➠ Sinopsis.

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Jack

— Es la quinta vez que tenemos esta charla Jackson...

— Si tan solo me deja explicarle... — Mi madre me aprieta el brazo en señal de que guarde silencio y por primera vez, lo hago. No voy a poder salir de ésta.

El viejo suspira acomodando su cabello grisáceo y me mira por encima de sus típicas gafas de director — Te di muchas oportunidades porque conocemos tu situación, pero esta es una escuela de mucho prestigio, por lo que temo que tendré que expulsarte de la institución...

Abro mi boca para protestar pero de nuevo siento ese apretón de parte de mi madre, por lo que simplemente tenso mi mandíbula tragándome las palabras una vez más y asiento.

La voz severa de mi madre sale a la luz después de un suspiro cargado de decepción — Lamento esta molestia por tanto tiempo, Señor Director, espero los papeles de mi hijo en cuanto...— La interrumpe y lo que dice me deja pasmado.

— Ya están listos, solo hace falta que firmen que saben la razón por la que tuvimos que tomar esta decisión, pueden firmarlos y llevárselos afuera con mi sectretaria. Buenas tardes.

Maldito viejo.

Al salir de la oficina, mi madre no dice ni una sola palabra y la joven secretaria me indica que vacíe mi casillero para después entregar la llave. Por primera vez esto va muy enserio...

Miro a mi madre, pero ella ni me dirige la mirada, está enojada y tiene razón en estarlo... Soy un pésimo hijo...

. . .

La puerta de la casa se cierra tras de mí y frente a mis ojos solo puedo ver la cara de decepción y enojo de mi madre mirar al suelo y es entonces cuando con mucho temor me atrevo a hablar.

— ¿Mamá...? — Solo se limita a cerrar los ojos con cansancio, causando una presión familiar en mi pecho.

Al abrirlos murmura una sola frase que termina por recordarme las muchas advertencias que me dio durante mis años en esa jodida escuela.

— Ahora no quiero escucharte Jackson. La comida está en la estufa, tengo que regresar al trabajo...

Y con eso, se da la vuelta y sube las escaleras dirigiéndose a su habitación... Esta vez sí que lo arruiné todo.

Tres meses después...

— No quiero ni un solo problema, es tu educación y ya es suficiente perder un semestre por la expulsión — Da la vuelta entrando al sorprendentemente enorme estacionamiento — Olvídate de que vuelva a pagarte algún tipo de educación si algo como lo que ocurrió se repite.

Su voz de advertencia es lo único que se escucha en su auto.

Asiento, miro por la ventanilla del auto y pienso en los últimos meses. Mi madre no me habló más que con monosílabos hasta una semana después y cuando lo hizo, fue para decirme que perdería un semestre y entraría al mismo en unos meses. Genial, ¿no?

A lo lejos veo el edificio de lo que será mi escuela por un tiempo y lo que veo supera mis espectativas. Realmente es enorme, y a pesar de tener menos prestigio que las que había asistido en toda mi vida, no se ve nada mal...

Mi madre estaciona en un espacio algo apartado de la entrada, por fin me entrega los papeles que debo dar en dirección en silencio y me mira, posando sus ojos azules sobre los míos.

— Por lo menos haz un esfuerzo...

Sonrío de lado y le doy un beso en la mejilla como despedida — Lo haré, lo prometo.

Entonces tomo mi mochila negra y bajo del auto acomodando mi ropa y con los papeles en la mano. Me da una sonrisa cuando cierro la puerta de la camioneta negra y finalmente me giro. Solo es una escuela...

¿Entonces por qué siento que todo va a cambiar en cuanto entre?

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