—¡Rosadita! —exclamó alegre apenas atendí la llamada.
—Ino, ¿qué pasa? —contesté aturdida por su grito chillón. Mi tímpano algún día llegaría a su límite y explotaría, a ninguna le convenía eso, ya que yo quedaría sorda e Ino no me tendría para escucharla, así que no podría desahogarse, debía ser más cuidadosa con su timbre de voz.
—Hola —bajó el tono de su voz, al parecer había leído mis pensamientos—, ¿estarás ocupada hoy?
—No, ¿por qué?
—Ven a comer a mi casa, me encantaría verte, además, aún tenemos que hablar sobre lo que pasó con Sasuke el otro día, no creas que ya lo olvidé —soltó con una risita divertida.
—Suponía que tarde o temprano me preguntarías —contesté serena—, está bien, voy para allá.
—De acuerdo, aquí te espero, no tardes —colgó.
Esa rubia, me volvía loca con todas sus ocurrencias.
Por un momento la situación me pareció extraña, es decir, únicamente nos reuniríamos ella y yo, me encantaba la compañía de Ino, la adoraba demasiado, pero estaba acostumbrada a que saliéramos siempre las tres juntas, mentiría si dijera que no extraño en absoluto a Hinata, me dolía demasiado estár alejada de ella, pero no era yo quien la estaba evitando.Me dí prisa para llegar a su casa, mientras caminaba no podía dejar de pensar en lo que estaba sucediendo; primero que nada, lo inevitable por fin pasó: Naruto me rechazó, él y Hinata se habían alejado por completo de nosotros, sobre todo de mí, Sasuke se convirtió en alguien importante para mí, éramos muy buenos amigos desde hace mucho tiempo, pero ahora era diferente, creamos un vínculo más fuerte y mis sentimientos por él estaban cambiando, y eso me tenía un tanto confundida.
Luego de unos minutos logré llegar, me sitúe en la entrada de la casa de mi amiga, toqué tres veces y enseguida la puerta se abrió.—¡Por fin llegas! —me saludó eufórica y enseguida tomó mis manos, jalándome hacia el interior de su casa—. Vamos, vamos, toma asiento.
—Gracias por invitarme, Ino.
—No es nada, siempre eres bienvenida —habló mientras me guiaba hacia el comedor. Enseguida tomamos asiento, quedando una al lado de la otra, Ino me miró fijamente y forzó una sonrisa—, ¿ya tienes hambre?
—No, ¿y tú?
—No, avísame en cuanto quieras comer, ¿si? —sonrió nerviosa, en respuesta asentí extrañada.
Se veía rígida y estaba tan callada, ese comportamiento era raro en ella. Algo estaba pasando y no quería decirme.
—¿Pasa algo, Ino? —me miró preocupada, su expresión me empezaba a asustar—. ¿Estás bien? —pregunté enarcando ambas cejas, tenía miedo de escuchar su respuesta y no tenía idea de porqué.
Ella se removió incómoda en su asiento, mirando hacia todas partes para tratar de evitar mi mirada, suspiró con frustración y puso sus manos sobre sus piernas, haciéndolas puños y aprentándolas, definitivamente estaba ocultándome algo y estaba tan nerviosa que no sabía como decírmelo. De repente alzó su vista y me miró directo a los ojos.
—Hinata vino a verme —soltó de golpe, para después apretar sus labios y quitar su mirada de mí nuevamente.
—¿Qué? —pregunté desconcertada.
—Ella estuvo aquí, vino a hablar conmigo, estaba alterada y, bueno —balbuceó nerviosa—, no pude simplemente ignorarla.
—¿Cuándo vino a verte?
—Anoche, parece que realmente quiere arreglar las cosas contigo —dijo sumamente seria—, podía notarse bien que estaba arrepentida, ella se veía muy mal.
—Por eso querías verme, ¿no? —Ino asintió débilmente, pero luego me miró detenidamente, como si un recuerdo hubiera golpeado su mente de repente.
—Hay algo más —tragó saliva—, ella... ella fue a casa de Sasuke, pero él la echó de inmediato.
—¡¿Qué hizo qué?! —exclamé mientras me levantaba de una vez, pasé mis manos por mi cabello, sintiéndome frustrada. Cerré los ojos y respiré hondo para tranquilizarme, necesitaba pensar con claridad, volví mi mirada a la rubia, quien me veía asustada, tal vez no esperaba mi reacción, o tal vez si pero no sabía como lidiar con ella—. Está bien, es bueno saber que acudió a ti, aunque me parece sumamente extraño que buscara a Sasuke —dije pensativa—, él y yo nos llevamos demasiado bien, sobre todo en este momento pero, ¿por qué no me buscó directamente a mí? ¿Para qué hablaría con él?
—Ella sospecha lo mismo que nosotras, Sakura.
—¿De qué hablas? —frunció el ceño ante la confusión.
—Sasuke está enamorado de ti —habló con firmeza—. Hinata está totalmente segura, por eso fue a buscarlo.
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No seré yo |SasuSaku|
Fanfiction❝¿Cómo puedo deshacerme de estos sentimientos?❞ Sakura se da cuenta de la cruda realidad; Naruto no está enamorado de ella. ¿Podrá superarlo? Sasuke le ayudará a lograrlo. Historia de mi autoría. Los personajes son propiedad de Masashi Kishimoto.