles daño —de repente Taiga se pone de pie y lo rodea con sus fuertes brazos, con el corazón a mil. Cargado de felicidad lo único que puede hacer Tetsuya es corresponder el abrazo rodeando la cintura de quien una vez fue la persona más importante en su vida.

—Yo te ame —dice el pelirrojo encorvándose un poco más contra el cuerpo del híbrido—, te ame un montón y no me arrepiento. Gracias, gracias por haberme hecho tan feliz —siente el cuerpo del más bajo temblar y sus puños aferrarse a su camisa.

Tetsuya suelta un sollozo, siente lágrimas caer de sus ojos y perderse en el hombro del más alto. Su corazón duele al recordar el pasado, lo que fueron, una pareja feliz, enamorada. El pasado fue hermoso y le es tan difícil soltar todo eso, dejar ir a Taiga, porque todos esos años había tenido una pequeña esperanza de que volvieran a ser como en el pasado, creía que algún día Akashi y Kagami terminarían entonces podría hacer algún movimiento, pero ahora entiende y acepta que jamás volverán a lo que un día fueron.

Kagami al igual que Kuroko recuerda el pasado con cariño y dolor, fue muy feliz y siempre le agradeció por eso al híbrido. Acaricia los cabellos celestes y besa las mojadas mejillas intentando tranquilizar el llanto del pequeño chico, funciona después de unos minutos. Tetsuya deja que el más alto limpie sus lágrimas, se deja mimar unos segundos antes de volver a hablar.

—Tú siempre estuviste conmigo, me cuidaste, dándome todos los gustos, complaciendo cada capricho y sin importar todas las veces que te gritaba siempre estabas ahí para mí. Me mostraste lo que es ser amado. Gracias, Taiga, fui muy feliz como no tienes idea —sonríe avergonzado aceptando el pañuelo que el pelirrojo le entrega, suena su nariz—. En todos los años que estuvimos juntos no recuerdo haber llorado de tristeza.

—Sí lloraste —Taiga toma de las mejillas a Tetsuya y junta sus frente.

—Si lo hice, pero de felicidad.

Ambos sonríen viéndose a los ojos con adoración.

—Perdona por no seguir amándote.

—No digas eso, yo de alguna forma estoy feliz de que encontrarás a alguien que te ama aún más que yo, que te cuida y te valoro desde el primer momento. Una persona que te hace verdaderamente feliz —Tetsuya sonríe y sus ojos brillan de un bonito color azul—. Me iré —los ojos del lobo se abren asombrados ante esas palabras—. Voy a buscar mi felicidad, pero volveré para la boda —afirma recibiendo un cálido beso en la mejilla, no puede evitar sonrojarse y cerrar los ojos por los revoloteos que siente en su estómago. Coloca las manos sobre las mejillas de Taiga y sin permiso presiona sus labios contra los del lobo.

Al separarse se mantienen la mirada unos segundos, Kuroko espera un regaño, pero en cambio Kagami pasa la mano por sus celestes cabellos como siempre hace para consolar a alguien.

—Te voy a extrañar —susurra el pelirrojo apoyando su frente contra la de un conmovido Tetsuya.

—Yo también.

Era la primera vez que se separaban por tanto tiempo desde que se conocieron a los 16 años, y ya hace 9 años desde entonces.

—Te quiero.

—Yo mucho más.

Ambos sonríen y se abrazan con cariño apreciando el momento juntos.

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Falta un capítulo más y termina esta historia.

Gracias a todas y a todos por leer ❤