"-This is not a test
This is you emergency broadcast system, announcing the commencement of The Anual Purge, sanctioned by the U.S Government.
Commencing at the siren, any and all crime, including murder, will be legal for 12 continuous hours.
Weapo...
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--¿Ya tienes todo listo? La alarma está por acabar.-- habló el chico de piel bronceada cargando consigo una mochila negra. Ésta era la noche en donde todo instinto de violencia y furia podía ser liberado, no importa que tan grotesco o inhumano fuera, eras completamente libre de cometer el acto más brutal si así lo querías.
El pálido hizo un ademán de mano pidiéndole a su compañero que guardara silencio, veía entre la pequeña apertura de la ventana y la cortina hacia la calle, la noche había caído hace una hora y la única fuente de iluminación en estos momentos era la que otorgaban los faros de luz, era sorprendente como en una de las noches más locas del año las calles estaban vacías, ni siquiera había autos que estropearan el camino, el podcast retumbaba en cada esquina, esa voz que todos tenían grabada en la cabeza sonaba una vez más avisando que era y no posible no posible durante las 12:00 horas de inmunidad.
--Escucha Min, no quiero que se repita lo del año pasado, levanta tu maldito culo de ese sofá y ayúdame-- exigió el menor, pero el de cabellos plateados pareció inmutarse, muy por el contrario a lo que debía hacer, se aferró más a la cortina que caía del borde de la ventana.
¿No es grandioso como el silencio abunda en los mismos lugares donde los lamentos se escucharán? Fantástico, simplemente fantástico para el pálido. Era casí como un momento de silencio honrando a las próximas almas que partiran de la tierra, casi como si fuera un exilió para aquellos que creen que orando salvarán a todos los que ya tienen un ojo encima. Estúpidos
Sólo unos minutos más y todo el caos abordaria, los gritos, la música, lamentos, risas, súplicas... todo, absolutamente todo contaminaria el ambiente, ni siquiera en su cumpleaños estaba tan ansioso.
--Listo, me hartaste.-- comentó el castaño ya cansado de ser ignorado, tomó la mochila para tirarla en algún lugar de la sala, caminó a pasos anchos hasta la estancia de su novio y cuando finalmente lo tuvo cerca puso ambas manos en su cintura en un intento de alejarlo de aquello que lo tenía tan centrado, sin embargo un estruendoso sonido lo detuvo.
Un disparo.
Cuando menos se lo espero el podcast había acabado dandose por iniciada el mayor evento del país, la alarma era molesta pero con la par de los años había aprendido a sobrellevarla. Sin soltar la cintura del mayor, se acercó a la ventana que estaba por encima de ellos y asomó su rostro para ver hacia afuera, en un extremo de la calle no había nadie pero al mirar al lado contrario pudo ser espectador del primer asesinato de la noche.
Un hombre con gabardina negra sostenía un arma en su mano derecha, no podía deducir la expresión de su rostro ya que la mitad de éste se encontraba pintado por colores oscuros, a sus pies estaba una mujer inerte, dentro de un gran charco de su propia sangre que poco a poco crecía aun más, su cabello estaba sujetado en una coleta, milagrosamente su rostro no miraba en su dirección porque juraba que la bala había ido directo a su frente... pobre mujer.
