DÍA 1: VOZ

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Caminaba por los pasillos del hospital; el eco de mis zapatos resonaba sobre el mármol blanco que cubría el piso. Observaba a médicos, enfermeros y pacientes desplazarse con prisa de un lado a otro, en una rutina perfectamente coreografiada.

—¡Jin! ¿Podrías asistir al doctor Jeon? Tengo que ir al área de Urgencias; están solicitando personal adicional —me dijo una de mis compañeras, algo agitada.

—Claro, ¿en qué habitación está?

—En la habitación 520. Aquí tienes el expediente clínico del paciente.

Me entregó un folder amarillo con varias hojas en su interior.

—Gracias, Jin. Nos vemos más tarde —agregó antes de desaparecer por las escaleras de servicio.

Mientras me dirigía a la habitación, abrí el expediente y comencé a leer los datos del paciente:

Nombre: Kim Taehyung
Sexo: Masculino
Edad: 22 años
Diagnóstico: Carcinoma pulmonar en estadio IV con metástasis pleural.

—Demasiado joven… —pensé con tristeza. Siempre es duro ver apagarse una vida que apenas comenzaba, llena de sueños no realizados.

Llegué frente a la puerta con el número indicado y entré con suavidad. Dentro, el doctor Jeon conversaba con el paciente.

—Buenas tardes, doctor Jeon. Vengo a asistirlo en lugar de Jennie —anuncié para hacerme notar.

Ambos, el médico y el paciente, se giraron hacia mí. Sentí el peso de sus miradas, especialmente la del paciente, que me escrutaba con una intensidad inesperada.

Bajé la mirada, algo incómodo por lo denso del ambiente.

—Ah, sí, claro. ¿Podrías encargarte de registrar los signos vitales del paciente? —dijo el doctor Jeon, entregándome una hoja de monitoreo clínico.

Tomé la hoja y, sacando una pluma de mi uniforme, me acerqué a Taehyung. Procedí a registrar su pulso, presión arterial y temperatura corporal.

Por el momento, todos los parámetros estaban dentro de rangos estables.

—Bien. Revisa los signos cada treinta minutos. Si detectas cualquier cambio, notifícamelo de inmediato.

El doctor salió de la habitación, dejándome a solas con el paciente.

Estaba a punto de retirarme cuando sentí su mano aferrarse suavemente a mi muñeca.

—No te vayas —pidió con voz grave, una voz inusualmente profunda, casi hipnótica.

Me detuve y giré para mirarlo. Era increíblemente atractivo: ojos café oscuro, pestañas largas, cabello rubio desordenado y una mirada penetrante que parecía leerme el alma.

Me senté en la silla junto a su cama, esperando que hablara de nuevo. Quería volver a oír esa voz.

—¿Cómo te llamas?

Su tono volvió a provocarme un leve escalofrío.

—Kim Seokjin. Pero puedes decirme Jin —respondí con una leve sonrisa.

—Seokjin… Me gusta. Me gustas tú también.

"¡Rayos!", pensé. Me estaba coqueteando, y lo peor era que no podía evitar sentirme halagado… y emocionado.

—¿Qué cosas dices? Intentar conquistar a tu enfermero no es muy ético.

—¿Y por qué no? Si alguien siente atracción por otra persona, es natural intentar cortejarla, ¿no es así?

𝙾𝚗𝚎 𝚂𝚑𝚘𝚝𝚜 𝚍𝚎 𝚃𝚎𝚛𝚛𝚘𝚛 || ᵃˡˡ ˣ ʲⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora