Capítulo III

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Caí en un profundo sueño, dentro del sueño me encontraba en una mansión gigante, intentaba abrir cada una de las puertas, pero me era imposible hacerlo, al final del pasillo resplandecía una luz blanca, corrí hasta llegar a ella, entré a la habitación y me he dado cuenta que está es muy hermosa y gigante, a un costado se encontraba un hombre, tenía una máscara puesta que se encargaba de tapar su rostro.

-Pasa Allisson- Se dirigió a mí, su voz era ronca pero dulce.

-Puedo saber, ¿quién eres tú?- me acerqué con un poco de pavor, pero me arme de valor y me dirigí hasta donde él se encontraba.

Se levantó y la poca distancia que quedaba entre nosotros se iba desvaneciendo ya que se acercó hacía mí, trato de abrázame, pero yo estaba confundida por lo que él trataba de hacer

-¿Puedes decirme quién eres?- me alejé un poco

-Has perdido la memoria pequeña, ¿O me equivoco?- <<¡Dios, él está en lo cierto!>> Pensé en mis adentros.

-¿Cómo sabes eso?- me encuentro muy confundida.

-Se muchas cosas de tí Allison, pero no te diré qué cosas, así que por ahora abrázame pequeña, soy un portal hacía tu pasado.

-¿Qué pasará si lo hago?- tenía miedo, me alejé un poco de él.

-Acércate pequeña, no temas, nuestra anatomía hará que te pasen cosas míticas.

Me acerqué confiando en su palabra, cuando lo abrace, se podría decir que caí en un trance, me encontraba en una casa, no era de muchos lujos, dentro de ella se encontraba una familia conformada por padre e hija, <<Entrá Allison, no temas pequeña>>, una voz me hablaba en mis pensamientos, tenía un poco de miedo para hacerlo, pero me arme de valor y entre a la casa, parecía como si fuese invisible, no podían verme, al fin entré, ahí se encontraba una niña  aproximadamente de 5 años, era muy pequeña, pero a la vez muy bella, a su lado se encontraba un hombre alto, pelo castaño, tes mulata, sus ojos eran completamente negros, los dos tenían bastante parentesco, la niña se encontraba muy feliz en los brazos de su progenitor, subieron a la habitación de la niña, la habitación era muy colorida en sus paredes se encontraban paisajes pintados, era muy tranquila su habitación me parecía muy conocida, el padre le relató un cuento a la pequeña:

-Había una vez una niña muy mona, llamada Allison, como tu cariño- la niña soltó una risita, sus ojos eran negros, tenía una melena preciosa- ¿Sabés qué es lo mejor que tiene esa niña?- preguntó su padre.

-No papi, ¿¡Qué es!?, ¿¡Qué es!?- la niñita daba saltitos sobre su cama.

-Pues... Tenía poderes sobrenaturales- el padre se levantó e hizo mímicas como un súper héroe.

-¿Podía mover las cosas con la mente?, ¿era la forja del fuego?- se veía tan emocionada e interesada en el tema.

-Si cariño, ella puede mover las cosas con la mente, puede incendiar el mundo si ella así lo quisiera, hasta podría volar- el padre se lo contaba con la sonrisa más amorosa que he visto.

-¡Papi, papi!, ¿Yo podré hacer eso algún día?- ella se encontraba demasiado emocionada.

-Si cariño, yo te lo enseñaré pasó a pasó- La tomo entre sus brazos

-Papi pero yo no quiero destruir al mundo- hizo pucheros

-No mi amor, claro que no lo harás, el amor que crece cada día en tu hermoso corazón, no dejará que eso suceda.

Cuando de pronto se abrieron las puertas y las ventanas de la habitación, el viento era demasiado fuerte, al final resplandecía un grupo de llamas rojas, eran impresionantes, dentro de ellas se encontraba una mujer muy bella, tenía el cuerpo muy definido, tanto como sus facciones, su cabellera rizada era completamente negro, sus ojos eran tan negros como la noche, su estatura media, teníamos demasiado parentesco con esa mujer.

-¿Cómo has conseguido entrar?- dejó a la pequeña a un lado.

-¿Qué, a caso no es obvio Draco?, Vine a traer a quién me pertenece- hablaba caminando hacía ellos, por cada paso que daba iba dejando un rastro de fuego por el camino.

-¡Ella no te pertenece Daren!- Gritó el padre de la niña, al parecer su nombre es Draco.

-¡Ella pertenece a la oscuridad, Draco entiéndelo!- gritó más fuerte Daren

-¡Papi papi, tengo miedo!- gritaba la pequeña al ver tal discusión.

-Ven conmigo cariño, conmigo no te faltará nada- Daren se acercaba a la niña, mientras esto sucedía el fuego de su vestido desaparecía.

-¡Nó la toques Daren!- gritó Draco tratando de interponerse entre la pequeña y ella, pero Daren saco sus manos he hizo dos bolas de fuego, con esto tiró al fondo de la habitación al padre de la niña.

-¡Ella es mi hija, entiéndelo Draco!- tomó a la niña entre sus brazos y desaparecieron las dos.

Draco se veía muy angustiado, así que optó por llamar a Gale.

-¡Gale ven aquí!- trató de gritar pero le costaba trabajo, ya que Daren lo había lastimado.

-Si, señor- hablo un muchacho mientras entraba a la habitación, era un chico alto, sus ojos eran preciosos ojizarcos, parecían cerúleos, hechos por los mismos dioses de los cielos, su cabello hacía un buen conjunto con sus hermosa sonrisa, era simplemente una fusión magnífica, ¡Joder esté chico si que es hermoso!

Desde hoy en adelante serás ángel custodio de mi hija, no dejes que le pase nada malo, tuve tanta nesciencia al permitir que su madre hiciera tal apotropaico, sólo porque me encontraba al borde de la muerte.

-Señor, pero usted sabe que yo pertenezco a la raza de ángeles y demonios, no puedo hacerme cargo de ella- habló con tal sencillez.

-Yo te he dado una orden Gale, además me debes el favo por haberte brindado mi hogar para que te quedarás, así no te mataría Daren y como jefe de los querubines está prohibido que no hagas caso a mis mandatos, y además Gale, ¿quién mejor que tú para cuidar de mi hija?.

-Está bien señor, pero no puedo ocultar mis alas.

-Las personas no las podrán ver y te cambiaré el nombre, desde hoy te llamarás Johann, Johann Morris, y por último no te enamores de Allison ya que eso desataría la guerra más grande dentro los querubines y los ángeles demonios.

De pronto desperté del sueño, mi corazón latía a mil por segundo, estaba asustada y pensativa por saber el por qué había soñado cosa tan extraña, todo lo que he soñado es tan parecido a mi realidad.

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Hola lectores hermosos, en los capítulos anteriores no había dejado ninguna nota, así que opté en dejar una por acá, gracias por leerme y no olviden dejar comentarios y sus votos :3

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