Capítulo 3

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Al día siguiente me levanté algo desganada, por lo que no me apetecía hacer de desayunar, así que decidí ir a un restaurante

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Al día siguiente me levanté algo desganada, por lo que no me apetecía hacer de desayunar, así que decidí ir a un restaurante. Mi estadía había sido muy buena, había disfrutado mi desayuno tanto como pude, ya que no siempre podía darme este gusto. Estaba por terminar, cuando vi que Hinata entró al establecimiento, quité mi vista de ella inmediatamente, deseando que no me notara, pero fue en vano, ya que segundos después vi como ocupaba la silla que estaba frente a mí.

—Hola —me sonrió, acomodándose en el asiento y recargando sus brazos en la mesa.

—¿Qué pasa, Hinata? —enarqué una de mis cejas, claramente confundida, ella se veía muy tranquila.

—Es una coincidencia que nos encontremos aquí, ¿no crees?

—Sí —contesté cortante. No había dicho nada que me molestara, pero ahora me sentía incómoda con su presencia—, ¿por qué vienes sola?

—Quería disfrutar mi mañana, despejarme de la gente...

—Oh, entonces me voy —que mala idea, querer estár sola y venir a un restaurante. Me levanté del asiento para irme, pero justo cuando había dejado el dinero en la mesa, Hinata puso su mano sobre la mía, la miré desconcertada—. Hinata...

—Escucha Sakura —no me miró a la cara, parecía inquieta—, no quiero que esto arruine nuestra amistad, el que Naruto y yo ahora estemos juntos...

Ahora todo tenía sentido. Quité mi mano de la mesa, Hinata se sorprendió por la brusquedad con la que lo hice, me quedé unos segundos en silencio, contemplando su rostro, ahora mismo parecía asustada.

—¿Te das cuenta que me duele que lo digas como si yo no sintiera nada? —Hinata calló, no sabía como hablar del tema sin herir a su amiga.

—Jamás quise hacerte daño —la miró, entristecida—, cuando me di cuenta, ya estaba enamorada de Naruto.

—Yo también lo estoy, y hace más tiempo que tú —dijo, con la mirada en el suelo—, pero puedes estár tranquila, no me voy a entrometer —le dio la espalda.

—Por favor Sakura, no te comportes así conmigo.

—Déjame pensar mejor las cosas Hinata, por ahora no deseo hablar contigo.

No tenía nada que decirle, estaba molesta por su falta de sensibilidad, ¿acaso quería que la felicitara?

Quien diría que yo terminaría con el corazón hecho pedazos.

Salí del restaurante y regresé a mi casa. Sasuke llegó algunas horas después, le había llamado porque lo necesitaba, él me ofrecía su hombro sin quejarse. No estoy diciendo que sólo lo necesito para desahogarme, era mi amigo y me apoyaba, yo haría lo mismo por él.

—¿Hablaste con ella?

—No demasiado, no pude, decidí huír.

—Entiendo, por supuesto iba a costarte trabajo, pero... —tocaron la puerta, interrumpiéndolos, Sasuke se digirió rápidamente a ésta y la abrió, entrando de golpe un rubio.

—¡Sakura! —Naruto la llamó, ésta se levantó al escuchar su voz. El rubio se veía molesto, ignoró a Sasuke y caminó para plantarse frente a ella.

—¿Que pasa? —preguntó confundida al verlo tan alterado.

—¿Puedes explicarme por qué hiciste llorar a Hinata?

Sakura abrió los ojos, claramente sorprendida, ¿su amiga le había contado a Naruto? De verlo a él, pasó a ver a Hinata, quien estaba justo detrás del rubio, realmente se notaba que había estado llorando, pero, ¿por qué no le explicaba cómo habían sucedido las cosas?

—No tenía idea de que había llorado, estábamos hablando hace unas horas, pero...

—No te hagas la inocente —la interrumpió, molesto.

Sakura enmudeció, Naruto no le había hablado nunca de esa manera. Ya molesto, me aproximé hasta quedar al lado de Sakura, con una mano la tomé del brazo y la pegué a mi cuerpo, me miró sorprendida, pero no dijo nada, ni se separó de mí. Naruto también se sorprendió por mi acto, pero volvió a mirarnos serio.
No permitiría que la tratara mal.

—Hinata —la llamé fríamente, se exaltó, pero caminó hasta acercarse a nosotros—, ¿por qué no nos cuentas cómo estuvieron las cosas?

—Bueno —miró de reojo a Naruto—, ella y yo hablamos hace unas horas, quería que resolviéramos un malentendido, pero Sakura se molestó y me dejó sola.

—Te dije que no quería hablar contigo en ese momento, no quería ser grosera ni mucho menos, quería tranquilizarme, por eso me fui —Sasuke miró a Naruto, al parecer ya caía en cuenta de que había sido un malentendido.

—Fue otro malentendido, ¿ves? —le dije obvio—, y como ya no tienen nada que hacer aquí —me aproximé a la puerta y la abrí completamente—, pueden irse.

—Oye —Naruto tomó del brazo a Sakura—, lo siento —ella agitó su brazo bruscamente para que él la soltara.

—Váyanse —dijo avergonzada, ni siquiera podía voltear a verlos. Hinata sólo tomó de la mano a Naruto y salieron de la casa.

Sasuke se aseguró de que la puerta estuviera bien cerrada y después se dirigió a la pelirrosa, notando como ésta tenía clavada su mirada en el suelo, se acercó poco a poco a ella y la abrazó, de inmediato se escuchó como ella soltaba quejidos, le había dolido la actitud de sus amigos.

—Te lo dije —soltó molesto—, ellos no te merecen —la apreté más a mi cuerpo, me sentía impotente al no poder hacer que Sakura se sintiera mejor. Poco a poco ella se aferró a mí.

—Sasuke —susurró, entre llanto—, creí que Hinata no quería herirme, la desconozco totalmente —se quedó callada un momento, le costaba respirar al mismo tiempo que hablaba—, me duele.

—Lo sé —acaricié su cabello, no sabía que decirle, mis palabras no ayudarían demasiado.

Nos quedamos así por un momento. Tal vez no podía aliviarla con palabras, pero con un abrazo sí; creía que así, Sakura no se sentiría sola. Me tenía a mí, y eso era suficiente, porque yo no la abandonaría nunca.

No seré yo |SasuSaku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora