26. Perdón y Gracias (parte 2).

1.4K 142 25
                                    

Mantuve los ojos cerrados hasta que se escuchó un golpe en la puerta, supuse que era Iker así que no me moleste en preguntar quién era. Pero al ver quién estaba del otro lado de la puerta, quise haber sido más inteligente.

- Pregunté por ti y me dijeron que no te sentías bien así que averigüe tú número de habitación para comprobarlo y traerte algo caliente. - El rubio y su sonrisa amplia, en sus manos llevaba una taza que supuse que contenía té.

Me quedé varios segundos intentando descifrar qué estaba sucediendo cuando él simplemente ingresó a la habitación haciéndome a un lado con toda la delicadeza del mundo. ¿Qué hace él aquí?

- No deberías haberte molestado... - fue lo único que pude formular en palabras cuando lo vi pasearse por mi cuarto hasta depositar la taza en una pequeña mesa en el centro de la habitación.

- Te veías algo triste allá abajo, solo quise ser cordial. No recuerdo cómo solía ser pero mis padres se esfuerzan para que según ellos "sea mejor". - sus palabras hacían que mi mente viajará a mil por hora.

- No sé que te ha sucedido pero seguro pronto volverás a ser el mismo. - murmuré con la mentira haciendo arder mis manos, froté éstas contra mi jean y me dispuse a intentar actuar lo más normal posible.

Aunque quién actuaría normal cuando se tiene al tipo que dejaste sin recuerdos en la misma habitación. Ni siquiera siento culpa, no sabría qué hacer de ser así. - Ellos creen que es una segunda oportunidad que les dio la vida para hacer todo lo que antes no pudieron conmigo. - Literal, pensé.

A sus padres les vino muy bien, teniendo en cuenta que es el único heredero y que su antigua forma de ser no les permitía manipularlo. Ahora parece un niño perdido.

- Supongo que debe ser muy difícil para ellos... - intenté sonreírle o al menos corresponder un poco de esa alegría que el desprendía pero no podía. Me sentía congelada de pies y alma.

¿Qué se supone que debo hacer? ¿Por qué me haces esto Lucifer? ¿Tanto me odias?
Deja el drama, Iz.

- Supongo... - repuso y negó un poco como si sus pensamientos volaran por allí. - perdón por venir hasta aquí pero quería saber cómo estabas. Te traje un té, mi madre dice que alivia el alma aunque no creo que sea así.

Se rió al ver como arrugaba mi nariz ante sus palabras.- Quizás querías descansar y estoy molestando...

¿Qué debo decirle?

- No, en realidad sí, estaba esperando a mi prometido. - solté las palabras tan rápido como pude porque algo en esta situación no estaba gustándome.

Algo como el hecho de estar a solas con él, algo como la sensación que seguía clavada en mi mente al verlo. Esa sensación de atracción que no debería existir. Me quedé observando sus ojos por varios segundos tanto que lo hice sonreír aún más. ¿Qué está sucediendo?

- ¿Ves algo que te guste? - su voz sonó más atrevida pero no dejaba de ser dulce. Dulce como nunca antes pudo haber sido, quizás sí hice algo bueno con él. - Perdón, mejor me voy. No quiero que tú novio llegué y se ofenda porque estoy aquí.

Obvie responder su primera pregunta porque como a él, me sonó innecesaria. Asentí con una media sonrisa y caminé nuevamente hasta la puerta. La abrí con lentitud aún intentando desviar mi atención de su rostro. ¿Por qué se veían tan celestes?

¡Lucifer! ¿Qué está pasando conmigo?

- Gracias por el té, Jamie. - dije cuando cruzó la puerta.

Su rostro parecía tan perfecto que estoy segura que hasta Zeus creería que se trata de un Dios. Sigo creyendo que de existir los ángeles, seguramente se verían como él.

IBIZA ✔️ || Historia Finalizada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora