Capítulo 16 FINAL: Reiniciando el viaje

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Sábado 6 pm (21 hrs para la separación definitiva)

Despertó desorientado, ya no sabía (ni le importaba) que día estaba viviendo. Bueno sí, si le importaba pero prefería no pensar en eso. Luego de día y medio de arrancar de su realidad y de sus miedos, prendió su celular. Muchísimas notificaciones le colapsaron su teléfono, cuando finalmente pudo revisarlo se encontró con mensajes de todos sus amigos, incluido Jp,  que le recomendaban que se fuera con Hernan. "No puedo, no lo haré" pensaba el cantante a medida que leía cada una de aquellos mensajes. Lo había decidido durante la madrugada, sentía que era irresponsable de su parte dejar todo por un amor. Fuese quien fuese ese amor. Además, por más que no lo quisiera admitir, se moría de miedo. Tanto que lo paralizó.

Entre tantos mensajes, hubo uno que llamó su atención.

" De: Nicol

'Te deje algo con el conserje, te lo mandó Hernán'

Hora: 10:00 "

"Mierda" dijo Andrei quien corrió al ascensor para ir al primer piso.

"Hola buenas, ¿me dejaron algo por casualidad?" preguntó un poco alterado el cantante.

"Oh, sí señor. Una mujer le dejo esto." Contestó el conserje mostrando un sobre, en el resaltaba el nombre Hernán.

Tomó el sobre y salió corriendo a su departamento. Apenas entró quedo petrificado. No sabía que hacer, si leía la carta existía la posibilidad de arrepentirse, y no quería eso. Por otro lado, se moría de ganas de leerla. Finalmente, como había ocurrido durante todo este tiempo, los monstruos en su cabeza ganaron, lo que provocó que tirara la carta a la basura sin leer.

Tomó una ducha y salió a perderse por Santiago, el tiempo que fuese necesario para que ya todo estuviese dicho y hecho.

Domingo 5 am (5 hrs para la separación definitiva)

Hernan ya estaba vestido y listo para irse. Miraba una y otra vez su celular, mantenía la esperanza que Andrei lo llamase o diese alguna señal de vida. Pero nada, ningún atisbo de que aceptase irse con él. El teléfono de su habitación sonó, era el taxi. Ya lo estaba esperando.

"ya, ríndete Hernán. No va a llegar"

Domingo 6 am (4 hrs para la separación definitiva)

El cantante llegó a su casa luego de haber vagado por cada rincón de la ciudad por casi 12 horas. Venía agotado, quería dormir, pero no podía. Ya era domingo y en algunas horas más Hernán partiría para siempre... "Quizá ya se fue" pensó. "Quizá ahora ya no afecte leer su carta." Se levantó de un brinco, fue al basurero, la tomó y abrió.

"Andrei:

Creo que tus acciones me han dicho de mil y un formas que tú no te irás conmigo. Te entiendo, de verdad no te juzgo, no soy nadie para hacerlo. Tu vida entera has ido de allá para acá buscando algún tipo de estabilidad. Es muy injusto de mi parte pedirte que abandones la tranquila vida que has construido solo por mí. Sin embargo, no puedo... no puedo no pedirtelo. Necesito agotar todas mis oportunidades contigo. ¿Sabes por qué? Porque te amo como no he amado a nadie en este mundo. Porque me arriesgue contigo en Rojo, y no me arrepiento ni un solo minuto. Tú me enseñaste a que si amabas a alguien daba lo mismo todo y todos. ¿Te acuerdas cuando yo me moría de miedo y tú irreverente me decías que nada más importaba, solo nosotros? Pues ahora yo te escribo para decirte que me permitas a mí ser tu estabilidad y fortaleza. Que me permitas que te llene de amor cada día de tu vida y que me des la oportunidad de amanecer contigo todas los días de la mía. Te prometo nunca dejarte solo, ser tu compañero, tu amigo y tu amante. Reiniciemos este viaje juntos mi amor, por favor.

Junto a esta carta viene un pasaje de avión, es para este domingo a las 10 am. Te compré un asiento  junto a la ventana, porque sé que eres un soñador, yo tengo pasillo porque con solo mirarte a ti me basta y me sobra.

Si no llegas entenderé que lo nuestro acabó para siempre.

Andrei espero de todo corazón que llegues, me harías el hombre más feliz en el mundo. Pero por si no llegas, muchas gracias por todo.

Pd2: yo también te amaré siempre pase lo que pase."

A esas alturas, la carta ya estaba empapada de lagrimas del cantante. Miro el reloj 6:35 am. Menos de 3 horas...

Domingo 9:35 am ( 25 minutos para despegar)

Hernán ya estaba sentado en el avión, llorando. No podía sentirse mal, finalmente él había hecho todo lo posible, todo lo que estaba en sus manos. Miraba el asiento vacío que estaba a su lado, recordó el primer viaje de avión que habían realizado juntos. Lo infantil que se ponía Andrei cuando miraba por la ventana y sonreía por la maravillosa vista que ofrecía ese tipo de viaje.

Apoyó su cabeza en el respaldo de su asiento y cerró los ojos. Él podía estar toda la vida recordando momentos que pasó con Andrei, o a veces ni siquiera eran recuerdos. Lo conocía tan bien que, a pesar de los 10 años que estuvieron separados, podía recrear en su cabeza cada una de sus maravillosas cualidades. Como el sonreír con los ojos, su olor tan caracterisrico. La manera en que sus manos tocaban la guitarra o el cómo acariciaba el cable del micrófono al cantar. Su carita somnolienta en las mañanas al despertar, o lo sonrojado que quedaba después de hacerle el amor.

La personas en el avión no podían evitar mirarlo, lloraba silencioso pero sonreía. En ese momento la puerta de entrada de pasajeros se cerró. Y con ella la última esperanza de Hernán se desvanecio. Se acordó que estaba en público y se secó las lágrimas.

En aquel momento un joven de 30 y tantos años, pálido, con un color de ojos bastante particular, cantante, alto y muy enamorado le tocó su hombro.

"Disculpa ¿ese asiento está ocupado?"

                    
Fin

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