Capítulo 12

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En busca de una respuesta concreta me dirigí de inmediato a casa de Sasuke, mientras tanto mi mente no dejaba de pensar en lo mismo: él está enamorado de mí, creí que solo era un malentendido, pero ahora estoy segura de que me he estado engañando ...

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En busca de una respuesta concreta me dirigí de inmediato a casa de Sasuke, mientras tanto mi mente no dejaba de pensar en lo mismo: él está enamorado de mí, creí que solo era un malentendido, pero ahora estoy segura de que me he estado engañando a mí misma, lo supe desde el día que fuimos al cine y tomó mi mano, pero quise negarlo porque los sentimientos que tenía por Naruto eran tan fuertes que me cegaban.

Caminé rápidamente por las calles, tratando de formular lo que diría apenas llegara, ¿cómo podía justificar mi visita? Tal vez era una mala idea, pero me negaba a dar marcha atrás. Mis nervios aumentaban con el pasar de los minutos, pues cada vez estaba más cerca, mis pasos se hicieron más pequeños cuando logré quedar frente a la casa, la observé por varios segundos y respiré hondo, tomando fuerzas para lo que estaba a punto de hacer.

Sé que cuando Sasuke abra esa puerta nuestra relación cambiará, lo único que no sabía era si para bien, o para mal.

Me acerqué a la puerta y la miré detenidamente, estaba estática y nerviosa, quería arrepentirme y salir huyendo, pero era tarde para hacerlo, rápidamente levanté mi mano y toqué, segundos después ésta se abrió, dejándome ver al azabache, enseguida bajé mi mirada, no podía sostenerla, no podía verlo a los ojos y aparentar que no estaba sucediendo nada conmigo.

—¿Sakura? —preguntó confundido. No tenía ni idea de que hacía ahí, ni siquiera me había molestado en avisarle.

—Hola, Sasuke —sonreí nerviosa sin quitar mi mirada del suelo—. Perdón por no avisar que vendría —reí nerviosa.

—No importa —dijo para después quedarse callado unos segundos—, pasa, por favor —pidió amablemente.

Apenas entró a la casa se detuvo, Sasuke cerró la puerta y quedó detrás de ella, observándola curiosamente, la pelirrosa por su parte se encontraba sumergida en sus pensamientos, sin darse cuenta de que no había avanzado ni un poco, seguía ahí mismo y en silencio, algo que no era común en su comportamiento.

—¿Sucede algo, Sakura?

—¿Huh? —se giró para verlo, su cara fácilmente la delataba, al percatarse de que él la miraba extrañado rápidamente cambió su semblante de confusión—. No, solo quise venir a verte —mintió mientras sonreía—, ¿no te molesta que haya venido?

—Claro que no, me alegra que estés aquí —dijo sinceramente, sonriendo levemente—, pero vamos, hay que sentarnos —ágilmente tomó una de las manos de la pelirrosa y tiró de ésta para ir hasta el sofá.

Sasuke avanzó, dándole la espalda, de esta manera no pudo ver el leve sonrojo en las mejillas de Sakura. Por primera vez había sentido nervios al tener contacto físico con Sasuke, entonces quizá lo que le había dicho a Naruto era cierto.
El azabache tomó asiento, y después lo hizo ella, quedando cada uno en los extremos del sofá, eso lo descoló, pero no dijo nada.

—Sasuke, hablé con Hinata y Naruto —informó con la voz temblorosa, al no escuchar su voz volteó a verlo, él parecía tranquilo, incluso su rostro se había vuelto más serio.

—¿Cuándo?

—Hace un rato —bajó la mirada por unos segundos y luego la volvió a él—. Sé que Hinata intentó hablar contigo, incluso me confesó que se ofreció a ayudarte con... —mordió su labio e hizo una mueca de frustración, era más fácil pensarlo que decirlo—, como sea, no importa —el azabache evitó verla, ella lo sabía y le daba igual, era un golpe duro para él, estaba por protestar pero ella continuó—, sé que la echaste y realmente no me molesta, ella estaba actuando de manera egoísta, no me gustaría que se aprovechara de ti.

—Sabía que lo hacía para su propio beneficio, jamás aceptaría su ayuda, incluso Naruto vino a visitarme después, él quería romperme la cara por decirle sus verdades a Hinata
—alzó los hombros, restándole importancia—, perdí a mi mejor amigo.

—Los perdimos, Sasuke —se sentía tan decepcionada de ambos, los únicos heridos parecían ella y el azabache.

—Sí, nunca creí que Naruto sería tan egoísta y envidioso —pasó una de sus manos por su cabello y lo removió con frustración—. Incluso él quería pelear conmigo.

—¿Pelear? —preguntó impresionada—. ¿Por qué?

Sasuke tragó pesadamente, no podía decirle que el rubio prácticamente le había declarado la guerra por el amor de Sakura, sería estúpido, como él entendía la situación ella ya estaba enterada, pero tal vez sería incómodo hablar de eso. No necesitaba saberlo.

—Olvídalo —sonrió amargamente—, al diablo con ellos, son un par de idiotas y no los necesitamos, tú me tienes a mí, y yo te tengo a ti —sonrió ladinamente, eso era lo único que le importaba, tenerla a ella, no aceptaría ni se conformaría con su rechazo indirecto—. Hablemos de otra cosa, ¿de acuerdo?

Que evitara el tema repentinamente le desconcertó, pero tenía razón, sacar de tu vida completamente a las personas que no te brindan nada bueno, es exactamente lo que harían.

Sakura sonrió levemente y asintió, esta era una oportunidad para los dos y la aprovecharían.

El problema ahora era, ¿cómo le diría que ella ya estaba enterada de sus sentimientos? ¿Cómo le confesaría que tal vez éstos eran mutuos?

No seré yo |SasuSaku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora