BUS || YoonSeok

Desconocido

Yoongi iba en asiento que daba al pasillo del bus (ya que odiaba que se sentaran con él).

Esos dos asientos eran como uno para él, así que permitirle a alguien sentarse con él, sería como cederle su lugar.

Tenía puestos audífonos de diadema negros que se perdían entre su cabellera del mismo color.

Iba rumbo a la universidad con la actitud más pesada y antipática que llevaba todas las mañanas por levantarse temprano.

Escuchaba música de piano mientras leía un libro de composición musical, el autobús se detuvo pero esa no era la parada en la que debía bajar, aunque eso no evito que dirigiera la mirada a aquel pasajero que subía a trabajos con un sin fin de cosas cargando, le miró detenidamente, esto era nuevo, por alguna razón le prestó más atención de la debida, pero luego volvió a ignorar tal acción

No había lugares donde ese chico pudiese sentarse, bueno, solo había uno y ese era a un lado de Yoongi, así que caminó hasta donde se encontraba el pelinegro

— Hola, disculpa, ¿me puedes dar permiso? Necesito sentarme.

Yoongi solo lo miró con el ceño fruncido y le ignoró, aparte de que ni siquiera le escuchó como tal.

El chico empezó a reír con ironía, no podía creer que encontrara a un ser tan mal educado, pero no iba a darse por vencido

— Disculpa, en verdad necesito sentarme, se me pueden caer las cosas o bien me puedo caer yo

Yoongi quitó los audífonos al sentir que una mano persistente le movía el hombro

— ¿Y tú eres...?

— Soy Hoseok, Jung Hoseok y llevo un buen rato pidiendo que me dejes sentar

— Bueno Hoseok. Realmente no me apetece moverme para dejarte sentar, me senté justo aquí para no tener que compartir lugar con personas como tú

— ¡¿Acaso pagaste por los dos asientos para que te sientas con el derecho de decidir con quién sentar y con quién no?!

— Probablemente no, pero si soy libre de hacer lo que a mí se me apetezca así que desaparece.- al terminar volvió a colocar los audífonos y a abrir el libro

El autobús pasó por un tope con cero delicadeza, lo que hizo que Hoseok perdiera el equilibrio cayendo encima de Yoongi, y esparciendo en el pasillo esos objetos que portaba con cuidado

— ¡Mierda, las cosas!- Hoseok se levantó rápido pero ya era muy tarde para los objetos, todos estaban rotos. — ¡Todo es tu culpa bastardo! si me hubieras dejado sentar esto no hubiera pasado, me van a matar.- tomó a Yoongi del cuello de la camiseta

— ¿Y se supone que eso debe importarme?, suéltame necesito bajar.— quitó las manos de Hoseok con brusquedad

Hoseok miró la parada y para su sorpresa era donde él tenía que bajar también, le soltó, recogió los objetos rotos rápidamente y con cuidado para no dejar un desorden y bajó con lágrimas en los ojos, sin decir o reprochar algo más al chico que en cierta forma provoco todo aquello

Cuando Yoongi bajó, solo vió como aquel chico de cabello rojo subió las escaleras con pasos firmes, se sintió ligeramente culpable, triste, incómodo y ni siquiera sabia un porque exacto, él siempre ha sido así, siempre le ha valido lo que haga sea de quien sea, pero esta vez se sentía diferente.

Se dispuso a subir el primer escalón pero se sintió inmensamente mareado, todo le dió vueltas, una última imagen se coló a su mente; el rostro del chico, después de ello se desmayó

Cuando despertó estaba en la enfermería de la escuela con Jimin a su lado

— ¡¡Donde está!!- se levantó sobresaltado con lágrimas en los ojos

— ¿Donde esta? ¿De quién hablas Yoongi?

— ¿Jimin?

— ¿Estás bien?

— Mi... ese... ese chico, ¿dónde está?

— Mierda, no entiendo, ¿de qué hablas?

— Ehm... No, de nada... mis hermanos, ¿Dónde están mis hermanos?

— Pues en tu casa, ya acabaron las clases, le hable a Jin y me dijo que se fue con Jungkook, tranquilo ellos están bien, aquí el que esta raro eres tú

Yoongi se sintió ansioso de repente, así que se levantó de la camilla y se colocó exasperado los zapatos seguido de tomar su mochila

— Tengo que irme, algo está mal, algo va a salir mal

— ¿Qué? Yoongi, ¡YOONGI!- Jimin se quedó con una confusión enorme al ver como el chico de piel pálida salía corriendo por los pasillos de la escuela

Cuando Yoongi salió al patio de la escuela miró a todos lados sin saber exactamente lo que buscaba, pero sintió un alivio profundo cuando vio a aquel chico de cabellos rojos limpiando la hierba de las plantas; ese había sido su castigo por romper el material que con trabajos había conseguido su clase.

Yoongi le miró de lejos y lloró, no sabía por qué, sintió nostalgia y una opresión en el pecho, no debía ser así, después de todo solo era un desconocido más.

¿No?