Trapped \\5SOS//

Peleas

Me quedo un tanto descolocada después de las palabras de Calum, que se va después de haberlas dicho. Cojo mi móvil y bajó a salón, donde Mike esta hablando con Luke y Calum poniendo la película. Me siento en medio de un sofá de tres plazas, en un lado se sienta Luke, y en el otro, de un salto, aparece Ash.

-Se llama The Ring, ¿Estas segura de querer verla?-Pregunta Mike cogiendo un bol lleno de palomitas.

-Que si joder, no me asustan estas chorradas.-Digo ya un poco mosqueada.

-Si tienes miedo, ya sabes a quien agarrarte.-Dice Luke pasándome su brazo por la rededor del cuello, Ash lo fulmina con la mirada.

Prefiero no contestarle ya que la película está empezando. En la escena de la tele Mike tira las palomitas al aire, Luke y Ash escondiendo su cara detrás de un cojín, y Calum riéndose por la escena. La película acaba, son las 12:30, no se a qué movida extraña me quiere llevar Calum pero espero que no me viole ni nada de eso, no creo que lo haga. Me visto con unos jeans negros largos rotos y una sudadera gris que pone, L.A. en negro. Bajo al salón y todo esta muy oscuro, es la 1:50. En los diez minutos que tarda Calum en bajar, mi vista ya se ha acostumbrado a la silenciosa oscuridad.

-¿A dónde me llevas?-Digo a la vez que el cierra con mucho cuidado la puerta.

-A una pelea ilegal, te vas a divertir, créeme.-Dice con una sonrisa dándome un casco negro básico.

-No voy a montar en moto.-Digo negando con la cabeza.

-¿No decías que no tenías miedo a nada?-Dice arrancando, obviamente, odio que me miren como me mira él en estos momentos, desafiante, así que subo a la moto.

-Ya, venga.-Digo agarrandome al asiento.

-Cogete a mi.-Dice y yo le hago un gesto con el dedo de negación.

Empieza a aumentar la velocidad, y en una curva, casi me caigo, lo que hace que mi cerebro inmediatamente le ordene a mis brazos rodear su abdomen. La verdad es que lo tiene muy marcado. Paramos enfrente de una casa abandonada, de la que provenían gritos y risas acompañados de música eléctrica.

-Ya te puedes soltar.-Dice riéndose.

-Lo siento.-Digo quitándome el casco y sacudiendo mi melena.

-Si no fuera por que tienes el pelo azul, diría que pareces un león.-Dice bajando de la moto.

Andamos hasta la entrada, donde un señor robusto custodia la puerta.

-Contraseña.-Dice el señor con una voz muy grave.

-¿Si los peces vuelan, por que los pájaros nadan?-Dice eso sin sentido alguno y el señor abre la puerta. Entrando, puedo ver mucha gente bailando con un baso en la mano, strippers, o como se llamen, de camareras sirviendo en la barra vestidas de una forma muy provocadora, y un rin en el centro de la casa abandonada.

-¿Qué van a tomar?-Pregunta una camarera a los 5 segundos de sentarnos en la barra.

-Dos de ron de Cabo Verde.-Dice Calum.

-Oye, que a mi me gusta el ron, pero ese no lo he probado.-Digo sacando mi móvil, tengo una llamada perdida de Luke.

-Tranquila, sólo tiene 45 grados.-Dice y mi cara lo dice todo.

-¿¡SÓLO!? Eso es peor que el aguardiente.-Digo.

-Tu pruébalo, se que te va a gustar.-Dice entregándome un pequeño baso con muy poco líquido trasparente, no creo que esto me siente bien, pero de un trago me lo acabo.

-Joder.-Digo aún con la garganta hecha polvo.

-Vamos, va a empezar la pelea.-Dice agarrandome de la muñeca y llevándome a primera fila.

-En la derecha, con 120 kilos de puro músculo, Sam el Destripador.-Dice el presentador con un micro que cae del techo.-Y en la izquierda, con 103 kilos de ira, Collin arrancacabezasw.

Dos tíos muy dopados salen al rin y comienza la pelea. De repente, uno saca un bate de béisbol lleno de clavos y le da en la espalda, "uuhhh" de dolor retumba por toda la casa. A lo lejos, fuera de la estructura de madera roída, escucho pasos, susurros... La policía.

-Calum, tenemos que salir de aquí, la poli esta fuera.-Digo cogiéndole de la muñeca y arrastrandolo hacía una puerta trasera.

-Veo los coches, corre.-Dice corriendo, yo no puedo a causa de la mierda que me he bebido.

-No puedo casi sostenerme.-Digo con una voz ronca.

-Ven.-Dice cogiendome de la cintura. Me sube a su hombro, como si fuera un saco de patatas. Aprovechando que la moto está en el lado opuesto de la entrada, subimos corriendo y arranca a toda prisa. Me agarro de nuevo a su abdomen y voy viendo el paisaje más y más borroso, hasta que no lo veo.