Capítulo 4 "Falsedad"

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La tarde del 16 diciembre del 2005 las nubes cubrían la mayor parte del cielo de la hermosa ciudad de Núremberg, Alemania. Los matices de colores en el cielo, el rojo y el amarillo se habían combinado para crear una vista espectacular, debajo de ella aguardaba monumentos históricos, así como la muralla medieval que tiene un recorrido de 5 km y fue construida en 1325 por su crecimiento de población y protección. Además de esto guardaba secretos que muy pocos sabían, debajo de sus hermosas estructuras, sus calles de piedra, algo habitaba, muy oculto o más bien alguien.

En el aeropuerto llegaban Tanja de 8 años de edad, acompañado de sus padres, los señores Hanik, el padre un respetado doctor de Liubliana y obviamente de Celje, la madre por otro lado era abogada. El padre Amadej Hanik tenía 38 años de edad, la madre Cilka kos de Hanik con 28 años, estaban de vacaciones, iban exclusivamente por el mercado navideño que se formaba 4 semanas en aquella ciudad.

Su llegada fue tediosa, el vuelo había sido directo, pero se habían perdidos unas maletas que para la suerte de Tanja era suya, ahí llevaba su cámara y ropa, estaba muy triste, no sabían que había sucedido con ese equipaje, su padre se había puesto furioso, habían tardado más de 3 horas y al final no había llegado a nada, le tuvieron que decir que llegaría en menos de 24 horas, sino tendría que la aerolínea cancelarle los gastos y molestias.

Se hospedaron en el Mövenpick Hotel Nürnberg-Airport, las habitaciones suite le pertenecieron. Llegó la noche y bajaron a cenar, pasaron por una tienda y una hermosa cámara se exhibía, la niña al verlo se emocionó, su padre aceptó y se la compró.

Salieron de la tienda y Tanja estaba muy feliz, tenía una nueva cámara mucho mejor que la que se había ido en su equipaje. Mientras caminaban por la calle cerca del río Pegnitz, Tanja tomaba fotos, los padres conversaban de lo más normal, en eso la niña aprovechó para apartarse unos metros y tomar fotos de sus padres sin que ellos se dieran cuenta.

La noche estaba muy fría, pero Tanja era feliz, le gustaba mucho la ciudad, era muy agradable, había luces por todos lados que hacían dar una vista muy hermosa y elegante. Varios botes surcaban las aguas del río, ella tomaba fotos, entonces de la nada su cámara es arrancada de sus manos; dos niños salieron corriendo (el de la derecha llevaba su cámara). Tanja pega un grito y su padre se da cuenta de inmediato, corre detrás de los chicos, pero estos eran muy ágiles, en pocos segundos se habían perdido.

Tanja lloraba, su madre la consolaba, pero su llanto era de coraje, se imaginaba mil formas de torturar a esos niños, no de matarlos, solo lastimarlos. Después del suceso tuvieron que comprarle otra cámara de la misma calidad. Los días posteriores fueron normales. En el ambiente se sentía el espíritu navideño, para Tanja era su primera vez fuera de casa que celebraría la festividad, estaba muy contenta, tenían un cronograma específico para ese día, este sería su mejor navidad.

Llegó la noche del 24 de diciembre, el clima estaba espectacular, todos estaban muy contentos, pronto se iría ese año, y las calles estaban muy decoradas por la festividad, pero alguien no estaba interesado en esa actividad, en las afueras de la ciudad llegaba un forastero, llevaba puesto mucha ropa encima, tenía varios cabellos blancos y llevaba un bastón, no era un anciano, es más era una joven. Pronto llegó a la ciudad, anduvo por sus calles y veía a todos felices, le provocó nauseas, ella sabía que muy pronto llegaría a su fin, tenía heridas muy profundas en su interior, en cualquier momento dejaría este mundo, pero lucharía hasta el final.

La chica estaba muy enojada, había sido engañada, casi le cuesta la vida, no perdonaría la vida de esa persona nunca, debía buscar la manera de vengarse, solo tenía una idea, era muy arriesgada, pero no podía quedarse y morir sola, debía llevarse con ella a su víctima y si todo salía bien podría tener al fin su venganza. Mientras caminaba vio a una niña tomando fotos, a su derecha había 2 adultos, de seguro eran los padres de la niña. De sus bolsillos sacó una bolsita, en su interior llevaba una especie de arena azul, saco un poco con su mano, dijo algo entre dientes y sopló hacia los adultos, de inmediatos cayeron al suelo convulsionando, la niña se percata y se aterroriza, antes de que gritara, la chica tapó la boca de la niña con su mano.

La niña forcejeaba y trataba de gritar con fuerza, era muy fuerte su opresor, sus padres yacían en sus pies, la desesperación la consumía. Las demás personas no veían, se le hizo extraño a Tanja, estaban muy cerca, debían haber escuchado la caída al menos de sus padres, pero no, actuaban como si no hubiera nadie ahí. Trató de morder y patear, pero fue inútil, lo peor de todo era que su opresor hizo brillar una pequeña daga e hizo un corte en su palma izquierda, acto seguido recitó unas palabras en voz baja que la hizo estremecer, su opresor la soltó, pero ella se había quedado sin fuerzas, un sueño la invadía de pies a cabeza. Su opresor la acostó, entonces ella la pudo ver; la mujer era muy bonita, pero era extraña, sus orejas eran puntiagudas, su rostro de igual manera muy fino, no era normal.

La chica de orejas puntiagudas se cortó las venas de los brazos, la sangre no se hizo esperar, brotaba abundantemente, recitó nuevamente unas palabras desconocidas para Tanja. La chica le hace tomar su sangre, y además su corte en su mano la tomó la chica de orejas puntiagudas, después de eso su sueño se apoderó de ella, fue tanto que no recordó nada más.

Cuando Tanja vuelve abrir los ojos se encontraba en el hospital de la ciudad, a su lado se encontraba su madre, su padre estaba afuera llamando por teléfono, tenía su mano vendada, la madre al verla que abrió sus pequeños ojos, se le lanza para abrazarla y sus lágrimas tibias resbalaban sobre su mejilla. Su padre de igual modo al ver que pasaba algo en el cuarto de su hija, dejó su teléfono y corrió a verla.

Los doctores junto a Amadej Hanik no pudieron diagnosticar ninguna anomalía, eso sin decir su propio desmayo, las versiones que después se tomaron es que pudieron haber sido drogados por alguien que quería secuestrarlos, pero había fallado, claro que la droga usada era muy compleja, no había dejado rastros.

Al 5 de enero del 2006 Amadej regresa a su país junto a su esposa e hija, sus vacaciones habían salido defectuosas, su hija había sufrido algún trauma con aquello. Estuvo con varios psicológicos, para finales del 2008 ya su hija no presentaba ningún problema.

Para Tanja todo pasó muy rápido, tampoco se acordaba de mucho en realidad, con el tiempo no fue más que un pasado distante, claro que a esa ciudad no volvería nunca. Los años pasaron y Tanja eligió la carrera de su padre, claro que ella era un poco más morbosa, su padre era un excelente neurocirujano, a ella le gustaba los muertos, quería seguir forense. En el 2016 tiene su primer con Kai, cuando lo vio sintió que lo había visto antes, en algún lugar de su pasado.

En el 2018 se gradúa de medicina, era hora de aspirar a su rama favorita, su madre orgullosa de ella, su padre por otro lado no le agradaba la idea de que su hija sea forense, pero lo que peor le desagradaba era la idea de que estuviera con ese Kai; ese chico era un desperdicio de ser humano ¿Cómo su única hija podría fijarse de alguien como él? Realmente lo molestaba. Cuando se enteró de que prácticamente vivían juntos le da un ataque de ira, pero su mujer lo calmó.

Por otro lado, esa tarde del 4 de octubre de ese mismo año, Tanja estaba muy molesta, se había ido a trabajar y no olvidaba el rostro de su novio, tendido en el suelo lleno de golpes, él siempre decía que trabaja en la vidriería de la ciudad, ella muchas veces quiso irlo a ver y se encontraba cerrado el local. Una parte de ella sabía que él no trabaja ahí, que él ocultaba algo, pero ¿qué? no tenía ni la menor idea, su Kai siempre estaba pendiente de ella, eso le gustaba, además sus padres no estaban de acuerdo con que ella saliera con él "no tienes futuro con alguien como él" siempre le decían, ella por eso no iba a visitarlos, por la misma razón había dejado su casa y pagaba su casa con su trabajo.

El día había sido normal, como todos los días, estuvo pensando en hacerle una deliciosa comida a Kai para que se reponga rápido, ella lo amaba mucho. Cuando salió se fue directamente a su casa, esperándolo, pero Kai no estaba ahí, se había ido, ya volvería, el siempre vuelve.

Era las 6 de la tarde cuando comenzó a prepárale la comida, cuando cortaba y hacía el mise in place de repente una voz en su cabeza le habló, fue tanto que se cortó el dedo índice, pero no dolió, su sangre parecía de un color oscuro, su visión era borrosa, pronto se desmayaría o algo peor, entonces cayó al suelo, sus ultimas palabras que recuerda quedaron talladas en su mente: Volví.

NashamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora