❝Protected❞ ♱ .. ﹙Yoonmin﹚

U N O

Miró a la izquierda y luego a la derecha antes de cruzar la calle, cómo se esperaba, no había ni un alma en la ciudad debido a que ya había anochecido y estaba lloviendo, eran las siete y cuarenta y cinco de la tarde, él recién estaba a punto de ingresar al trabajo.
Tenía que quedarse toda la madrugada atendiendo la gasolinera del tío de su amigo, le pagaban lo suficiente y estaba satisfecho ya que alcanzaba para subsistir.
Todos los días era la misma rutina, se levantaba a las cinco de la tarde o a veces más, se preparaba y al anochecer le tocaba trabajar hasta las seis de la mañana.

Cerró el cierre de su abrigo puesto a que hacía un terrible frío gracias a la temporada, caminaba con la cabeza gacha y apurado debido a la tormenta que se avecinaba. Antes de llegar a la gasolinera se puso a ver la triste ciudad en la que vivía, no conocia a casi nadie, los habitantes de la pequeña ciudad eran muy reservados y vivían encerrados en sus casas. El clima allí era demasiado deprimente para su gusto, llovía la mitad del año y la otra mitad estaba nublado. El sol salía raras veces y eso hacía del pueblo un lugar sumamente extraño.

Llegó a la gasolinera e ingresó al autoservicio donde lo esperaba su mejor amigo Hoseok con una resplandeciente sonrisa. ¿Cómo podía transmitir tanta felicidad en una ciudad tan triste como esa?

—Buenas tardes. —dijo Hoseok —¿En qué pensabas tanto que tardaste en entrar?

—En esta horrible ciudad. —El peligris se sentó junto a su mejor amigo a esperar que un cliente se digne a aparecer.

—Si a veces pienso que es muy aburrido vivir aquí. —Hoseok abrió un paquete de papas fritas. —Pero mírale el lado positivo, dentro de unos meses tendremos todo el dinero ahorrado y nos iremos de aquí.

—Éstos meses pasan demasiado lento, quiero que vayamos a New York lo antes posible. —El peligris le robó unas papas fritas a su amigo. — ¿Tú crees que nos irá bien allí?

—Por supuesto que sí Jimin, nos irá de maravilla. —el pelirrojo volvio a sonreír. —no es por ansioso pero esta ciudad hasta llega a darme miedo, todos son extraños...

—Por algo todos los nativos de aquí se están yendo, ¿oíste lo de las desapariciones? — Jimin frunció el seño — Yo creo que hay un asesino suelto, o un secuestrador...

—La mafia tal vez está haciendo de las suyas.

—Es otra opción. —Ambos oyeron el ruido de la puerta abrirse y a una mujer entrar desesperada.

—¡Ayuda! —La muchacha cayó en el suelo muy agitada y las lágrimas brotando de sus ojos. —Q-querian llevarme.

Jimin y Hoseok se levantaron asustados y fueron a ayudar a la chica.

—¿Quiénes? —Jimin ayudó a la chica a levantarse y le dió un asiento.

—No lo sé, eran tres hombres, no son del pueblo. Eran extranjeros... Querían atacarme pero me escapé de ellos. —la muchacha tiritaba de frío.

—¿Cómo te llamas?—preguntó Jimin.

—K-kim Jisoo. —dijo la muchacha.

—Esta bien, Jisoo, mi amigo se encargará de llamar a las autoridades mientras tu mantén la calma... —el peligris la calmó.

Hoseok se encargó de llamar a la policía que tardó más de treinta minutos en llegar, nunca se podía esperar algo bueno de la policía ya que siempre hacían caso omiso a los problemas del pueblo.
La chica fue llevada a la comisaría más cercana para denunciar a estas tres personas de identidad desconocida mientras Hoseok y Jimin siguieron con su trabajo normalmente.

Las horas parecían ser interminables para ambos muchachos, ya no sabían de que hablar puesto a que compartían muchas horas juntos.

—¿Vamos afuera un rato? Ya paró de llover y estar aquí encerrado me sofoca. —dijo Hoseok y Jimin asintió.

Salieron del autoservicio para quedarse en la gasolinera por las dudas de que algún auto necesite cargar gasolina.
Hoseok sacó un paquete de cigarrillos y lo encendió allí sin más.

—Oye, es peligroso fumar aquí, podría explotar todo. —dijo Jimin observando cómo su mejor amigo le daba una calada al cigarro.

—De algo hay que morir. —sonrió —Si no muero ahora de alguna forma el cigarrillo terminará matandome.

—Yo no quiero morir incendiado. —Jimin río. — Que más da, convidame uno.

Hoseok río también y le pasó los cigarrillos a su amigo para que este encienda uno y disfrutara del placer que le daban sus pulmones inhalando tal humo.

—Jamás creí que te convirtieras en fumador minnie. —dijo Hoseok.

—Bueno, no tengo nada que perder. —el peligris bajo la mirada. —No tengo familia, padres, hijos y demás. Tengo una aburrida vida en un horrible pueblo.

—Pero tienes juventud amigo, no es bueno que la desperdicies.

—Y tú solo tienes dos años más que yo, también eres joven para echar a perder tu vida. — Jimin suspiró. — Parecemos dos idiotas dándonos consejos de salud mientras estamos fumando ¿No crees?

—Concuerdo, el aburrimiento nos hace decir estupideces. —Hoseok rió.

—Cuéntame algo de tu vida amigo, hace tres días que no vienes al trabajo. —dijo Jimin dándole una calada a su cigarrillo.

—Es que estoy saliendo con alguien. — El pelirrojo sonrió. —Es muy atento conmigo.

—¿Lo conozco? —Jimin preguntó.

—Oh, es muy poco probable. El es nuevo en el pueblo, lo conocí en el supermercado.

—Entonces dime, ¿Es algo serio?

—Todavía no hemos formalizado, él es algo misterioso pero me agrada eso... Hace que la relación sea un poco más interesante. — Tiró la colilla de cigarrillo y la pisó.

—Entonces está todo bien.

—¿Y tú minnie? ¿Tienes algún chico en mente?

—¿Chico? —Jimin rió. — Sólo me gustan las mujeres.

—¿En serio? Creí que eras gay... Es decir, lo pareces...

—Idiota, me gustan las mujeres. —Jimin rió—Aunque no tengo a nadie en mente, se puede decir que no he encontrado a nadie.

—Entiendo, ya llegará la persona indicada Minnie, jamás te he visto con pareja.

—Es porque no tengo una desde los quince. —El peligris sonrió.

Ambos vieron a un auto negro estacionarse frente a ellos, llamó mucho su atención debido a que no solía andar por el lugar, era alguien nuevo en la ciudad definitivamente.
Hoseok se acercó al auto y el conductor bajo la ventanilla mientras Jimin solo observaba y oía de lo que hablaban.