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Elliot

Cuando entramos al baño público miro a Jack de reojo ya que se había quedado parado junto a la puerta. Parece que se encuentra pensando en algo.

— ¿Jack? — lo llamo, pero sigue perdido en sus pensamientos — Jack — le toco el hombro y parece que al fin reacciona.

— Lo siento, ¿qué dijiste? — Sonrío y niego con la cabeza.

— Te voy a limpiar... — Aclaro mi garganta y tomo varios trozos de papel para secar las manos y lo mojo un poco. Espero a que él se siente sobre el lavamanos para acercarme. De esa forma será más fácil.

Lo miro a los ojos. Acerco mi mano lentamente y comienzo a quitar la pintura. Concéntrate, piensa cosas feas, piensa en cosas feas...

Muy tarde.

Mis ojos viajan por todo su torso, su pecho está ligeramente marcado, al igual que su abdomen. Se nota que hace actividad física, me quedo mirando un poco más, se ve demasiado bien así, sin ser algo muy exagerado. La "V" también se nota bastante.

Mi corazon palpita rápidamente. Estar así, tan cerca de él me hace sentir nervioso, aunque no es algo desagradable. Me niego a levantar la vista y que vea mi sonrojo, por lo que simplemente me concentro en limpiar.

Finalmente me deshago de los últimos restos de pintura, aún escucho la respiración acelerada de Jack, parecía que estaba luchando por controlarla. ¿Acaso nuestra situación también tiene una reacción en él? Estoy por terminar cuando una de sus manos va hasta mi rostro y lo acaricia un poco antes de levantarlo suavemente para hacer que lo mirara. Mi corazón se acelera aún más y me encuentro con su mirada fija.

Me encantan sus ojos.

Él sonríe levemente, como si supiera a detalle lo que pasa por mi cabeza, y parece estar disfrutándolo. Un suspiro sale de mi boca y dejo los pedazos de papel a un lado, retrocedo para que pueda ponerse de pie.

En ningún momento despega la vista de mí, y cuando estamos frente a frente me atrevo a acercarme un poco, lentamente. Se inclina hacia mí y tan solo quedan unos pocos centímetros para el contacto. ¿Debería cerrar los ojos? Oh Dios, en verdad vamos a...

Y mi teléfono suena. Animals comienza a sonar y maldigo en voz baja.

Demasiado bueno como para que en realidad fuera a pasar.

— Maldita sea — escucho su voz, molesta. Me separo, suspiro y tomo mi celular del bolsillo del pantalón. Deslizo al ver que se trata de Cat.

— Hey — escucho su risa del otro lado — Oye, se estan tardando mucho, ¿qué pasa? — suspiro una vez más al escuchar el motivo de su llamada y estoy por responder cuando me interrumpe — ¡Oh! interrumpí algo, ¿cierto?

Hago un sonido de afirmación — Estaremos allá en unos minutos, solo iremos a que vuelvan a pintar a Jack y listo.

— De verdad lo lamento, no imaginaba que... — corto la llamada sin dejarla terminar. Tal vez me arrepienta después, nunca la trato así pero en este momento estoy molesto.

Vuelvo a mirar a Jack y este me sonríe con las mejillas algo rojas — Vamos, quiero que me pinten igual que a ti.

No puedo evitar mi sonrisa y mi molestia se disipa un poco. Este chico es especial.

. . .

Una hora despues nos encontramos con los chicos y ya hemos subido a dos montañas rusas. Vamos caminando y riendo de una de las miles de anécdotas de Oliver cuando vemos la atracción de terror. La gente entra por medio de algo que parecía una carreta que avanzaba hasta perderse por la entrada, en donde hay un par de muñecos zombie gigantes y ensangrentados, dándonos la bienvenida. La parte de afuera tiene dibujos de brujas, esqueletos y arañas hechos con pintura fluorescente.

— Vamos, ese se ve genial —. Nos encaminamos a la atracción y veo cómo Jack comienza a ponerse nervioso.

— ¿Asustado? — me burlo un poco y me mira con su cara seria.

— No... — resopla.

Río ante su nerviosismo, nunca pensé que un chico como él tuviera miedo de estas cosas. Aunque... Me da algo de ternura, pero si le lo digo, me odiará.
Nos subimos a la carroza en la parte de atrás, frente a nosotros iban Oliver y Cat, y enfrente Maddie, quien se quejaba de que iba sola hasta el frente.

— Ah, claro, como ustedes ya tienen su parejita me dejan a mi sola —. Se cruza de brazos mientras nos mira a los cuatro.

— Nosotros no... — un rayo artificial interrumpe mis palabras y todos nos quedamos en silencio mientras el recorrido comienza. El carro avanza y Jack se pega ¨discretamente¨a mí.

Tampoco es que me moleste mucho...

Estoy por decepcionarme, nada sucede hasta que una niña con la cabeza volteada hacia atrás aparece junto a Jack, quien suelta una maldición y un grito bastante masculino. Me río sin poder evitarlo. Soy casi inmune a los sustos, de hecho, me estoy divirtiendo demasiado.

Me acerco a su oído y susurro — Si quieres sostener mi mano está bien — lo digo en forma de burla para molestarlo un poco, pero me sorprendo cuando sí lo hace y lo miro nervioso.

Aún así, no me molesta para nada tener su fría mano tomando la mía. No me mira a los ojos y un muñeco que aparenta se alguien colgado aparece por enfrente del carro y Maddie pega un brinco seguido de un grito. Todos nos reímos menos Jack, quien se pega un poco mas a mí y aprieta mi mano.

Realmente espero que este recorrido nunca acabe.

Media hora después, bajamos de la atracción y tenemos que caminar hasta la salida, mientras lo hacemos, Jack toma mi mano de nuevo y me giro a verlo, parecía estar alerta a su alrededor. Vamos, son solo monstruos falsos.

Al ver su miedo me acerco más a él y eso parece tranquilizarlo, caminamos en la parte de atrás, algo separados de los demás. Nadie se había dado cuenta de nuestro pequeño contacto, estábamos todos en silencio.

Después de caminar bastante, a lo lejos vemos la puerta con el letrero de "Salida"

— Al fin, creí que nos habíamos perdido — Me río junto con los demás y nos acercamos a la puerta.

Maddie la empuja y pasamos por un pequeño pasillo. La mano de Jack no abandona la mía, hasta que el viento golpea nuestros cuerpos y el guarda sus manos en sus bolsillos. Por un momento creí que estaba molesto, de no ser por la sonrisa tan linda que me dio cuando lo miré.

— ¿Por qué no comemos algo? — Asentimos y Maddie comienza a hablar con Jack de algo que no entiendo y Oliver y Cat se acercan a mí.

Mientras los demás se adelantan, Cat se acerca a mí para susurrarme —: No creas que no vi lo que paso ahí atrás, tenemos una conversación pendiente — Le sonrío inocente y su novio le toma la cintura. Ridículo celoso.

Llegamos a un lugar de comida rápida en medio del parque y cada uno toma asiento después de ordenar. Media hora después, todos tenemos el plato medio vacío y solo hablamos.

— Por eso digo que ella no debería dar clases, tiene a los alumnos mas pendientes de su cuerpo que de la clase — Me río y niego con la cabeza — No creas que no te he visto mirarla — Cat señala a su novio, él niega con la cabeza y todos reímos.

— No he tenido a esa profesora... — Miramos a Jack, quien había estado solo escuchando. Supongo que ser nuevo tiene bastantes inconvenientes. Como no poder criticar a los profesores junto con los demás.

— Te tocará, y mas te vale no babear por ella, es asqueroso — El ríe ante las palabras de Maddie pero asiente.

Lo mismo digo, espero que no esté babeando por alguien más.

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