"Say You're Just A Friend" (Miley Cyrus & Austin Mahone)

Capitulo 21

Austin me llevo a casa después de lo sucedido.

Mamá me había estado mandando gran cantidad de mensajes, tenía llamadas perdidas de ella también.

- ¿Quieres pasar? - le pregunte a Austin, una vez que estuvimos frente a mi casa.

- Si -sonrió.

Bajamos del auto y Austin le puso la alarma.

Cuando entramos a la casa me lleve una sorpresa.

Robert, Marian, Zach, Fernanda y Alex estaba ahí y como era de esperarse Alex jugaba con Sophie.

- ¡Hasta que llegas! - dijo Fernanda

- Lo siento ¿y mi mamá?

- No está, nos pidió que nos quedáramos con la bebé.

- Oh, gracias -sonreí.

Salude a todos allí al igual que Austin.

Me sorprendí al ver a Robert y a Austin darse un abrazo junto a un 'Que tal hermano'.

- ¡Miley!, dile a Alex que suelte a Sophie, la quiero tener - dijo Marian, haciéndome puchero-. Vamos Alex, déjamela un rato.

- No, aléjate Marian, Sophie me ama.

- ¡Miley!, dile algo.

- Alex, déjala -reí.

- Austin, amigo...

- Déjala -sonrió.

- Okay.

Alex se la entrego.

Sophie reía con Marian y con Robert quien se había acercado a ella a hacerle morisquetas.

- Y entonces, ¿Dónde estaban? - pregunto Zach.

- Uhmm, Austin me invito a comer.

- Oh.

- Si, este... ¿Puedo preguntar qué le pasa Alex?

No quería decir nada, pero también había algo raro entre Zach y Fernanda.

Volviendo a lo de Alex, lo mire y estaba sentando en la alfombra, frente a Robert y su novia, con el celular en sus manos podría jurar que estaba triste.

- Que él te lo diga - dijo Fernanda.

- Claro... iré con él.

- Si, ve.

Me levante, dejando a Zach, Fernanda y a Austin sentados en el sillón.

Me acerque a Alex, quien me sonrió en cuanto vio.

- ¿Qué pasa, enana?

- Que te pasa a ti, estas muy callado.

- Estoy con el periodo.

- Alex -reí-. Cuéntame.

- Vamos.

Nos levantamos de la alfombra y Alex me abrazo por la cintura, pegándome a él.

- ¡Hey Alex!, te vigilo - grito Austin, mientras salíamos al patio trasero.

Solo reímos y nos sentamos en las sillas de playa.

- Y bien, cuéntame.

- Terminé con Shirley -dijo rápidamente.

- Ouch... y-yo lo siento mucho.

- No importa - dijo apenado.

- Oh Alex - me acerque y lo abrace-. Encontraras otra chica...

- No sé.

- Claro que lo harás, eres un tipo guapo.

- Gracias -rio.

- No quiero que estés así, ¿Okay? - bese su mejilla.

- Ok, te quiero, pequeña.

- También te quiero, idiota -reí-. Vamos adentro.

Entramos nuevamente a la casa y fuimos al living donde estaban todos.

Pude ver a Zach con Sophie llorando, sosteniéndola en alto y entregándosela a Austin.

- ¿Que paso?

- Sophie esta fuerte - dijo Robert tapándose la nariz, haciendo que todos riéramos.

- Entiendo -sonreí.

- ¡Austin llévatela!, huele feo - hablo Marian.

- ¡Oye!

- Ya, ya, perdón pero llévatela -rio.

Acompañe a Austin a mi habitación, mientras los otros esperaban abajo.

Acostó a Sophie en la cama, mientras sacaba un pañal del closet.

Le desabrocho la parte de abajo del body y la empezó a cambiar. Me apoye en el marco de la puerta mientras el terminaba de abrocharla nuevamente.

- ¿Qué pasa? - pregunto al verme sonreír.

- Nada, nada, bajemos.

Cuando Marian nos vio bajar, se acercó a nosotros.

- ¿La cambiaste?, dámela, dámela -rio.

- ¡La insulto, Austin!, no se la des -dijo Alex.

- No la eh insultado.

- Le dijiste que olía feo, eso es un insulto para ella.

- Cállate, Constancio.

- No se la daré a ninguno de los dos, ¡es mía! - Austin, sonrió y se fue a sentar al sillón con Sophie en brazos.

- Son como niños -reí.

Me senté junto a Austin y los demás se sentaron con nosotros.

Zach saco la consola que tenía guardada en el mueble donde estaba puesta la tv y la conecto.

Luego de que jugaran todos, me tocaban a mí y a Robert.

- ¡Miley!, debes sacarle sangre, pégale, pégale en la cabeza - me dijo Austin.

- ¡Calla!, me pones nerviosa -reí.

- ¡Pero golpéalo! - le siguió Zach y Fernanda.

- A ustedes los golpeare si no se callan... ¡Ven!, me han hecho perder.

Saque Twizzlers de la caja que estaba a mi lado y se los tire.

- ¡Miley, los estas dañando! - dijo Robert, mientras se llevaba la caja de dulces-. Vengan con papi mis amores - dramatizo.

- También te amo, Robert -dijo Marian, quien estaba sentada a su lado.

- Oh, bebé, jamás te cambiaría por unos dulces.

- ¿Es enserio?, ¿Robert Villanueva a dicho eso?, no lo creo -reí.