Dia dos

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Yoongi despertó con un fuerte dolor en la espalda, bueno, en la mayoría de su cuerpo. Se levantó y sintió como si la cabeza le fuese a explotar, tal dolor hizo que se sentara en la cama mientras que con sus dos manos cargaba el peso de su cabeza

— ¡Ah, cierto!... ayer me suicide, espero que no mueras hoy Hoseok...-empezó a reír por las palabras sin sentido que sintió que decía, rió con tal fuerza que hizo que Jin entrara a su habitación viéndole de forma muy extraña.— No digas nada Jin, hoy amanecí de muy buen humor, aunque me duela a madres el cuerpo

— ¿Tu amaneciendo de buen humor? ¿Acaso tuviste un sueño húmedo? Maldito enfermo

— Digamos que aún estoy en mi sueño húmedo, ¿no crees que es un hermoso día para salvar a alguien?

— Ya enserio ¿que tienes?, estas raro, ¿debería llamar a papá?, mejor deberías quedarte a descansar... después de todo hoy es un dia difícil para ti

— Sigue siendo lunes ¿eh?...- un bufido salió de sus labios.— Esto es genial, ¡me siento de maravilla Jin!

— Si si lo que digas.. loco.- Jin salió la habitación de Yoongi y fue a la de Jungkook para despertarlo

— Ahora tengo mi propósito definido, después de mi muerte he vuelto a revivir, ¡soy inmortal! Aunque seria bueno que si muero no tenga que dolerme el cuerpo, esto apesta....- chasqueó la lengua.— Hoseok, hoy no morirás, te lo aseguro.

Corrió a la ducha, y cantó como nunca, algo que nunca hacía, buscó su mochila y por un momento se sintió como un idiota al no encontrarla

Recordó que la había dejado en la calle, pero después la encontró a un lado de su baúl, aquel que tenia todo los recuerdos con su madre, sonrió, abrió aquel baúl y sacó un foto que en su tiempo era su preferida, aquella en la que había asistido a un concurso de piano y su madre le abrazaba alegremente mientras sostenía el trofeo por haber ganado el primer lugar

Le dió la vuelta a la fotografía para guardarla en su cartera pero algo le saco de su felicidad al darse cuenta que había un escrito detrás

Tienes que salvar a Hoseokie, sálvalo, no lo dejes morir Min Yoongi

Su corazón se aceleró y aventó aquella foto al suelo asustado, y el dando pasos inciertos hacia atrás provocando que cayera, el aire le hacia falta, parpadeo un par de veces, se arrastro y volvió a tomar aquella fotografía; ya no había nada.

— ¡Que... maldito susto...! ¡Ya se que tengo que salvarlo! No tienes porque darme estos sustos seas quien seas... empiezo a dudar que seas tu mamá, aunque, no se porque el mundo se esta empeñando en salvarte Jung Hoseok, y mas ¡¿por qué tengo que hacerlo yo?!.- resopló y bajo al primer piso de la casa.

— ¿Hola? ¿Jin? ¿Kookie?... ¡Mierda! ¡La hora! ¡Es tarde!.- agarró un par de hotcakes y salió como rayo de la casa

El día se veía horriblemente oscuro, el autobús no pasaba, o bien, muy probablemente ya había pasado

Empezó a caminar por la acera, estaba apunto de cruzar la calle pero un coche paso, el conductor le miró fijamente mostrando una dulce sonrisa; era su madre, a Yoongi se le salían los ojos, y su mandíbula casi tocaba el suelo, sin duda alguna se estaba volviendo loco

Tenias que salvarlo.- el viento golpeo en su oído, hablándole de forma suave y un tanto reprochadora

— ¿¡Que!?.- volteo buscando al productor de la voz

Es muy tarde ahora.

Después de eso Yoongi no podía introducir oxígeno a su organismo, cayo de rodillas, abría la boca de forma exagerada teniendo una mano en su cuello y con la otra se sostenía en el suelo sin poder introducir ni la mas mínima molécula del gas que le ayudaba a vivir.

Prometiste estar siempre con él, no abandonarlo.-algo le seguía hablando — Mira a lo que le has llevado, no has podido salvarlo ni una sola vez, le has olvidado, lo has dejado solo.- la voz le daba dolor de cabeza.— Tienes que empezar de nuevo.

Finalmente el cuerpo de Yoongi se desplomó en el suelo, trataba de respirar, convulsionaba, miraba el cielo grisáceo y en este veía el rostro de aquel chico, esa hermosa sonrisa, ese cabello teñido de colores que no eran solo rojo, vio su cuerpo desnudo, vio esos gestos adorables de Hoseok, e incluso gestos lascivos y provocativos en el rostro bien definido del chico que poseía los cabellos de su frente pegados debido al sudor, vió como entrelazaban sus manos, vió cuando miraban las estrellas juntos, vió la vez que salieron por la ventana de esa cabaña, vio cuando aventaba piedras a la ventana del chico, vió cuando corrían como niños tomados de la mano por las calles, vió cuando ayudo a ese chico a levantarse, vió cuando curo aquel raspón después de jugar, vió cuando le enseño a tocar el piano, vió cuando el chico le dejaba dormir en su regazo, vió cuando se dieron su primer y cálido beso, e incluso vió la primera vez que le cedió su lugar en el bus lo que provoco que se conocieran y vivieran tantas cosas que Yoongi no había recordado hasta ahora.

"— Te amo Yoongi

— Yo más Hoseok"

Lagrimas empezaron a rodar por su mejilla, su cuerpo temblaba, su cuerpo aún hacía el intento por respirar, la vista se le nublo, todo a su alrededor comenzaba a verse cada vez más oscuro, la calle estaba desierta, el cielo negro a pesar de ser medio día

Yoongi cerró los ojos dejando caer dos de sus ultimas lágrimas al ver esa última imagen

La imagen de su madre posicionando la cabeza de su hijo en su regazo, acariciando su frente

— Esta bien mi amor, todo estará bien, vas a salvar a Hoseokie, haré lo posible por qué te lo sigas encontrando, tu lo lograras mi amor... ahora descansa. Te amo mi niño.

Pronto estaremos juntos...

BUS || YoonSeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora