38. El No-Final.

1.1K 114 30
                                    

Un mes después.

Me encantaría decir que tuve la mejor luna de miel del mundo, y aunque así fue, no terminó como lo esperaba.

Debería retroceder en el tiempo y contar paso a paso de esos días que vivimos juntos con Iker. Sé que debería ser la típica relación cliché que termina con su "Y vivieron felices por siempre" pero... No soy la típica protagonista de un cuento de hadas.

Aún así para que comprendan lo que padezco en este momento, debo retrotraerme en el tiempo. Aunque recordar sea doloroso.

Doloroso porque desde ese día, no he vuelto a ser la misma.

Un mes antes.

- ¡Iza, deja eso ahí! No es nuestro... - La voz de Iker en susurros me hacían reír en voz alta mientras guardaba las toallas blancas del hotel de Mykonos. - ¿Sabes que somos dueños de un hotel verdad?

- Ay, amor. Es solo una toalla. Nadie va a extrañarla. Además no comprendo por qué susurras si aquí nadie va a escucharnos. - El ceño fruncido del castaño se hizo presente haciéndome reír aún más. Me sacó la legua y se alejó hacia la habitación mientras yo seguía guardando uno que otro recuerdo.

Debo decir que han sido las mejores vacaciones de mi vida, la primera lejos de mis hermanos y hermanas. Por primera vez, pude sentirme normal. Recordar cada día de estas dos semanas me hacen querer quedarme aquí, en este paraíso.

Llevamos un mes viajando y éste ha sido nuestro último destino, no deberíamos volver a casa aún pero tenemos obligaciones que cumplir. Estoy tan extasiada con nuestra nueva vida que no me arrepiento de nada.

- ¿En qué estás pensando? - Es la primera pregunta que recibo cuando ingreso a la habitación y acomodo el último bolso sobre la pila restante de valijas, ya listas para volver a casa.

- En que me gustaría vivir aquí. - Suelto con una amplia sonrisa al encontrarme con los ojos verdes del chico que amo. Automáticamente sus brazos envuelven mi cintura y me acurruca junto a él en un gesto tierno.

Mentiría si dijera que no amo esto. Tenerlo.

- Pero no podemos, princesa. El hotel y nuestras familias esperan. - Musita en mi oído antes de depositar un cálido beso justo allí.

Al oírlo suspiro con frustración pensando en todo lo que espera a nuestro regreso. - Lo sé, aunque deberías admitir que sería genial vivir aquí. Lejos de nuestros apellidos y mundo.

- Sí, mi amor. Lo admito. - Su voz suena tan tierna que me hace querer permanecer así. Pero finalmente me suelta no sin antes dejar un beso en mis labios para luego comenzar a levantar unas valijas. - Debemos irnos, se hará tarde sino. Supongo que nuestro transporte llegará pronto.

- ¿No nos olvidamos nada?

- No, Iz. Hasta te has llevado cosas de más. - Le hago una mueca divertida y termino ayudándolo con las maletas.


***

El frío de Oxford nos recibe al bajar del avión, el vuelo fue bastante tranquilo y pude dormir la mayoría del tiempo. Aunque debo admitir que no extrañaba para nada este clima.

- Home sweet home. - Dice mi esposo junto a mi al observar el cielo nublado.

- Toda una sorpresa. - Digo irónica obteniendo una sonrisa divertida.

- Es hermosa nuestra ciudad, Iz. Realmente prefiero el frío. - Coloco los ojos en blanco mientras camino detrás de él para llegar junto a nuestras valijas nuevamente. - ¿Habrán mandado a alguien por nosotros?

IBIZA ✔️ || Historia Finalizada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora