Capítulo 5: La llamada

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“¿Si? ¿Hola?”

“¿Hernán eres tú? Soy Diego, hermano de Andrei.”

“Oh. Hola, jajaja.”

Un silencio incomodo se generó en la línea.

“Si llamas para lo que creo que llamas tengo que advertirte que tengas cuidado. Andrei está en pareja y sufrió muchísimo cuando tú te fuiste. Ahora que ya te supero no seas egoísta y déjalo ser feliz” Le dijo el hermano del cantante notoriamente preocupado.

“No sé qué decir. Actué sin pensar. Lo siento” contestó Hernán.

“Este número se volvió muy público y Andrei decidió dármelo a mí ya que ahora soy su representante.  Mi labor por mi cargo y por ser su hermano es protegerlo, y eso incluye protegerlo de ti”

“Diego, solo quiero hablar con él. Necesitamos conversar. Él también lo necesita. Por favor, te lo suplico.”

“Júrame por lo que más quieras que no le harás daño” le solicitó Diego.

“Te lo juro por mi hermana Juli” le dijo Hernan mientras miraba al cielo suplicándole a Dios poder convencerlo.

“Hmm… ya. Te lo mando por whatsapp.” Y con eso concluyó la llamada.
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Por aquellas horas, Andrei ya estaba en su habitación, mirando el techo. Imposibilitado de dormir por todo lo que tenía en la cabeza. Se daba mil vueltas en la cama con la esperanza de conciliar el sueño. En eso estaba cuando su celular marcó un mensaje entrante. Era de JP quien le preguntaba si podían ir a almorzar al día siguiente para arreglar las cosas. Andrei le contesto que sí, le indico lugar y hora, para finalmente apagar su celular. Quería desconectarse de todo y todos por lo menos por unas horas. Lo que no sabía era que Hernán lo llamaría incansablemente y se desilusionaría y destrozaría al pensar que él le cortaba todas sus llamadas.

A la mañana siguiente Andrei se levantó tarde. Quedo de juntarse con JP a las 13:30 y ya eran las 12. Corrió a bañarse y olvido por completo prender el celular. Se vistió sencillo, no tenía ánimos de destacar.  Se dirigió a su auto y se apresuró en llegar al restaurant donde JP ya lo esperaba hace más de media hora.

“Hola amor” lo saludo Andrei con un beso que fue recibido de manera fría, cosa que inmediatamente lo preocupó.

“Hola”  fue la tajante respuesta.

Por casi media hora solo se dirigieron la palabra por cosas intranscendentales. La tensión era palpable en el ambiente. JP miraba fijo a Andrei, quien solo atinaba a sonreír nervioso.  Buscando alguna escusa o algo para iniciar conversación, el cantante tomo su celular y se percató que seguía apagado. Al prenderlo vio llamadas perdidas de un número que no reconocía. “Juan Pablo tengo que realizar una llamada. Tengo muchas llamadas perdidas de un número y puede ser algo importante de la disquera.”  Le comento Andrei a JP antes de levantarse de la mesa y dirigirse a un lugar más silencioso.

Marco el teléfono, esperó menos de un segundo cuando del otro lado de la línea le contestaron.

“¿Hola? ¿Andrei?”  Hernán no podía con la emoción, ya había perdido todas sus esperanzas.  La llamada lo tomó totalmente por sorpresa. En ese momento él también estaba almorzando, casi se atraganta cuando vio el nombre “Andrei” en la pantalla de su celular.

Por su parte, el cantante se paralizó apenas escuchó la voz de Hernán. No se le cruzó por la cabeza que él fuera el dueño del número. La cara se le desfiguro tan notoriamente por la sorpresa que incluso JP que estaba observándolo de lejos lo notó.

“Hernán ¿Cómo conseguiste mi número?” contestó mientras se volteaba y quedaba fuera del rango de visión de su pareja.

“Eh, Diego me lo dio. Pero no te enojes con él, yo fui el insistente.”

Ambos escucharon el suspiro del otro. Los nervios se traspasaban por la línea telefónica.

“Dime que quieres Hernán.”

“Quiero hablar contigo.”

“Ya estamos hablando.”

“Me refiero en persona Andrei. Aunque ahora tú te hagas el duro sabes que también necesitas verme. Nos debemos una conversación.”

Andrei jugaba nervioso con el broche de su chaqueta y se mordía el labio. Sentía la mirada de JP en la espalda. Estaba entre la espada y la pared. Si aceptaba como su corazón, como sus entrañas le decían estaría casi engañando al hombre que lo acompañó todo este tiempo. Sin embargo, sabía que si se negaba podría perder su última oportunidad, su ultima esperanza con Hernán.

Luego de meditarlo contestó:

“Veamonos hoy en nuestro lugar de siempre”

Reiniciando el viajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora