Veraneando con One Direction.

Capítulo 13.

La alarma de mi móvil me despierta. Cojo el móvil y la paro. 20 minutos más pienso.

Me vuelvo a recostar en mi pequeña cama y cierro los ojos. Hasta que aparece la imagen de mi prima.

-¡Anna! ¡Mierda venia hoy! -chillé como si alguien me fuera a escuchar.

Me levanto rápidamente y miro la hora en mi móvil. Son las 10:30 y ella me dijo que vendría sobre las 11:30, que alivio. Aún tengo una hora para desayunar y hacer cosas antes de que venga la cabra loca de mi prima.

La gente nos dice que parecemos hermanas cuando nos ven juntas pero solo somos primas. Aunque nos tratamos como si lo fuéramos. Anna está igual de loca que yo. Es exactamente igual de follonera que yo. Y cuando nos juntamos las dos podemos hacer y decir las gilipolleces más grandes del mundo. 

Me visto, me lavo los dientes y la cara, y me cepillo el pelo. No me había dado cuenta pero el pelo ya lo tenía bastante largo y bonito. Me paro enfrente del espejo y sonrío. Estoy más viva que nunca.

Salgo de mi habitación cerrándola y me dirijo a la cocina.

-Buenos días mamá -le doy un tierno beso en la mejilla.

-Buenos días cariño -me responde ella tan alegre como siempre.

-Hoy me he levantado alegre -le digo mientras me preparo el desayuno.

-¿Porque viene Anna o por lo de anoche? -me giro y está con una sonrisa perversa.

-¿Por lo de anoche? -frunzo el ceño.

Que no se sea lo que creo que es suplico.

-Tú y los chicos ayer viendo la pelicula -se ríe- ojala hubiera tenido yo con tu edad a tantos tíos a mis pies.

Pensaba que mi madre nos había visto anoche a Niall y a mí besándonos.

-Oh no exageres, no están a mis pies -le doy un sorbo a la leche.

-¿Que no? Te vuelvo a repetir, los tienes que ver cuando están contigo Laura -ríe.

-Pues nada la próxima los grabas y luego me lo enseñas -nos reímos las dos.

-Si claro... -ríe.

Y derrepente suena el timbre. Salgo corriendo hacia la puerta de mi casa y la abro.

-¡Anna! -me tiré encima de ella.

-Laura que me vas a matar -dice ella riéndose.

-Venga vamos dentro, te tengo que contar muchas cosas -le digo con cara de pervertida.

-Uy esa cara -se ríe.

Entramos a la cocina y saludamos a mi madre.

-¡Anna! -grita mi madre.

-¡Tía Martha! -grita mi prima.

-Cuanto tiempo sin verte niña -le dice mi madre.

-Mucho, no he tenido tiempo este año de venir a veros por la culpa de los exámenes -dice apenada.

-No te preocupes -le pongo una mano en el hombro- vas a tener tiempo de estar con nosotras. Hasta te cansarás...

-¿Cansarme yo? ¿Cuando me has visto a mí cansada? -se cruza de brazos.

-Tienes razón tú no te cansas nunca -nos reímos todas.

-Bueno vamos arriba que tienes que sacar toda la ropa que llevas ahí -digo señalando su maleta.